Lo conocí a través de un grupo Yahoo, como ya comenté. Patricio simplemente recorrió la lista de los miembros, seleccionó unos cuantos y envió emails diciendo que era de Argentina y quería intercambiar ideas acerca del tema.
Creo que de todos/as fui la única que le respondí. En general respondo todos los emails, en particular en aquella época que también estaba buscando. Ya había hablado con bastante gente por acá y estaba un poco decepcionada. Pero sabía que uno nunca encuentra si no está dispuesto a asumir algunos riesgos.
Patricio me gustó más allá del tema del spanking, es inteligente, culto, gracioso... además spanko. En cierta forma pareció entenderme desde el principio, sabía de qué se trataba el tema y no tenía que andar explicando por qué no me interesa que me aten, o ese tipo de cosas. Sin embargo me resultaba difícil enfrentar la realidad de encontrarme con alguien así nomás, viajar, etc. En ese momento ya había tenido algunas propuestas de otros spankers y me las había arreglado para no verme con ninguno... Mi política es: si vale la pena debés poner todo lo que haga falta pero si realmente no estás seguro, mejor no exponerse nada más para ver qué se siente. Obviamente yo buscaba una relación de spanking, no una relación de pareja. Pero iban a ser los primeros chirlos de mi vida y no iba a ser cualquiera el que me los de.
Así pasaron dos semanas de chat y muchas llamadas telefónicas (algunas duraban hasta 5 horas) más la promesa de escribir un email todos los días. Patricio me había dado un ultimátum: al final de esas dos semanas él viajaba y nos encontrábamos. "Él viajaba", no como esa lista de losers que me instigaban para que encima viaje yo. Dos semanas para mi era muy poco tiempo... no para conocerse, porque obviamente pueden pasar meses y no conocerse en absoluto y después de hablar todos los días durante dos semanas uno ya tiene cierta idea de cómo es el otro. No obstante sentí que era poco tiempo y lo hubiera pospuesto para siempre si Patricio no hubiera intervenido con esa claridad que lo caracteriza (entendiendo que eso era parte de la resistencia natural) y supe que si dejaba pasar esta oportunidad me iba a arrepentir toda la vida. No me pareció que estaba dispuesto a esperarme meses hasta que me dignara a decidirme. Tres semanas después del primer email nos encontramos.
Habíamos acumulado una lista interminable de faltas y motivos. Yo nunca había recibido una paliza y todavía tenía la idea ingenua de que podía decepcionarme, que podía no ser lo suficientemente intensa. Cuando nos encontramos los dos estábamos casi temblando (él ahora asegura que no, pero yo lo recuerdo muy bien). Y hablando de asumir riesgos pasamos el fin de semana en mi departamento. Por supuesto es un caballero y en ningún momento dijo ni hizo nada fuera de lugar. Yo pensaba, cómo va a hacer para ponerme sobre las rodillas si se comporta de esta manera, me cede el paso, me pide permiso para entrar... Porque yo pensaba resistirme un poco aunque teníamos motivos claros. Pero todo sucedió como debía suceder.
Le comenté que podíamos ir al cine.. teníamos casi tres días y supuse que hasta la noche no íbamos a hacer nada por lo que en el medio del calor lo saqué a la calle hasta la parada del colectivo. Yo sabía el número pero no dónde era la parada así que esperamos media hora (tal vez más) hasta que Patricio se cansó de esperar, y del calor, y me propuso volver al departamento. Todavía no teníamos tanta confianza o me hubiera dado unos chirlos ahí mismo en la calle. La jugada frustrada de ir al cine aceleró las cosas y una vez adentro Patricio se acercó a mi, me tomó la cara con las dos manos y me dio un beso memorable. Después agregó la frase: "me encantás". Eso era todo, de pronto yo estaba muy tranquila. Es difícil ir a una cita a ciegas (por más que haya intercambio de fotos) y ese beso era el elemento que necesitaba para saber que todo estaba en orden.
