¿Inocentes o culpables?

Se me ocurrió este tema a partir de una conversación que tuve con una gran amiga. ¿Cuán correcta o incorrecta es la posición que asumimos las spankees? Es algo que en mi caso ha variado en el transcurso de los años y acá va una clasificación muy a grandes rasgos acerca de cuánto creemos que realmente nos merecemos unos buenos chirlos.

1- La spankee totalmente inocente

No se merece el castigo pero lo acepta. Es la que necesita marcar permanentemente que es inteligente, culta, trabajadora, activa, y en definitiva hace que el mundo funcione bien. Por lo tanto no comete errores salvo que sean muy planificados.
Quiere recibir los chirlos porque le gustan, pero ella es perfecta. El único mínimo defecto que tiene es un poco de soberbia, atributo que le sirve en la vida real para hacer todas las maravillosas cosas que hace, por lo que es prácticamente una virtud. Plantear un juego de roles con la spankee inocente es posible, pero raramente podrá asumir que se portó mal, ni siquiera en medio de la escena. Lo mejor en estos casos es el play spanking sin hablar mucho de causas y consecuencias.

2- La spankee casi culpable que por determinadas razones, a veces ajenas a ella, llega a merecer un castigo

Resiste la mayor parte del tiempo que dura el castigo porque ideológicamente siente que lo que hizo es correcto. Entran en esta categoría las spankees que transgreden reglas que tienen que ver con la represión de la libertad o que cometen algún acto de vandalismo en solidaridad con otras compañeras spankees. Por consiguiente en general son castigada por encubrir y no por algo que cometieran ellas mismas. También son víctimas naturales de la arbitrariedad de los spankers (digo naturales porque naturalmente si son casi culpables ¿cómo va el spanker a encontrar motivos ideológicamente correctos para castigarlas?)
Una fantasía ejemplo de este caso es en los colegios los buenos alumnos que por algún error son castigados pero sin dejar de ser buenos alumnos y sobre todo buenos compañeros. La spankee casi inocente siempre es políticamente correcta y rompe todas las reglas que sean represivas o infundadas.

3- La spankee culpable

Intenta evitar el castigo pero en casos de evidencia mayor no le queda otra que aceptarlo. Sabe que está en falta casi siempre y le requiere un esfuerzo enorme portarse activamente bien por un rato largo. A veces es solidaria con sus compañeras spankees pero en general hará todo lo que esté a su alcance para que ellas sean castigadas también, si se lo merecen. O si no lo merecen pero es una situación divertida. En un juego de roles es la mala alumna/ mala hija/ mala secretaria, etc. que se escapa, no hace lo que debe hacer, falta al trabajo o al colegio, etc. La spankee culpable es capaz de romper todas las reglas, incluso las que reglas positivas o necesarias para su seguridad.

En qué clasificación entro yo... Por años fui una spankee casi culpable (que es lo mismo que decir casi inocente). Nunca fui totalmente inocente aunque en mi caminito virtual me encontrado que eso es más común de lo que parece. Entonces, como decía, me llevó un tiempo aceptar que no soy tan buena como creía. Que si quiero que me den unos chirlos y que tengan un buen motivo tengo que aceptar que cometo algunos errores. En aquellos años en que planteaba que en la escena yo era castigada por algo que no había hecho, algunos me sugirieron que estaba fuera del mapa. Pero es que yo me porto bien, pensaba.. en realidad no podía aceptar que no siempre es así. Una vez en una discusión (o un ciber spanking, no recuerdo bien, pero era un chat y era en público) una mujer top (que la tenía muy clara) dijo refiriéndose a mi: ella nunca aprende. Y ese comentario me dio muchísima vergüenza. Lo dijo de una manera muy correcta y en contexto con el juego. Pero si la paliza tiene un objetivo, y queremos que sirva de catharsis, el punto número uno es aceptar que a veces nos equivocamos y bastante. Puede que sea cierto por otro lado y yo nunca aprenda. En ese momento dejé de ser inocente.
Creo que nadie encaja a la perfección en una de las tres categorías que puse arriba (y todos tenemos elementos que están en las tres y otros que no están) pero sí pertenecemos más a una que a otra. Y en estos días puedo decir que efectivamente soy una spankee culpable y realmente me siento bien de esa manera. Este es un espacio en el que puedo portarme mal y lo voy a hacer. A veces ni siquiera a propósito pero esta libertad es lo mejor para jugar este tipo de juegos con buenos motivos. Hoy me llevé una buena paliza con el cepillo (puede que más tarde cuente algo al respecto) de esas que incomodan un rato largo.
Patricio me llevó al dormitorio con la frase: "Te portás muy muy mal y eso no lo puedo permitir. Nunca me hacés caso!." Todavía me sonrojo cuando me señala las cosas de esa forma. Es un paseo intenso portarse mal y, por supuesto, mucho más intenso cuando termina sobre las rodillas. Me gustaría mucho saber, si alguno tiene ganas, qué categoría sienten que es la más apropiada para ustedes o para sus parejas.