Hoy estuvimos hablando sobre el límite durante el spanking. Se suele decir que debe llegarse al él y pasarlo un poco, apenas. Se me ocurrió comentarle este detalle a Patricio quién sonrió y cuando le pregunté si creía que nosotros habíamos llegado alguna vez a mi límite me dijo que no. (No esperaba que me dijera otra cosa, si ese había sido mi límite estaría muy decepcionada). Sin embargo me sorprendí cuando al preguntarle en una escala de uno a diez cuán cerca creía él que estábamos del límite me dijo que estábamos en un 6.. dijo "con suerte en un 6". Yo ahora pienso que estaría más o menos de acuerdo, aunque algunas veces me parece que llegamos un poco más allá y otras veces más acá, digamos en un dos o un tres. Me pregunto si esas veces que al día siguiente todavía tenía dificultades para sentarme (no grandes dificultades tal vez) estábamos tan lejos de mi límite como a él le parece.
Por otra parte él piensa que el límite es un mito. Ah.. no! Yo pienso que el límite es real (es algo físico después de todo). Claro que no es el mismo todos los días, ni siquiera durante el mismo día. Depende del humor (fundamentalmente) pero también del juego previo, de lo mal que se haya portado uno, de la rebeldía, etc.
Esta diferencia de opiniones y ya me dieron ganas de provocarlo, pero las cosas no se dieron. Después de todo era una discusión teórica, era muy tarde, él estaba muy cansado y yo no tenía ganas de frustrarme o pelearme de mala manera. Más adelante veremos cuán cerca del supuesto límite llegamos, por ahora quizá sólo debemos recordar que en ese momento muchas veces uno no quiere seguir adelante.
Además, entendiendo que estamos hablando de disciplina doméstica, a tal motivo tal paliza, ambas se deben corresponder en intensidad. No valdría la pena llegar a ese límite por una pavada. Sin embargo hay que leer bien la señales. A veces uno no puede someterse, entonces aunque parece que ya es suficiente no lo es. Mr Top debe estar atento y seguir adelante, hasta que la sumisión se produzca porque ese es el objetivo último. Así parezca excesivo. De otra manera no servirá mucho lo hecho hasta ahí. Por un momento quizá, pero sobrevendrá la frustración inmediata.. y eso acarreará dificultades acaso más difíciles de superar para ambos lados de la pareja. Plus los motivos seguro serán más irracionales mientras él piensa cómo puede ser si hace un rato todo marchaba sobre rieles. Esto es para Patricio que cree a veces que como él decide absolutamente todo sobre la faz de la tierra debe decidir cuál es mi límite también. Después no podrá quejarse si a los cinco minutos estoy con mi dedo en su oreja otra vez.
Creo que más importante que dejar una marca (o más de una y puede suceder y está bien que suceda) es dejar las cosas claras.
Por otra parte él piensa que el límite es un mito. Ah.. no! Yo pienso que el límite es real (es algo físico después de todo). Claro que no es el mismo todos los días, ni siquiera durante el mismo día. Depende del humor (fundamentalmente) pero también del juego previo, de lo mal que se haya portado uno, de la rebeldía, etc.
Esta diferencia de opiniones y ya me dieron ganas de provocarlo, pero las cosas no se dieron. Después de todo era una discusión teórica, era muy tarde, él estaba muy cansado y yo no tenía ganas de frustrarme o pelearme de mala manera. Más adelante veremos cuán cerca del supuesto límite llegamos, por ahora quizá sólo debemos recordar que en ese momento muchas veces uno no quiere seguir adelante.
Además, entendiendo que estamos hablando de disciplina doméstica, a tal motivo tal paliza, ambas se deben corresponder en intensidad. No valdría la pena llegar a ese límite por una pavada. Sin embargo hay que leer bien la señales. A veces uno no puede someterse, entonces aunque parece que ya es suficiente no lo es. Mr Top debe estar atento y seguir adelante, hasta que la sumisión se produzca porque ese es el objetivo último. Así parezca excesivo. De otra manera no servirá mucho lo hecho hasta ahí. Por un momento quizá, pero sobrevendrá la frustración inmediata.. y eso acarreará dificultades acaso más difíciles de superar para ambos lados de la pareja. Plus los motivos seguro serán más irracionales mientras él piensa cómo puede ser si hace un rato todo marchaba sobre rieles. Esto es para Patricio que cree a veces que como él decide absolutamente todo sobre la faz de la tierra debe decidir cuál es mi límite también. Después no podrá quejarse si a los cinco minutos estoy con mi dedo en su oreja otra vez.
Creo que más importante que dejar una marca (o más de una y puede suceder y está bien que suceda) es dejar las cosas claras.
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