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Hacer caso

Ayer por la tarde Patricio llegó a la hora habitual. Yo sabía, debido a una conversación que habíamos tenido días anteriores, que teníamos varias cosas pendientes. Pero traté de desviar la conversación hacia cualquier cosa que pudiera captar su interés (y por lo tanto dejar pasar estos motivos). ¿Por qué? dirán ustedes. ¿Por qué alguien que está a favor de que su relación se basa en la disciplina doméstica cuando llega el momento trata de evitar el castigo como sea?
Esa es una de las contradicciones que vivimos cotidianamente, a la que se agrega el hecho de tener la suficiente contención (por decirlo de alguna manera) como para no andar tentando al destino más de lo usual.

Patricio ya se había descambiado y seguía de pie mirándome. Obviamente sabía qué significaba esa mirada pero de todas maneras decidí jugar a dilatar el momento y hablar de cosas banales. Esta película, esta página, etc. Si tenía suerte él pospondría el asunto.
"¿Ya terminaste? Porque tenemos que hablar... "
Sonreí porque no tenía sentido resistir mucho más. Dejé que me llevara del brazo. Una vez en el dormitorio me abrazó contra la puerta del placard levantándome levemente del suelo.
"¿Sabés cuánto te amo, no?"
Sé cuánto me ama y cuánto lo amo yo, pero cada vez que me lo dice en esa situación me corre un escalofrío. Le comento esto.. sí, lo sé. Pero ¿qué vas a hacer? Me responde que esta vez me gané una paliza seria y eso es lo que voy a recibir. Abre el cajón y saca la paleta y el cepillo.
Toma asiento y me hace un gesto señalando las rodillas. Sin resistir mucho asumo la posición y esto puede parecer extraño pero mi objetivo era mantener la ropa puesta el mayor tiempo posible. Error de mi parte.. un segundo después me baja los shorts y me deja con la exclusiva protección de la bombacha, que como se sabe proteje nada. Menos aún teniendo en cuenta la que se me venía.

"¿Qué pasa últimamente que te portás tan mal?"
Todavía no puedo responder a esa pregunta con entereza. Aún después de tantos años me da vergüenza que me señale algunas cosas.
"No me hacés caso, te quedás a la noche hasta cualquier hora, ignorás absolutamente todos mis comentarios. ¿Te parece bien?"
No, la verdad es que no me parecía bien pero es algo que no puedo evitar. A eso le sumó un par de motivos más que creía que él había olvidado.
Ya había recibido una cantidad razonable de chirlos cuando escucho la pregunta: "¿Pensás que porque tenés treinta años podés hacer lo que quieras?" Tenía ganas de responderla aunque sabía que iba a costarme caro. Así que le dije: "No, pensé que no te importaba realmente lo que hago o dejo de hacer."
"Vos no escuchás, yo te lo dije mil veces. ¿Por qué tengo que repetirlo?" Me hizo levantar y sacarme la bombacha. Tomó la paleta y realmente me arrepentí de la provocación. Le pedí que se detuviera, que siguiéramos más tarde. Decidió que ese era el momento. Minutos después, mala señal, se detuvo los segundos necesarios para estirar la mano y tomar el cepillo. Espontáneamente empiezo a gritar y a pedirle que no lo use.

"¿Qué pasa con el cepillo? ¿Por qué toda esta historia?"
Pasa que duele mucho.. Cada dos golpes me tapaba con la mano hasta que llegó la amenaza: "La próxima vez que te tapes te doy veinte golpes seguidos, ¿entendido?"
Respondí que sí. Hay momentos en que es conveniente responder. No volví a taparme con la mano y me dediqué a morder la sábana. Minutos después me acariciaba las nalgas. Yo estaba por quebrarme, no era un buen momento. Cualquier cosa que me preguntara iba a tener una respuesta incorrecta.. porque en ese punto justo antes de quebrarme me duele demasiado, no puedo ordenar mis ideas y no hubo la descarga necesario. Al mínimo comentario mordaz Patricio notó este estado y sin previo aviso me sostuvo del brazo y con la mano (como venía) me dio una cantidad importante de chirlos que con el estado de la cola los sollozos se hicieron más intensos hasta que relajé el cuerpo. Ese era el punto al que quería llegar. Nos abrazamos acostados un rato y luego tuvimos sexo y descargamos parte de toda esa adrenalina. Recordé en un momento mínimo (de esos que no abundan) agradecerle que se preocupara por mi de esa forma. Me vaticinó que la cola me iba a doler bastante y no se equivocó... Tengo que ordenar mi vida, detenerme un momento. Hacer ese esfuerzo y portarme bien.. ¿de qué otra manera las reglas serán válidas? Complejo... en principio me fui a dormir temprano anoche.. y hoy es casi seguro que también lo haga.