Hablamos unos diez minutos de bueyes perdidos, de mi vida, de la suya.. hasta que de pronto él se sacó el reloj y al ver mi expresión de sorpresa me preguntó: "¿Sabés por qué me saco el reloj, no?" Claro que sabía, pero la vergüenza que sentía era tremenda. Sin embargo todo fue natural, se puso de pie, me tomó del brazo y me llevó hasta un sofá cama que teníamos en el living mientras decía cosas tipo tenemos asuntos pendientes que arreglar, etc. etc. Yo tironeé un poco pero de alguna manera sabía que el momento había llegado y no iba a poder hacer mucho para resistirme. Además, enfrentémoslo, eso era lo que quería hacía tanto tiempo y finalmente estaba a punto de experimentarlo. Me puso sobre las rodillas y me dio unos cuantos chirlos sobre los jeans mientras yo escondía la cara en una pila de almohadones. Fue tal como lo esperaba e imaginaba. La vergüenza.. ojalá fuera algo que uno puede mantener a través del tiempo pero la verdad es que muy pronto uno tiene demasiada confianza con su pareja y ese elemento se pierde. Porque es sumamente excitante.
Patricio llevaba en su bolso la paleta de ping pong que mencionaba en sus emails (tiene cierto afecto por el ping pong y sus paletas) y me dio unos cuantos paletazos con ella sin bajarme los pantalones. Unos cuantos, porque la lista era larga... No sé si fueron excesivamente fuertes o si la paleta era demasiado frágil pero unos minutos después se quebró por el mango. No más paletas amigos.. de ahora en más iba a usar la mano. La mala noticia: había llegado la hora de bajar los pantalones. Ahí traté de resistirme un poco, con el mínimo pudor que me quedaba (y previendo que ya me dolía bastante) pero fue inútil. Minutos después estaba con los pantalones a la altura de las rodillas.
Es una experiencia fuerte, y realmente no me decepcionó en absoluto. Duele mucho obviamente, pero yo estaba necesitando eso, acumulando el deseo por años (y el no-deseo) y confirmé que esa era la realidad de mi fantasía y no iba a vivir con alguien que no lo entendiera. La bombacha no sé si duró un minuto, enseguida estaba recibiendo las nalgadas sobre la cola desnuda, y colorada, hasta que Patricio evaluó que era suficiente y me mandó al rincón.
No sé si me estaba probando, si lo hizo a propósito, o si realmente consideraba que tenía que ir al rincón. Yo (igual que ahora pero sin tanta experiencia) era anti-rincones, por lo que dije que no. Eso tuvo como consecuencia volver a las rodillas. Ese tira y afloje duró unas cuantas órdenes más de ir al rincón más tantas resistencias mías. Quería ver si llegado un momento me dejaba ir. Hasta que realmente no me fue posible seguir con la negociación y no me quedó otra que obedecer esa parte. En el rincón (ya conté esto una vez) tuve el orgasmo más fuerte que recuerdo en mi vida... Y el primer día no tuvimos sexo, lo cual fue un buen acercamiento, no porque consideremos que el spanking y las caricias no son sexo.. en fin, se entiende a lo que me refiero. Fue una decisión muy galante de Patricio no forzar las cosas y esperar hasta la mañana siguiente, porque ya la paliza en sí había sido muy intensa. Salimos a comer.. esa noche y a la mañana siguiente antes de ir a almorzar no sé por qué diferencia otra vez terminé sobre las rodillas.
Esa primera vez, que duró todo el fin de semana, fue como todas las veces que nos veíamos no tan seguido (cada dos semanas, a veces más) y por lo tanto había que ponerse al día. Por eso las palizas eran largas y a pesar de haber recibido una el sábado sabía que iba a cobrar otra vez el domingo y seguramente más de una vez. Cuando llegó la mañana del lunes y Patricio estaba haciendo el bolso para irse yo hice algunos berrinches totalmente fuera de programa, inconscientemente... No sé si era debido a que se iba o por qué motivo la cuestión es que yo le dije algo del estilo que no nos volviéramos a ver. Así tal cual (ahora lo pienso y es incomprensible) y él entonces se sentó a hablar conmigo, a tratar de indagar por qué le decía eso, etc. Le faltaban minutos para irse... y entonces me sorprendió. Me dijo la frase (lo recuerdo bien) "Yo sé lo que te pasa". Se puso de pie y se sacó el cinturón, después de haber usado la mano todo el fin de semana. Me indicó que me pusiera de rodillas en la cama. Esa es una posición humillante y hasta ese momento sólo había sido sobre las rodillas. No me gustó. Quería evitarlo (me dolía bastante la cola de todo el fin de semana) pero desde el principio las cuestiones fueron claras y realmente necesitaba quebrar todas las defensas que estaba empezando a construir como un resorte de prejuicios. No debí hacer ese desvarío a último momento.. no después de lo bien que lo habíamos pasado. Consecuencia: mi primer encuentro con el cinturón. Y los que saben, saben cuánto duele. Más después de unos cuantos chirlos. Terminó y me abrazó, quedamos en hablar por teléfono apenas llegara a Buenos Aires. Yo había bajado la guardia totalmente. En ese momento hubiera hecho cualquier cosa que me dijera.
