Este post tiene dos objetivos. Primero que nada sacar de adelante del blog la historia de la regla que parece hace años está ahí. Segundo, seguir con algunas cuestiones acerca de la disciplina doméstica, tema que todavía me interesa enormemente aunque últimamente me he dedicado más a leer que a divagar mis propias opiniones. Hay algunos temas sobre los que me gustaría escribir, por ejemplo qué cuestiones se ponen en juego con el rincón, las lágrimas, etc. Temas que han sido muy desarrollados en otros espacios. Otra vez recomiendo ampliamente el blog en inglés LovingDD que desarrolla este y otros temas de manera muy técnica. Sin embargo siempre llego a la conclusión que es probable que ese desarrollo tan teórico no nos sirva a la hora de probar realmente cómo se articulan estas cuestiones en nuestras relaciones reales. Sobre todo si vivimos en Argentina (y quizá en cualquier otro país de habla hispana) porque el imaginario no es el mismo.La gente que vive en una relación de dd en general se lo toma muy en serio. Nosotros (Patricio y yo) hemos notado que no siempre podemos llegar a ese nivel de seriedad. Es más bien una necesidad (tal vez más mía incluso) que lleva a resolver las cosas de tal o cual manera.
Nosotros nos divertimos bastante en cada momento de la vida cotidiana, lo cual no quiere decir que no tenga momentos que no son nada divertidos, que generalmente tienen que ver con cuestiones estresantes, que al no poder desenvolverse apropiadamente presionan contra esa convivencia pacífica. Los otros días hablábamos con una amiga del "mood", que es otro buen ejemplo. Ella me decía: "es que a veces estoy de muy mal humor y no sé por qué". Tal vez esa es la señal más clara de todas.
No hay que dejar que el humor tome tonos más oscuros todavía. Es siempre una señal de otra cosa. Yo nunca le pediría a mi pareja que por las dudas (para no andar corriendo riesgos) me de una paliza porque sospecho que me está por llegar una ráfaga de irracionalidad. Prefiero que las cosas se den y listo.
En fin, estoy divagando. Quería en realidad decir otras cosas que a veces son difíciles de poner. Una es por ejemplo cuántas cuestiones femeninas se relacionan con el tema de la disciplina doméstica. Y son muchísimas, desde algunos reclamos femeninos que desde el punto de vista masculino no tienen sentido hasta algunas cuestiones sensuales de recibir algunas nalgadas sobre las rodillas de tu hombre. Entiendo perfectamente que hay hombres que tienen la fantasía de ser azotados pero como diría este amigo mío no es tema de este renglón, y hay muchas otras cosas que si las entendiera tampoco lo serían.
Otras cosas que a mi me gustan son por ejemplo que me siente sobre sus rodillas, que ponga sus manos debajo de mi ropa, me acaricie la espalda y con su mano dibuje el contorno de mi cuerpo, baje por la cintura hasta la cola. Que me abrace de esa manera (que me abrace de cualquier manera) pero que me toque así, me hace sentir de una manera increíble. Pongo mucho énfasis en estas cuestiones femeninas porque precisamente ahí es donde se ancla mi fantasía ahora. Tiempo atrás podía pensar en otras (fantasías escolares e incluso algún age play) pero ahora la idea que más me interesa tiene que ver con esa oposición (complemento) de los sexos, sus brazos y su espalda que pueden abarcarme en un leve movimiento.
Llegado este punto y a falta de un tema más interesante alguien hablaría de sumisión. Correcto, ese es el tema que sigue. Voy a escribir esto hasta el cansancio, si alguien vive con su pareja y él (ella) es un spanker no tiene más que decir que quiere una paliza (o buscarla en el juego sexual) y sólo eso se lo garantizará. Ahora si alguien necesita algo más.. es decir, necesita molestar (como una posible traducción del "bratting"), portarse nada bien, crear una situación por más ficticia que parezca: entonces lo que busca no son los azotes, nalgadas, lo que sea, en sí sino (como dice nuestro teórico LovingDD) los beneficios de los mismos. Eso quiere decir que hay algo más.. ¿qué es lo que buscamos? Bueno yo ya no me sorprendo, para mi ha sido así desde el principio y el camino natural era terminar en una relación de disciplina doméstica. Porque el spanking físico, sensual, etc, muy interesante que vamos a seguir practicando siempre, no es suficiente para todas las ocasiones.
Algunos consejos de spankee a spankee
A otro le encantará (o no tanto) plantearse estas preguntas y buscar una respuesta más políticamente correcta. Pero hay un detalle como todo el mundo sabe, cuando vivís en una relación de dd, no es tan fácil seguir todos los vericuetos del capricho cuando tu spanker está a medio metro. Vas a molestar hasta un punto y después no vas a molestar más por un tiempo, un día, una semana, depende de cómo se hayan encarado las cosas. Algunas cosas se solucionarán para siempre (aunque ésto parezca sólo un comentario optimista).
¿Qué hacer cuando uno no puede elaborar los límites interiormente? En mi caso me sirve bastante encontrar los límites afuera. Hasta se dice que uno puede llegar a ser mejor persona después de todo y eso está bueno. Es algo que requiere mucha energía de mi amor (hombre, pareja, HoH, etc.) pero a cambio él gana que yo lo consienta/malcríe a él sin límites. Plus un monto razonable de poder. El amor y la devoción que consigue no se compara con el de ninguna otra relación. No quiero que parezca que al final yo lo obligo a él a asumir ese rol porque es algo que él hace naturalmente o no hace. En nuestro caso además porque nos queremos, por supuesto. Pero también hay algo sensual (sexual) que va y viene por la columna vertebral de nuestra pareja, que no necesita más cosas que a nosotros dos juntos, en cualquier espacio, en cualquier momento, para ser el proyecto más excitante que jamás me dijeron (mientras crecía) podía ser posible.
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