Comentarios

Anónimo dijo…
Hola María, yo fui quien te pregunto por el cepillo una vez, y vaya que la fantasía, por el morbo más que por el deseo, supera lo acariciable de la situación en la realidad(el dolor es intenso, sobre todo si es un cepillo de pelo con alambres recubiertas, ¿¿¿¿haz tenido experiencias con eso??? las molestias perduran, incluso tanto, en mi caso(depende de intensidad y cantidad), como la vara.
En cuanto a no tener sentido el que escribas este blog, me uno a Ayelen, este es el único sitio en el que navegando no me siento como una enferma, se que no lo soy, porque soy feliz en la vida que llevo; pero respaldos en web, no hay eh!, tu forma en cambio,es natural, y tu escritura saludable(en esos terminos si se quiere).
En cuanto a tu post, debo decirte que realmente me sorprende el como asumes, aunque no siempre te es fácil(como a toda spankee creo); yo en cambio, aunque tambien finalmente asumo, soy de quienes para comenzar la paliza necesitan una paliza(cuando no la quiero claro, que en el caso de una spankee no es muy diferente a quererla jejeje).
María, te deseo mucha suerte, y ojala sigas por mucho tiempo escribiendo, porque sí hay lectores; ahora si no quisieras hacerlo, es más que entendible por supuesto, pero que sea a causa de que tú no lo quieres así,porque hay quienes te leen eh! y entre esos yo, que no he dejado de seguirte en tus post.
Te deseo lo mejor

Daniela
maria dijo…
Hola Daniela. Nunca tuve experiencia con un cepillo de alambres y por más que suena estéticamente interesante espero no tenerla por ahora. En mi experiencia con el cepillo de madera las molestias también perduraron bastante y supongo que tiene que ver con la intensidad con que se usa.
La forma en que me someto... en fin. Es un tema. Antes, la verdad es que resistía mucho más, ahora soy más pragmática. Son los años, no trato de evitar lo inevitable y a lo sumo hago algunos comentarios fuera de lugar. En el caso de que me digan: si te tapás te doy 20 cepillazos seguidos... cualquiera que sepa lo difícil que es recibir dos cepillazos no se arriesgaría a que sean 20 sin respirar. Pero es cierto, me quedé pensando. Me horroriza la idea de terminar sometiéndome más de lo necesario. Le pregunté a Patricio y él considera que no (obviamente, jajaj) que está bien que llegado el momento acepte el castigo sin tironear demasiado. De todas maneras tomo nota mental de la próxima vez resistir un poco más, aunque sea por deporte.
Gracias por los comentarios sobre el blog. Precisamente lo que quiero es que esta sea una fantasía tan natural como cualquier otra, que se conozca que hay mucha gente que le gusta y que a partir de ella se puede establecer una relación de amor y protección.
Un beso grande...