La nuestra fue una relación de spanking. Una relación de exclusividad: de spanker-spankee. Patricio desde el primer momento me propuso una relación seria, más allá de la fantasía. Porque es su estilo, porque siempre fue muy seguro de sí mismo y porque también yo le debo haber gustado. A mi me costó algo de tiempo aceptar eso... Me había hecho a la idea de que la necesidad que me había empujado a buscar una pareja de spanking fue la necesidad de disciplina, porque tenía miedo de engancharme demasiado y terminar hecha pedacitos cuando la relación se terminara. Traté, como si se pudiera, de mantener el control en ese aspecto. Hasta que un par de encuentros después en una conversación muy profunda desnudamos todos los miedos y los prejuicios que veníamos arrastrando. En ese momento cambió el futuro. De ahí en más dejé de lado todas las especulaciones y (afortunadamente) me jugué a enamorarme y a apostar la vida entera a la relación. Menos de un año después vivíamos juntos.
Creo que de todos/as fui la única que le respondí. En general respondo todos los emails, en particular en aquella época que también estaba buscando. Ya había hablado con bastante gente por acá y estaba un poco decepcionada. Pero sabía que uno nunca encuentra si no está dispuesto a asumir algunos riesgos.
Patricio me gustó más allá del tema del spanking, es inteligente, culto, gracioso... además spanko. En cierta forma pareció entenderme desde el principio, sabía de qué se trataba el tema y no tenía que andar explicando por qué no me interesa que me aten, o ese tipo de cosas. Sin embargo me resultaba difícil enfrentar la realidad de encontrarme con alguien así nomás, viajar, etc. En ese momento ya había tenido algunas propuestas de otros spankers y me las había arreglado para no verme con ninguno... Mi política es: si vale la pena debés poner todo lo que haga falta pero si realmente no estás seguro, mejor no exponerse nada más para ver qué se siente. Obviamente yo buscaba una relación de spanking, no una relación de pareja. Pero iban a ser los primeros chirlos de mi vida y no iba a ser cualquiera el que me los de.
Así pasaron dos semanas de chat y muchas llamadas telefónicas (algunas duraban hasta 5 horas) más la promesa de escribir un email todos los días. Patricio me había dado un ultimátum: al final de esas dos semanas él viajaba y nos encontrábamos. "Él viajaba", no como esa lista de losers que me instigaban para que encima viaje yo. Dos semanas para mi era muy poco tiempo... no para conocerse, porque obviamente pueden pasar meses y no conocerse en absoluto y después de hablar todos los días durante dos semanas uno ya tiene cierta idea de cómo es el otro. No obstante sentí que era poco tiempo y lo hubiera pospuesto para siempre si Patricio no hubiera intervenido con esa claridad que lo caracteriza (entendiendo que eso era parte de la resistencia natural) y supe que si dejaba pasar esta oportunidad me iba a arrepentir toda la vida. No me pareció que estaba dispuesto a esperarme meses hasta que me dignara a decidirme. Tres semanas después del primer email nos encontramos.
Habíamos acumulado una lista interminable de faltas y motivos. Yo nunca había recibido una paliza y todavía tenía la idea ingenua de que podía decepcionarme, que podía no ser lo suficientemente intensa. Cuando nos encontramos los dos estábamos casi temblando (él ahora asegura que no, pero yo lo recuerdo muy bien). Y hablando de asumir riesgos pasamos el fin de semana en mi departamento. Por supuesto es un caballero y en ningún momento dijo ni hizo nada fuera de lugar. Yo pensaba, cómo va a hacer para ponerme sobre las rodillas si se comporta de esta manera, me cede el paso, me pide permiso para entrar... Porque yo pensaba resistirme un poco aunque teníamos motivos claros. Pero todo sucedió como debía suceder.
