Aniversario

Hoy, 17 de agosto, hace tres años que estamos juntos. No parece tanto y sin embargo sé que después de todo este tiempo somos otros. Hasta nuestras fantasías cambiaron. Él además de ser mi amor sensual y mi spanker es el hombre más inteligente y sensible que conocí en mi vida. Si no lo fuera, ¿podría ser mi spanker? No.
A medida que pasa el tiempo su sensibilidad hace que todos los días me siga sorprendiendo. Y siempre de alguna manera supo que cuando uno busca algo es porque desea encontrarlo.
Todavía le demando más atención de lo razonable. Sí.. ¿acaso no va a ser así para siempre? Me fascina que, según me dijo alguna vez, no tenga miedo de mis demandas y sienta que puede manejarlas completamente. Sabe (como yo sé) que si las cosas salen de curso van a terminar de una sola forma: sobre sus rodillas.
Pero esa no es la primera respuesta, como hombre sensible se detiene, mira, prgunta.. ¿qué era lo que querías? Generalmente, después de esta instancia siento que sea lo que sea, de esa manera obligada, ya no lo quiero más! No te preocupes, dejalo así. Yo no quiero andar rogándote tampoco... Mi hombre incluso sabe que ese berrinche (que es real y me sale del alma) también puede solucionarse con una buena paliza en la cola.
Y no solamente porque desea complacerne, cosa que también hace en millones de aspectos de la vida cotidiana, sino además porque es nuestra fantasía, necesidad sexual (o no sexual), deseo concreto y manera de entendernos. En ese espacio, nuestra pareja, me expreso como jamás pude hacerlo. Sé que me ama porque los gestos son visibles y que mi deseo no tiene que tener el límite de lo correcto.. ¿No queremos todos que nos malcríen un poco?
Por último la peor parte de someterse es someterse. No obstante necesito que me ponga un freno o podría dar vueltas para siempre. Es de noche, tarde. Puedo aceptarlo. Tal vez mañana reniegue un poco de esto y me resista algo más. Como dije, tengo unos días bastante insufribles y eso en el ambiente quiere decir una sola cosa. Cosa que yo no pienso decir.
No obstante mi amor perdura en todos los horarios y sé que siempre busqué un hombre que asumiera ese rol naturalmente. Debo decir que la búsqueda no es ni fácil ni imposible. Yo lo encontré, está en mi dormitorio. Puedo escucharlo levemente desde aquí y aunque generalmente no estoy segura de nada sé, con absoluta seguridad, que quiero pasar con él el resto de mi vida.