Hoy estuve leyendo un artículo que tenía más o menos este título. A partir de ahí se me ocurrieron algunas cosas. Primero, la mayoría de la gente necesita aclarar (y entonces lo voy a hacer implícitamente yo también) algunas cuestiones acerca del consenso. Si no fuera consensuado no sería dd sino violencia doméstica y tendría muchas otras diferencias, tema que a mi particularmente me preocupa (cuando la gente pone todo en la misma bolsa) y seguro surgirá más adelante.
Después es inevitable ver lo casi artificial del asunto.. realmente alguien castiga a alguien? Bueno ese tema es el que quiero tratar hoy, y a partir de ese enfoque ver algunos ejemplos de cuándo se puede aplicar o no esta disciplina. Quiero aclarar, aunque no hace falta, que no son reglas generales sino mis propias cavilaciones acerca de qué cosas me parecen razonablemente corregibles, y cuáles no.
No se trata de buscar un motivo cualquiera para rellenar el hueco. Por ejemplo: no sirve como motivo decir hoy se te salió mal el café o se te quemó el pescado. A cualquiera puede pasarle eso, mala suerte. No puede ser un motivo que a alguien por accidente se le rompa un plato. Sí es un motivo que alguien (supongamos en medio de una discusión) arroje un plato al suelo y lo rompa a propósito porque lo que se trata de "corregir" precisamente es una actitud negativa, no un accidente.
No se puede esperar cambiar a alguien estructuralmente o ideológicamente. Cada persona es como es y va a cambiar en los términos que todas las personas cambian en todas las relaciones.
Tenemos además, el tema de las reglas que también debe ser tenido en cuenta. Al spanker le corresponde plantearlas y asegurarse de que se cumplan en cualquier circunstancia porque si las reglas son razonables, hay una actitud obvia irreverente al querer quebrantarlas y si quebrar la regla no se castiga, la regla pierde efecto inmediatamente. Sin embargo no deben ser generales sino referirse a cosas claras y puntuales... las reglas generales se prestan a interpretaciones demasiado vagas y sirven en ocasiones que uno nunca hubiera podido prever. La verdad, no hay que abusar y armar un enramado de reglas incumplibles sino remitirse a las mínimas posibles. Después de todo no se trata de tener una persona atada adentro de un calabozo sino de una pareja convencional, con reacciones (salvo excepciones) normales, que para solucionar las dificultades utiliza métodos no tan convencionales.
Supongamos por ejemplo que una mujer sabe bien que a su marido no le gustan las malas palabras y los insultos. Si en medio de una discusión, más si está perdiendo terreno, ella lo insulta deliberadamente él no va a sentirse muy bien que digamos. Algunos maridos insultarán a su vez, otros se irán dando un portazo, otros dejarán de hablarle por un rato, los que están involucrados en una relación de dd la pondrán sobre las rodillas hasta que ella realmente lamente usar un recurso así sabiendo de antemano cuánto podía molestarlo con eso. Más adelante, créanme, ella va a pensar dos veces antes de hacer eso mismo y mucho más cuando se esté quedando sin argumentos.
Por eso el spanking modula la relación, le saca cuestiones estresantes que a otras parejas les tomará más tiempo resolver. Porque una vez que la paliza terminó el caso está cerrado y no quedan resentimientos de ningún tipo en ninguna de las dos partes.
Con esto no quiero decir que una buena paliza en la cola le viene bien a todo el mundo. Hay mucha gente que no lo necesita y tiene tanto autocontrol que podría repartir lo que le sobra. Sólo digo que yo lo necesito a veces.. si me enojo y lo hago por los motivos más incomprensibles (a veces hasta para mi) y no ecuentro la forma de resolverlo, y no veo ninguna respuesta en mi pareja, siento que a él no le importo en absoluto. Pero si por en contrario veo que no sólo le importa lo que me pasa sino que además sabe por qué y puede ponerme las cosas en perspectiva, ¿qué más puedo pedir? Aunque esa perspectiva a veces no sea muy saludable para mi cuando intente sentarme más tarde. Puede pasar que me enoje y tenga razón, en ese caso no es un motivo de disciplina doméstica. En ese caso esperaré que él me escuche y dialogue conmigo, y aún ninguno de los dos vaya a cambiar el punto de vista del otro siempre será bueno aprender a escucharse.
Hay muchas otras cosas que no tienen que ver con la dd. Todo el mundo debería tener sexo seguido y que sea satisfactorio para ambos (o sendos). A mucha gente puede excitarle jugar con esas cuestiones, tipo evitar que el otro llegue al orgasmo como una forma de castigo. Bueno, a nosotros no nos interesa y no significa que no haya mucha gente que lo disfrute. Afortunadamente no todo el mundo quiere lo mismo. Yo tengo que reconocer que me gustan las cosas un poco rudas en la cama. A Patricio, por su parte, le gusta ver la vagina totalmente afeitada, bueno, son gustos. Le gustan mis tetas también, y no tienen nada que ver con el spanking ni la disciplina. También nos gusta ir al cine, la cocina gourmet y todo eso tampoco tiene nada que ver.
Creo que llegamos siempre al mismo punto. Se requiere lo mismo que en cualquier otra pareja, más cierto agregado extra de confianza. No importan las reglas, las palabras de seguridad, lo pautado que sea todo. A partir de la convivencia dos personas que se aman se van dando cuenta de cuándo las cosas se salen de cauce y eso perjudica el orden natural de la relación.
Un pista para los spankers: salvo que sea un motivo de cierta gravedad, o que se quiebre una regla planteada claramente en la relación NUNCA el spanking debe ser el primer recurso. La mujer debe tener la opción de elegir.. a veces las opciones no son agradables pero siguen siendo opciones. Cuando ella desafíe claramente y haga una mala elección (y esto siempre es consciente) valdrán exclusivamente los criterios de él para el castigo que crea correspondiente. Fuera de ese caso una advertencia muchas veces es necesaria cuando es evidente que las cosas van a salirse de control, pero si esto sucede igualmente habrá que atenerse a las consecuencias. Y quizá pensar que el spanking como castigo no es el objetivo en esta relación (por eso se exceptúan las nalgadas eróticas durante el acto sexual) sino el medio para lograr algunas cosas y mejorar otras.
La foto es la portada del libro "Cheeky: Essays on Spanking and Being Spanked" por Rachel Kramer Bussel y es ilustrativa. Link
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