Considerando algunos detalles de la realidad

Pasé un tiempo ocupadísima y no pude escribir en este blog con la regularidad que me hubiera gustado. Prometo que voy a continuar la historia escolar que comencé el post anterior (cuando vuelva a Buenos Aires y pueda escribir con más tranquilidad y detalles). Así son las cosas y realmente me sirvió más lo que he avanzado en estos días en otros aspectos. Estuvimos estudiando mucho, muchísimo para un examen con mi amiga del alma. No siempre a uno le va como espera sin embargo (pensándolo objetivamente) esta vez las cosas no podrían haber salido mejor. Y estuve hablando con Patricio, mi amor, acerca de esto.. porque cuando me sumerjo en ese abismo sin fondo que puede ser cualquier materia es preciso hacer un recorte y decir: este es el límite, hasta acá llego porque seguir me supondría perder más de lo que puedo ganar. Cuando pasó todo lo llamé, él estaba feliz y me felicitó, etc. Yo ya lo extraño demasiado ya que viajar para terminar estos asuntos cada vez me resulta más complicado (afortunadamente mañana viene a buscarme y nos volvemos a casa) Sin embargo agregó: me alegro muchísimo que te haya ido tan bien pero cuando volvamos vamos a arreglar algunas cosas. Ejem.Ahora que estoy muy tranquila entiendo perfectamente de qué está hablando. Transformé los días que pasaron en una pesadilla donde el centro del universo era yo con mi materia y después no existía nada más. Ay amor... sé que no te gusta la frase que voy a usar pero no lo puedo evitar. Yo que paso tantas cosas por la cabeza (o trato al menos) me encuentro en este espacio donde soy totalmente emocional.Estaba pensando en esto, relacionándolo con nuestra vida de disciplina doméstica. Mi carrera es mi espacio tan personal que Patricio me garantiza entera libertad y tranquilidad al respecto. Libertad porque yo decido mis tiempos (cuándo y cómo). Tranquilidad, como en el resto de mi vida, porque me permite pensar mis prioridades contando con su apoyo en todo sentido. No obstante me ofrece además, desde que vivimos juntos, otra garantía que es el catalizador de nuestra relación. La seguridad de que vamos a ordenar nuevamente nuestras prioridades de la mejor manera para nuestra pareja. Un detalle acerca de la "sumisión" que supone una relación de este tipo. Cuando no vivía con Patricio estas situaciones para mi eran inmanejables. Torturaba a cualquiera que estuviera conmigo en ese momento. Ahora puedo parar y decir, esta es mi vida, esto es lo que quiero, esto es lo que sé. Puedo pensar sobre todo que "tengo" una vida, lo cual es mucho decir, donde además me puedo expresar libremente e investigar a pleno mis fantasías y nuestras puestas en práctica. Hay muchas cosas que me parecen importantes todavía acerca de este tipo de relación y la apuesta real que hay que hacer para vivirla todos los días. Cosas que han pasado y opinines que escuché y que si no estoy directamente de acuerdo trato de pensar más que oponerme de manera radical (aunque a veces no puedo evitarlo ;)) La disciplina doméstica no es igual al spanking. El spanking es una de las formas de la dd, pero no agota el espectro ya que además incluye otras. Ya sea nos gusten o no. El spanking es la práctica (en español) de dar nalgadas o azotes en la cola. Punto, ok. Pero esa práctica tiene un background y tiene una fantasía, que es, subrogado de otra fantasía de otra época, que uno busca permanentemente y nunca va realmente a alcanzar. Esto más elaborado menos elaborado, le pasa a todo el mundo que se considere "spanko" natural. Es decir el spanko que no se hizo sino que siente que siempre fue así.En la disciplina doméstica el spanking es el medio (no el fin) para lograr otros objetivos. Y sirve cuando uno necesita experimentar el límite real y sentir que se dirige realmente hacia una dirección que va a mejorar las cosas en la pareja. Para practicarla yo creo que ser spanko es una condición necesaria lo cual no implica que vas a disfrutar todos los castigos sino todo lo contrario. Significa que vas a poder manejarlo. Una vez más: la escena y la situación son más importantes que la cuestión física. Claro que la cuestión física se relaciona con el sexo y a quién no le gusta un par de chirlos mientras tiene sexo? Hay muchas formas de practicar el spanking: con motivo real, sin necesidad de motivo, en el medio de la relación sexual, jugando algunos roles. Todo vale pero no hay necesidad de reducir todo a lo físico.. eso nada más implica que la fantasía va por dentro y no se expresa. Los americanos dicen que si todo se limita a una persona pegándole a otra eso no es spanking sino un "beating". Hay que animarse a abrir las fronteras y poner un poco de realidad. No sólo para lograr esta descarga o esta específica satisfacción sexual sino además cierto equilibrio en la vida que es lo único que permite realmente ser uno mismo y expresarse con toda la potencia que te ha sido dada. No a todo el mundo le viene bien.. esa es la única que puedo conceder, y me parece perfecto. Al resto, a los spankos declarados y super militantes, les convendría sacarse un poco algunos convencionalismos sociales que arrastramos desde hace rato (sobre todo las mujeres) como por ejemplo esa idea "mujer libérate" (que delata la edad ;)) cuando ya están libres hace rato pero quieren un spanker dominante que les deje la cola roja, o esa posición casi agresiva con respecto a los hombres, y encima con nuestros compañeros de juego... aunque crean que no, que eso le pone pimienta. Es decir, le pondría pimienta si más tarde se aceptan las reglas y el juego se lleva a cabo. Como para algunos tener spanking tiene una cuestión sexual tan fuerte no lo practicarían con cualquiera. Estoy de acuerdo, entonces no provocar a mister cualquiera para marcarle luego que en la vida te va a tocar un pelo, lo cual puede ser una realidad pero no es agradable para nadie. No importa si es real o es ciber, las reglas son reglas, los roles son roles, las consecuencias se aceptan. No es una guerra spankees vs. spankers... es hipócrita y es histérico negar permanentemente lo que queremos (o no queremos pero necesitamos). Las reglas existen en el juego y en un momento hay que aceptarlas. ¿O acaso no deseamos todas nosotras que nuestros hombres no duden y respondan como corresponde? Y ya me imagino que piensan que soy naturalmente sumisa, pero se equivocan. Nada más hablo desde mi humilde experiencia. Me cuesta muchísimo someterme y a veces me resisto demasiado, pero creo en un orden y si en esta fórmula mi spanker cree también, el resultado es perfecto.