Le comenté que podíamos ir al cine.. teníamos casi tres días y supuse que hasta la noche no íbamos a hacer nada por lo que en el medio del calor lo saqué a la calle hasta la parada del colectivo. Yo sabía el número pero no dónde era la parada así que esperamos media hora (tal vez más) hasta que Patricio se cansó de esperar, y del calor, y me propuso volver al departamento. Todavía no teníamos tanta confianza o me hubiera dado unos chirlos ahí mismo en la calle. La jugada frustrada de ir al cine aceleró las cosas y una vez adentro Patricio se acercó a mi, me tomó la cara con las dos manos y me dio un beso memorable. Después agregó la frase: "me encantás". Eso era todo, de pronto yo estaba muy tranquila. Es difícil ir a una cita a ciegas (por más que haya intercambio de fotos) y ese beso era el elemento que necesitaba para saber que todo estaba en orden.
Hablamos unos diez minutos de bueyes perdidos, de mi vida, de la suya.. hasta que de pronto él se sacó el reloj y al ver mi expresión de sorpresa me preguntó: "¿Sabés por qué me saco el reloj, no?" Claro que sabía, pero la vergüenza que sentía era tremenda. Sin embargo todo fue natural, se puso de pie, me tomó del brazo y me llevó hasta un sofá cama que teníamos en el living mientras decía cosas tipo tenemos asuntos pendientes que arreglar, etc. etc. Yo tironeé un poco pero de alguna manera sabía que el momento había llegado y no iba a poder hacer mucho para resistirme. Además, enfrentémoslo, eso era lo que quería hacía tanto tiempo y finalmente estaba a punto de experimentarlo. Me puso sobre las rodillas y me dio unos cuantos chirlos sobre los jeans mientras yo escondía la cara en una pila de almohadones. Fue tal como lo esperaba e imaginaba. La vergüenza.. ojalá fuera algo que uno puede mantener a través del tiempo pero la verdad es que muy pronto uno tiene demasiada confianza con su pareja y ese elemento se pierde. Porque es sumamente excitante.
Patricio llevaba en su bolso la paleta de ping pong que mencionaba en sus emails (tiene cierto afecto por el ping pong y sus paletas) y me dio unos cuantos paletazos con ella sin bajarme los pantalones. Unos cuantos, porque la lista era larga... No sé si fueron excesivamente fuertes o si la paleta era demasiado frágil pero unos minutos después se quebró por el mango. No más paletas amigos.. de ahora en más iba a usar la mano. La mala noticia: había llegado la hora de bajar los pantalones. Ahí traté de resistirme un poco, con el mínimo pudor que me quedaba (y previendo que ya me dolía bastante) pero fue inútil. Minutos después estaba con los pantalones a la altura de las rodillas.
Es una experiencia fuerte, y realmente no me decepcionó en absoluto. Duele mucho obviamente, pero yo estaba necesitando eso, acumulando el deseo por años (y el no-deseo) y confirmé que esa era la realidad de mi fantasía y no iba a vivir con alguien que no lo entendiera. La bombacha no sé si duró un minuto, enseguida estaba recibiendo las nalgadas sobre la cola desnuda, y colorada, hasta que Patricio evaluó que era suficiente y me mandó al rincón.
No sé si me estaba probando, si lo hizo a propósito, o si realmente consideraba que tenía que ir al rincón. Yo (igual que ahora pero sin tanta experiencia) era anti-rincones, por lo que dije que no. Eso tuvo como consecuencia volver a las rodillas. Ese tira y afloje duró unas cuantas órdenes más de ir al rincón más tantas resistencias mías. Quería ver si llegado un momento me dejaba ir. Hasta que realmente no me fue posible seguir con la negociación y no me quedó otra que obedecer esa parte. En el rincón (ya conté esto una vez) tuve el orgasmo más fuerte que recuerdo en mi vida... Y el primer día no tuvimos sexo, lo cual fue un buen acercamiento, no porque consideremos que el spanking y las caricias no son sexo.. en fin, se entiende a lo que me refiero. Fue una decisión muy galante de Patricio no forzar las cosas y esperar hasta la mañana siguiente, porque ya la paliza en sí había sido muy intensa. Salimos a comer.. esa noche y a la mañana siguiente antes de ir a almorzar no sé por qué diferencia otra vez terminé sobre las rodillas.
