Estuve leyendo (y por lo tanto pensando) acerca de algunas cuestiones puntuales necesarias en una relación de disciplina doméstica. Para tener más información teórica sobre el asunto les recomiendo los blogs que figuran en los links (lovingdd y creativespankedwife) que desarrollan ampliamente muchos aspectos de este tipo de relaciones. Sin embargo pienso que aunque hay cuestiones generales compartidas siempre hay diferencias (determinadas por la fantasía tal vez) que hacen que la relación tome uno u otro camino. Ahora, mi opinión personal acerca de estos puntos:Se sabe que el objetivo de este spanking (de mantenimiento) es evitar que el spankee provoque a propósito una situación de mal comportamiento para lograr un castigo. Es recomendable porque evita situaciones de estrés que se generan en ese tire y afloje de las causas y porque hace que algunas parejas puedan practicar el spanking más seguido cuando aún tienen dificultades para leer algunas señales.
Entiendo perfectamente el argumento, y si a alguien le sirve, adelante. Pero realmente no me parece apropiado para mi. El mantenimiento en algunos casos es regular (tal día de la semana, a tal hora) aunque no siempre, lo cual es bueno. ¿Y qué pasa si tal día a tal hora yo no puedo, no quiero y siento que no merezco esa paliza? En mi caso no me someto si no hay una razón de peso. Es decir, si no hay un motivo concreto aceptable y por lo tanto aceptado previamente por mi. Este es un punto fundamental: el spankee tiene que aceptar el castigo, de otra forma no va a lograr su objetivo, que es modificar una conducta.
No digo que no se pueda jugar sin motivos, pero eso es otra cosa. Si alguien tiene ganas (cualquiera de los dos) deben poder proponer otro tipo de juegos: play spanking / spanking erótico pero no un castigo sin motivos. Si el spanking aún no satisface su necesidad supongo que deberá hablarse abiertamente. Si una persona no es capaz hablarlo abiertamente mala suerte, ya lo expresará de otra manera. Aunque hablar es la mejor opción ya que puede que surjan otras cuestiones que no hubieran sido tenida en cuenta.
Dicen que para el mantenimiento uno tiene que llevar un diario de faltas. Para mi vamos cada vez peor. Primero es posible que uno tenga una buena semana y no quiera o no tenga ganas de portarse mal. ¿Qué debe escribir en el diario esa semana? “Soy una persona excelente y excelentemente portada”. No sería muy realista que digamos tampoco. Por otro lado uno, que es capaz de escribir miles de cosas por propia voluntad, no pondrían nada de nada si se siente obligado a ello.
Supongo que hay niveles de sumisión. Pero el mantenimiento, con todas las razones lógicas y físicas, no me parece para nada excitante. Sé que no es tan severo y que se desarrolla de acuerdo a lo que sucedió en la semana. Y también se podría argumentar que rara vez uno pasa una semana sin generar un par de situaciones de spanking. Pero es otra cosa, eso tiene que ver con la vida cotidiana y de eso se trata la disciplina doméstica: de algo que sucede casi naturalmente.
En cuanto al spanking preventivo, igualmente creo que no es justo. Es evidente que la gente se comporta siempre de la misma forma y por lo tanto supongo que el spanker, si conoce bien a su pareja, puede llegar a inferir una situación futura de comportamiento erróneo. Pero eso es descreer de la eficacia del método (de la paliza anterior) y si no es eso es atentar contra la libertad del spankee, que puede querer portarse bien en ese momento aunque históricamente no lo hizo.
Nosotros tenemos una anécdota de spanking preventivo. Iban a venir unos amigos a quedarse unos días (amigos no spankos). Yo estaba un plus excitada (más de lo normal que a veces es bastante). Un par de horas antes que llegaran Patricio me dijo que lo que yo necesitaba era una paliza para evitar portarme mal los días siguientes. Me sorprendió mucho (aunque yo sabía exactamente de lo que estaba hablando) y al mismo tiempo me enojó. Es taaaaaaaan injusto. ¿Acaso yo no estaba comportandome como una dama? No fue tan terrible y quizá (quizá :p) es posible que lo necesitara. No obstante lo que más me atrae de este tipo de relaciones es que es un orden: a tal causa, tal efecto. Siempre prefiero jugar con los motivos claros y no con lo que posiblemente suceda.
Ahora va mi explicación al respecto. Hay gente que prefiere no portarse mal. Hay otra que piensa que no se porta mal nunca. Sin embargo “necesitan” una buena paliza tanto como cualquier otro. Yo desde que recuerdo no tengo límites propios y eso que es bueno en muchos aspectos (y fue bueno en períodos un poco menos ordenados de mi vida -que aunque no parezca posible, los hubo) en general me da la sensación de salirme de cauce, lo cual produce algo parecido al vértigo. La mayoría de las veces estoy de acuerdo con mi pareja, y sólo pienso en cuidarlo, amarlo, cocinarle, etc. y que él esté bien es mi prioridad número uno. Pero tengo mis días también que no veo las cosas claras, soy egoísta y (ahí me afecta seriamente la falta de límites) y puedo llegar a lastimar a la persona que más amo en el mundo. Por eso necesito que los límites los ponga él (aunque yo intente probarlos una y otra vez, lo cual debe ser molesto). Yo todavía me animo a aceptar que en esos momentos no soy muy buena que digamos y no necesito llevar un diario para aceptarlo, llegado el momento.. ni esperar hasta el viernes para hablar de eso. Pero eso me pasa a mi, ¿No todo el mundo lo siente de la misma manera? ¿No?
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