María
Anónimo dijo…
Maria gracias por tu respuesta, y realmente tienes razon en que hay momentos en los que uno no se siente en condiciones de sostener castigos fuertes, yo paso por tiempos de cobardía máxima a veces, tanto, que la amenaza de solo unos chirlos, me lleva a la obediencia absoluta,o cuando en algunos momentos estoy de mal humor y comienzo con el sarcasmo típico, despues de haber acumulado ya suficientes faltas, pueden bastar dos azotes con el cinturon y comienzo a llorar, y claro, mi amor me ignora hasta que acaba...pero en general la mayor parte del tiempo trato de resistir al máximo,nosé, pero para mi eso, significa a veces demostrarle a mi esposo, que aunque puede dominar el curso de ciertas situaciones de mi vida, no me "domina a mi", es mi forma de decir que yo tambien decido finalmente cuando termina el castigo, que ambos, incluso yo estando en esa posición, tenemos la misma autoridad y no deja de ser mutuo todo... bueno, por supuesto la resistencia(que en mi caso puede ser excesiva a veces y me doy cuenta por las consecuencias) la puedo mantener porque confio en el y se que no va a dejar los cuidados, el sabe de mis resistencias y las controla y por eso me entrego, porque se de quien me esta sostiendo, y porque yo lo decido asi(y es que realmente no hay diferencias de autoridad reales entre spanker y spankee)....y aunque sé que tiene razon cuando me advierte y amenaza y tambien sé que lo amo como a nada, no dejo de resistirme y a veces es porque realmente necesito un castigo mas fuerte y porque me divierte, pero el tambien tiene un limite y me preocupo de no colmarlo porque lo amo,y no dañaria nuestra relacion por eso, entonces cedo y claro que no es tan grato(alli, totalmente expuestas, se nos olvida absolutamente el que nosotros lo estamos decidiendo y se nos olvida casi todo a veces, y más aun despues de tanta resistencia), pero lo asumo, porque es nuestro juego, porque se que me gusta esa forma de contacto, mas consciente o menos pero se que tiene esa connotacion sexual y de vinculo pasional con el,y no todo es castigo ademas, a veces las provocaciones son totalmente conscientes y es porque lo deseo... pero principalmente dejo la resistencia, porque se que todo tiene consecuencias, y si yo las se y las quiero o no las quiero en el momento, pero si sabia de eso, pues es claro(bueno, cuando estoy en sus rodillas no me acuerdo de eso jejeje) ¿pero que haria sin esta practica y sin este hombre maravilloso que se sabe y que, debo admitir, si me domina en el amor que me provoca....??????

Daniela

pd: Maria me agrada saber que no dejas de escribir, un beso.
maria dijo…
Hola Daniela!
Me quedé pensando en esas veces que tenemos deseos de provocar y probar los límites y cuando, al contrario, con la mínima amenaza nos quedamos tranquilitas.
Supongo que es un estado mental (o mejor dicho emocional) y que tiene que ver con un montón de cosas que se van sumando en la vida cotidiana (estrés, algunos errores involuntarios, algunos errores voluntarios, y cosas que nos ponen de mal humor..)
A mi personalmente (no tengo que alcararlo) me gustan mucho los hombres que asumen el rol dominante en la relación. Me excitan, me gusta jugar en esos términos que para muchas mujeres están pasados de moda... Me gusta que sepan lo que quieren, que tomen decisiones activamente, que no esperen que los habiliten permanentemente. No creo que por eso él me domine ni yo vaya a hacer nada que no quiera. Tampoco creo, hablando en serio, que una mujer cede todo su poder cuando interactúa en este tipo de relaciones, al contrario. Uno debe saber lo que quiere y a partir de ahí tratar de vivir de acuerdo a eso que le gusta. Y la sexualidad es el primer espacio para liberarse.
Tampoco creo que todo el mundo necesite límites pero yo sí los necesito.
Tenemos con Patricio una serie de códigos que a medida que pasan los años van aumentando. Dentro del tema yo trato de resistir lo más posible pero creo que aprendió demasiado bien cuál es mi punto justo para que acepte enseguida que me gané los chirlos. Odio que sea así (pero al mismo tiempo es un alivio). Antes, he observado, me retaba mucho menos... Los spankers deberían saber que esa es la herramienta número uno para bajar la resistencia de sus spankees. Con más chirlos también, por supuesto, por irónico que parezca. Más chirlos te prometen más aún y uno va y hace lo que no tiene que hacer para ver si era cierto. Ya intenté probar esto muchas veces y el resultado siempre fue el mismo... a veces la cobardía, pueden creer?
Te mando un beso.