Esa primera vez, que duró todo el fin de semana, fue como todas las veces que nos veíamos no tan seguido (cada dos semanas, a veces más) y por lo tanto había que ponerse al día. Por eso las palizas eran largas y a pesar de haber recibido una el sábado sabía que iba a cobrar otra vez el domingo y seguramente más de una vez. Cuando llegó la mañana del lunes y Patricio estaba haciendo el bolso para irse yo hice algunos berrinches totalmente fuera de programa, inconscientemente... No sé si era debido a que se iba o por qué motivo la cuestión es que yo le dije algo del estilo que no nos volviéramos a ver. Así tal cual (ahora lo pienso y es incomprensible) y él entonces se sentó a hablar conmigo, a tratar de indagar por qué le decía eso, etc. Le faltaban minutos para irse... y entonces me sorprendió. Me dijo la frase (lo recuerdo bien) "Yo sé lo que te pasa". Se puso de pie y se sacó el cinturón, después de haber usado la mano todo el fin de semana. Me indicó que me pusiera de rodillas en la cama. Esa es una posición humillante y hasta ese momento sólo había sido sobre las rodillas. No me gustó. Quería evitarlo (me dolía bastante la cola de todo el fin de semana) pero desde el principio las cuestiones fueron claras y realmente necesitaba quebrar todas las defensas que estaba empezando a construir como un resorte de prejuicios. No debí hacer ese desvarío a último momento.. no después de lo bien que lo habíamos pasado. Consecuencia: mi primer encuentro con el cinturón. Y los que saben, saben cuánto duele. Más después de unos cuantos chirlos. Terminó y me abrazó, quedamos en hablar por teléfono apenas llegara a Buenos Aires. Yo había bajado la guardia totalmente. En ese momento hubiera hecho cualquier cosa que me dijera.
La nuestra fue una relación de spanking. Una relación de exclusividad: de spanker-spankee. Patricio desde el primer momento me propuso una relación seria, más allá de la fantasía. Porque es su estilo, porque siempre fue muy seguro de sí mismo y porque también yo le debo haber gustado. A mi me costó algo de tiempo aceptar eso... Me había hecho a la idea de que la necesidad que me había empujado a buscar una pareja de spanking fue la necesidad de disciplina, porque tenía miedo de engancharme demasiado y terminar hecha pedacitos cuando la relación se terminara. Traté, como si se pudiera, de mantener el control en ese aspecto. Hasta que un par de encuentros después en una conversación muy profunda desnudamos todos los miedos y los prejuicios que veníamos arrastrando. En ese momento cambió el futuro. De ahí en más dejé de lado todas las especulaciones y (afortunadamente) me jugué a enamorarme y a apostar la vida entera a la relación. Menos de un año después vivíamos juntos.
Comentarios
Tal vez no es fácil encontrar lo que uno está buscando en este medio virtual pero siempre me ha dado la sensación que en el mundo real es mucho más difícil hablar con cualquier persona y sin más plantear la fantasía. La internet sirve para formar comunidades donde la gente se reune por sus gustos o intereses.
Por supuesto eso no quiere decir que no haya que tener cuidado y tratar de saber lo más posible de la otra persona antes de encontrarse.
En cuanto al punto de entendimiento con la pareja.. a veces tenemos desencuentros como todo el mundo. Creo que la cuestión no es mostrar nuestra relación como canónica, es decir: la idea no es pensar que así debe ser una relación de disciplina doméstica sino que así "puede ser" .. para ponerla en terreno de lo posible. Yo también leo muchos blogs y no siempre estoy de acuerdo en todos los puntos con otras parejas que practican la dd. Hay cosas que no las haría, otras que no me excitan. Lo importante es que cada uno pueda explorar su propia fantasía y de lo que va descubriendo tomar lo que le interesa.
Saludos a todos.
María
Un beso grande.. anímense.
María
La mía es maria30spk@yahoo.com
De nada amiga..
Un beso.
María
bueno María, gracias por este espacio,
y te deseo lo mejor, suerte.
anonima.
Pero seguro que si se enoja realmente conmigo lo último que va a hacer es solucionar su enojo de este modo... tenderá más bien a distanciarse. Te digo además que recibir una buena paliza de alguien que después seguirá enojado (porque obviamente no se le va a pasar así nomás) debe ser bastante difícil. Para eso lo mejor son las escenas neutrales... yo tengo mis fantasías con mujeres.