María
Anónimo dijo…
Hola María: Hace mucho que te leo pero es la primera vez que te escribo. Cuando te leo reflexiono, me entretengo, a veces me río, la mayoría de las veces coincido con tu opinión o gusto, algunas pocas no, pero siempre me encanta leerte. Me presento: soy María Paula, 35 años, spankee. Desde hace 8 meses convivo con mi spanker Marcelo y estamos muy enamorados. Es decir, desde hace 8 meses deje de ser una practicante (debiera decir practicada) del spanking para ser una amante de la disciplina doméstica. Antes lo vivía con fines unicamente sexuales pero ahora el amor y la convivencia han hecho de la dd un modo de vida que me hace feliz y paradójicamente para algunos, me hace sentir protegida. Mejoro como persona, mejora nuestra relación de pareja y corrige mis imperfecciones que son muchas. Soy una mujer naturalmente muy haragana y desordenada. Antes mi vida era un caos y ahora se parece bastante a un cosmos (es decir periodicamente hay cataclismos pero todo en su medida y armoniosamente como decía...Perón era?...Además de querer saludarte, felicitarte y pedirte que sigas escribiendo quería pedir tu opinión, como spankee inteligente y sensible que sos, acerca de un tema que quizás genere algún debate como leí en alguno de tus textos recientes que te gustaría. Espero no te moleste. El asunto es así:
Una de las reglas que consensumos con Marcelo es que yo nunca debía tocar sus elementos de trabajo ni desordenarlos (esto es una serie de libretas, papeles y afines que están en un cajón). Yo tengo acceso a ellos cuando el está trabajando y me los muestra, a veces incluso me hace consultas y las tiene en cuenta, etc, etc, pero yo no debo tocarlos ni desordenarlos cuando él no está. Extrañamente ( o no ) había decidido no romper nunca esta regla porque me parecía que pertenecía al ámbito privado y que además tratándose de trabajo podía ser demasiado perjudicial. De todas maneras mi alma de spankee tiene otras varias reglas para romper y lamentablemente y afortunadamente esto pasa regularmente. De hecho nunca la rompí hasta hace tres semanas. Antes de seguir conviene hacer la siguiente aclaración. Hemos consensuado no utilizar elementos duros (paletas, cucharas de madera, etc. ) porque a mí no me gustan y a él mucho tampoco. El trato es: solamente la mano y el cinturón. Claro que como buen spanker el impuso que si la desobediencia o la reincidencia eran demasiado grandes el utilizaría una vara (que veo amenazante cada vez que abro el placard a la mañana para cambiarme). Hasta ahora ha sido utilizada pocas veces. Parece que no me porto pésimo, solo mal o muy mal, je. Hecha esta introucción me retiraré unos minutos pero enseguida vuelvo y sigo contándote.
Anónimo dijo…
Aquí estoy otra vez. La cosa sigue así. Hace poco estando sola en casa no encontraba la billetera. La busqué una hora y empecé a desesperarme. Aclaro rápidamente que no me desesperé por miedo a una paliza porque Marcelo no haría jamás eso. Esto era un accidente, una desgracia. Me desesperaba por la plata, por la tarjeta de crédito, por los documentos y por el tiempo que tendría que invertir en recuperarlos. En mi búsqueda llego en un momento frente al escritorio de Marcelo y frente al cajón prohibido. Pensé: "No tiene sentido abrir este cajón; no porque esté prohibido sino porque jamás lo abro así que nunca pude haber puesto la billetera aquí". Lo pensé pero sin embargo lo abrí igual, moví las cosas para ver si la billetera estaba debajo y volví a cerrar. Lo hice porque durante esos segundos me invadió el placer de lo prohibido, el placer spankee de romper la regla, de jugar con la posibilidad de hacer algo que no debo por un segundo y precisamente porque es un segundo nada va a a pasar; pero no duró mucho pues mi preocupación seria en ese momento era la billetera. Al cabo de un tiempo recordé donde estaba: en el bolsillo de un jean que estaba en el canasto de la ropa para lavar. Ok todo terminado. Marcelo llegó a la noche y después de comer abrió su cajón y me dijo "Porque me tocaste mis cosas?" (Cómo supo, me quieren explicar?! Qué astuto es!) Yo dije: "No las toqué". Lo dije y supe que lo decía con el tono de voz que uso cuando miento, que lo miré con la mirada culpable que miro cuando miento y supe que el sabía que mentía como sabe siempre cuando miento. Entonces me rectifiqué y dije: "Bueno sí, pero fue por..." y conté el asuntito de la billetera. Lo dije tranquila pensando que eso era suficiente. Entonces él dijo: "Si jamás tocás ese cajón tendrías que saber que no podía estar ahí o, lo que es peor, antes habías abierto el cajón por eso pensaste que podía estar ahí. En cualquiera de los dos casos hiciste por elección propia lo que sabías que no debías hacer, ergo (le gusta anunciar las palizas con esta palabra, je) andá a la pieza, sacate el pantalón y la bombacha y prepara la vara". Empecé a suplicar y pedir perdón pero sabiendo que no tenía ningún sentido fui. Las palizas con la vara duelen y como sólo ocurren cuando la falta es grave los varazos son muchos. Quería escapar y sabía, como sabe toda spankee, que no podía. Así que me resigné, fui y soporté el castigo lo mejor que pude. Lloré, pedí perdón, prometí que jamás lo volvería a hacer. Fue la paliza más brava que me dieron. Para completar, cuando terminó me dijo: "Ahora andá al rincón y pensá bien sobre todo esto". Me suele mandar cada tanto al rincón diciéndome "cuando hayas reflexionado bien vení conmigo" pero esta vez agregó "y no vengas hasta que yo te diga" y me dejó allí bastante tiempo más de los 5 a 10 minutos que suelo tardar yo en asimilar que he aprendido la lección. Cuando finalmente me llamó, me abrazó, me besó la boca y las lágrimas, me dijo que me amaba, me llevo al baño, me enjabonó, me bañó, me secó y me llevó a la cama e hicimos el amor muy hermosa e intensamente. Este final es maravilloso, me encantó, todo este juego me excitó mucho sexualmente y la relación sexual fue fantástica pero:
* No sentí que haya aprendido ni corregido nada porque yo ya había decidido no tocar nunca sus cosas.
* Me quedé con la sensación de que el castigo fue injusto porque rompí la regla en un contexto atípico "casi" (acá está el problema me parece)sin darme cuenta.
* Me quedé con la sensación de que el castigo fue excesivo.
* Me quedé con la sensación de la espantosa contradicción de que, a pesar de sentir lo que escribí anteriormente, sus argumentos eran irrefutables (recuerden que yo misma confesé que sabía que la billetera no podía estar ahí).
* Me quedé con la espantosa sensació de la contradicción de que, a pesar de sentir todo lo anterior el resultado final fue maravilloso.
* Me quedé con la espantosa sensación de sentir la contradicción de saber que ésta fue la vez que él más me hizo sentir que es él el que domina la situación (cosa que me encanta)pero al mismo tiempo me hizo sentirme en una situación sumisa un tanto diferente, de un modo un tanto incómodo, a las anteriores.

La pregunta del millón: Qué opinás de esto? Tenía bien merecido el castigo y no tengo derecho a protestar? Debo reordenar lo consensuado? Aprendí algo en el fondo? Si no aprendí, me dará otra paliza como esta? Ay mamá!.

En fin, María, si llegaste hasta aquí: gracias por leerme y espero que te hagas un tiempito para enviarme tu opinión. Un beso.
María Paula.
maria dijo…
Hola María Paula. Es muy interesante tu relato.
Según mi opinión el castigo fue justo, es decir vos rompiste una regla clara sabiendo que tenía consecuencias y después (aunque sea sin intención activa) mentiste. Si fue o no excesivo es algo que tenés que hablar con tu pareja, aunque si el resultado final fue maravilloso tal vez no era tan así.

Me ha pasado muchas veces (tendría que pensar una anécdota puntual) que estoy ante la situación de romper una regla, sé que es así, es una pavada total y sin embargo hago lo que no tengo que hacer. Mi argumento después es, obviamente, que es una pavada y quizá hasta no me di cuenta. Me pongo en tu lugar y si mi marido es un obsesivo (y el mío lo es) y tiene varias manías propias es muy probable que algunas no se las respete. En tu lugar si hubiera estado buscando algo es probable que también hubiera abierto el cajón, aún sabiendo que eso tiene consecuencias. En el momento en que hago determinadas cosas (por ejemplo miro el reloj, son las 4 de la mañana y decido seguir con lo que estoy haciendo) sé conscientemente que eso no lo debería hacer. No importa si tengo 30 años y podría (en teoría) acostarme a la hora que sea sin que nadie tuviera que decirme nada y mucho menos darme una paliza por eso. La realidad es que muchos años nadie me dijo nada por esa y otras cosas, ahora espero que Patricio me preste su atención.