A nosotros el spanking nos sirve para liberar tensiones y para terminar discusiones que no conducen a ninguna parte. De todas maneras Patricio afirma que nunca se enojó realmente conmigo.. :) Mejor, así nos mantenemos en la misma línea de disciplina no?
Un beso grande. Gracias por tu comentario..
María
¿Qué es eso de "(...)las escenas neutrales... yo tengo mis fantasías con mujeres". ?
No se me ocurre cómo una "fantasía con mujeres" puede participar de una "escena neutral"!
¿Sería demasiado pedir que te explayaras?
Un beso muy grande
Carlos
Nunca tuve, hasta ahora, experiencia con mujeres. Pero tampoco pretendo cumplir mis fantasías 100% porque precisamente son fantasías y hay cosas que no se pueden reponer en la práctica real. Cosas que traigo desde hace años... cuando ni sabía qué era el spanking y cuánto iba a practicarlo realmente. Un beso.
María
Saludos,
Fer
Un beso.
María
Me encanta tu blog porque me veo reflejada en tí, claro salvando las diferencias, además mi spanker dice que necesito interacción con otras spankees para que deje de pensar que estoy loca.
Decidí escribir porque me impactó tu relato. De hecho me recuerda mucho cómo nos conocimos mi spanker y yo. Claro, yo soy 4 años menor de lo que tú eras en aquél momento y digamos las cosas se han dado mucho más lentas. De hecho no fue sino hasta ayer (después de casi 2 meses de mi primer encuentro con él) que nos besamos por primera vez.
Él hizo la promesa de no involocrar el sexo en nuestros encuentros, y hasta ahora ha mantenido su palabra, aunque a veces, después de un castigo, me dan ganas de pedirle que me haga suya. Y sé que él también lo desea, sin embargo tengo mucho miedo de que si involucro el sexo no sólo pierda el poco control que tengo hasta ahora, porque igual ya mi nivel de sumisión con él ha llegado a niveles que nunca pensé que llegaría y no sé si alguna vez me negaría a alguna de sus órdenes. Claro, él entiende perfectamente como veo el spanking porque él lo ve igual y nunca me ordenaría nada que yo no aceotaría, creo que en eso me conoce bastante bien. Pero supongo que al igual que tú, mi mayor miedo es a enamorarme de él, porque al igual que Patricio es un hombre inteligente, sensible y sobre todo un caballero (aunque a veces me deje sin poder sentarme bien por uno o dos días).
Yo no sé si todavía lees estos comentarios pero supongo que también necesitaba desahogarme. Muchos saludos.
Dani
soy Spankee, pero también me encanta dar unas cuantas nálgadas, de vez en caundo a alguna chica, si lo desea, en sintesis, me gusta más que una chica me caliente bien él culo, pero también, de vez en cuando, deseo azótar las nálgas de una chica..!!!
Tanto a vos maría, como a vos Patricio, quiero félicitarlos, por crear está autentica y original página, 100% Argentina, que siempre falto algo así, en este ("país tan réprimido y préjuicioso") Con este tema, cosa que esto en Europa o en los Estados Unidos, es más natural, más accesible y más cotidiano, ya que la sociedad allá, es más liberal y más culta, e informada, con él tema del Spanking.
Soy nuevo en está página y la verdad María y Patricio, que me paso horas y horas en la página de ustedes..!!!
Admiro mucho él empeño y la dedicación que le ponen al Spanking, para que todos nosotros, los amantes de este plácentero fétiche, lo disfrutemos y le saquemos él jugito al máximo, sin que sintamos, ningún grado de culpabilidad por está hermosa adicción de la vida..!!!
Me encantaría María o Patricio, por favor, que me pasen algun chat que conoscan, si es que lo hay, para chárlar sobre este tema y que por favor, me dejen la dirección escrita, si es que hay uno..!!!
Desde ya, muchas gracias, Patricio y María y espero poder conocerlos a ustedes y a este blog maravilloso, un poco más..!!!
Les mando un saludo enorme a los dos y siento que hacen una pareja genial, e invidiable sanamente..!! Ojalá, algún día, encuentre a una chica, que le gusten estás cosas, para que pueda entáblar una linda relacón afectuosa, a nivel pareja..! Tdavía la sigo buscando...Jajjaja....
Les dejo Mí E:mail: elcuervo_2007@hotmail.com María y Patricio, por si se quieren comunicar conmigo..!!! Besoooteeesss...
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