Tal vez no aprendiste nada con esa paliza (que quizá fue excesiva) y realmente en general no aprendemos. Lo que hacemos es portarnos bien durante un tiempo para no tener que recibir un castigo muy cerca de otro. Jeje. Sí cambiamos como vos decís cuestiones generales pero no sé si eso es por las palizas o por la convivencia, y si no las cambiaríamos de todas maneras.
Como te decía para mi el castigo fue justo. No sólo rompiste la regla de no abrir ese cajón y tocar las cosas sino que además mentiste al respecto. La situación de sumisión es muy incómoda para todo el mundo. No sé si hay alguna mujer que sea naturalmente sumisa y esa situación le genere placer. En mi caso me cuesta bastante someterme y a veces, lamentablemente, me quedo con cierta sensación de que debí haber resistido un poco más. Igualmente sabemos que en el caso del spanking en general (salvo en los role play) nos sometemos "al castigo" cuando es claro y es justo, y no "a la otra persona". Cuando el castigo termina seguimos siendo totalmente iguales y ambos tenemos la misma libertad de opinar lo que se nos ocurra. Incluso sobre el castigo mismo (opinar, no molestar las 48 horas siguientes..)

Por último tu pregunta si deberían reordenar lo consensuado. Jajaja. Qué chica. ¿Cómo reformulás la regla: no tenés que abrir el cajón, y si la abrís tratar de no mentir en automático? La única manera es sacar las reglas.
En este momento si yo fuera y le dijera a Patricio que una paliza fue demasiado fuerte sé que me contestaría que entonces debería portarme bien. Y no habría mucho espacio para la discusión... Si hay algo que desde el principio dejó bien claro es que él decide cuándo termina y a mi me parece bien que así sea. El problema no es la intensidad de la paliza en sí, sino sentir que si bien te la merecés, es excesiva comparada con el motivo insignificante. Quizá lo que necesite tu spanker es hablar más y dejar bien claro cuán importante para él es que no habras el cajón, etc. etc.

Pero si querés mi consejo (y olvidate de todo lo que puse arriba) tenés que aprender a abrir los cajones sin que Marcelo se entere. Es una de mis habilidades, te comento (entre otras que no voy a decir porque me deschavaría). Y está muy mal, lo reconozco. La desarrollé porque mi madre era insoportable en cuanto a que le tocaran las cosas (la cartera, los cajones, etc.) Así que me quedó este dualismo, sé que está mal violar la privacidad de otro y en el 99% de los casos no lo hago, pero cada tanto me pruebo a mi misma que puedo. Entonces, el desafío es abrir el cajón sin ser descubierta. Salvo que vos quieras que te descubran.
Espero haber contestado tu pregunta, que fue muy entretenida. Te mando un beso grande..

María
maria dijo…
Mi comentario sería el siguiente... ¿Qué tienen que guardar en los cajones que no podemos ver? ¿Qué es lo que esconden? Porque para empezar no debería haber cajones prohibidos. Hmmmm...
No sé si Patricio sabe o no de mis habilidades pero en este caso es más fuerte que yo, algo que no puedo evitar. No es que esté revisando todo todo el tiempo ni mucho menos, pero esta onda furtiva es parte de mi personalidad. Lo mismo cuando entro a computadoras de otras personas.. (Estoy cavando mi tumba) Después de todo si uno no quiere que algo sea descubierto lo que tiene que hacer es esconderlo bien (o ponerlo a la vista según sea el caso) y no pretender que una simplemente no mire.
Un beso..

María
Anónimo dijo…
HOLA, HACE ALGÚN TIEMPO LEO ESTE BLOG, Y NO HABÍA ECHO UN COMENTARIO HASTA ESTE MOMENTO, PERO DEBO DECIR QUE ES EXCELENTE MARIA; AUNQUE SI ESTOY ESCRIBIENDO AHORA ES PORQUE ME PARECE MUY EQUIVOCADA LA POSTURA DE MARIANO, CREO QUE SI BIEN LAS REGLAS SON REGLAS Y PARA VALIDARLAS DEBEN SER RESPETADAS, UNO DEBE TENER MÁS QUE CLARO EL PORQUE DE ESA OBLIGACIÓN, Y NO SIRVE MARIANO QUE TE SOSTENGAN EN EL RINCÓN UNA HORA SI TU NO ENTIENDES EL MOTIVO REAL DEL PORQUE ESTAS AHÍ.(VAYA PUEDES ESTAR SEMANAS EN EL RINCÓN Y LO ÚNICO QUE TE DEVUELVE A LA SUMISIÓN ES EL CANSANCIO)Y EN ESO, COMO TAMBIÉN SEÑALAS EN CONTINUO TÚ MARIA, Y CON LO QUE ESTOY EN ABSOLUTO DE ACUERDO, ES IMPORTANTISIMO EL DIALOGO Y ES RESPONSABILIDAD DEL SPANKER, DE EL DEPENDE QUE ESTO NO SE TRANSFORME EN UN ACTO VACÍO. POR OTRA PARTE, MARIANO DENUEVO , UNA COSA ES INTIMIDAD Y OTRA ES MISTERIO, LA INTIMIDAD DEL OTRO, PARA QUIENES AMAMOS, NO LA CORROMPEMOS ENTENDEMOS QUE ESE ES SU ESPACIO, EN CAMBIO EL MISTERIO CON TODA SU ARBITRARIEDAD NOS SOMETE Y NOS OBLIGA A MANIPULAR Y A INDAGAR....
Y MARIA DE TODOS MODOS,¿¿ NO CREES QUE TE ESTAS ARRIESGANDO DEMASIADO CON ESAS DECLARACIONES?????

SPANKEE

PD: MARÍA SIEMPRE ESTOY LEYENDO TU BLOG, Y ES MUY BUENO, SE NOTA QUE ERES UNA SPANKEE DEFINITIVA Y ME IDENTIFICO MUCHO CON LO QUE CUENTAS, TE DESEO MUCHA SUERTE Y OJALA NO SE TE QUITEN LAS GANAS DE ESCRIBIR PORQUE TE SIGO FIELMENTE EH! UN BESO.
maria dijo…
Mariano, no es que ando revisando la computadora de todo el mundo:p. Sólo cuando algo me interesa demasiado o cuando está prohibido. La verdad es que Patricio es peor que yo en este sentido, por eso ambos desarrollamos más la habilidad de esconder que la de buscar. Jajaja (esto lo va a negar a muerte, pero la verdad es que lo tengo bastante decodificado). O quizá ni le importe si le reviso la computadora, porque no debe dejar a la vista las cosas que no quiere que vea. Hablando con él me dijo que entiende que las reglas son para romperse y que en mi caso sabe que voy a romperlas.. eso me dejó pensando un poco si entonces el juego tendrá algún sentido o si está todo cocinado de antemano.

Spankee... con respecto al tema del rincón. Sabemos fue una decisión del spanker de María Paula esta vez dejarla en el rincón hasta que él decidiera cuánto era suficiente. Y supongo que todos tenemos que respetar esa decisión y aceptar que ese fue el tiempo apropiado. Entiendo que Mariano se refiere a que a veces uno juzga excesivo el castigo cuando no fue suficiente, y eso me ha sucedido algunas veces... Es como una manera de seguir discutiendo alrededor del mismo tema, cosa que María Paula sabe es peligroso. Ella dice: "si no aprendí me dará otra paliza como esta?" Hay dos maneras de demostrar que uno no aprendió: la primera es discutiendo permanentemente lo inapropiado del castigo, la segunda, cometiendo otra vez la misma falta.
De todas maneras, al menos para mi, el rincón no es el lugar más apropiado para tomar conciencia de esos motivos y estoy de acuerdo con vos en que la única manera de dejar las cosas claras es mediante el diálogo. Además odio el rincón y si puedo evitarlo no me quedo ahí ni cinco segundos.

Amiga... no importa todos los datos que de... son nada más que observaciones. Hasta que nadie me compruebe alguna falta real no tengo nada que responder. :))
Te mando un beso y gracias por tu comentario.

María
Anónimo dijo…
Hola María y todos: muy interesantes todos los comentarios. Releyéndolos me dejan la sensación de que di la impresión de que no tengo diálogo con Marcelo. No es así. Diálogamos sobre esta situación puntual y el insistió en que fue justo más o menos por las mismas razones que ustedes. Yo no tenía demasiados argumentos por al asuntito de la mentira, de que sabía que no podía estar ahí, etc. Sin embargo, como dije, me había quedad con esa sensación de injusticia. Paradójicamente leerlos a ustedes y ver que todos consideran que fue justo me tranquiliza. Ahora creo que fue justo. Me parece que lo que me confundió fue que ese momento en que yo abrí el cajón sabiendo que no podía estar allí estaba más preocupada por la billetera que por detenerme a disfrutar del momento de estar rompiendo la regla. En mi cabezota la rotura de la regla pasó casi desapercibida y contrariamente a otras veces en que sé que mi prontuario -graciosa manera de llamarlo, Patricio, je- esta bastante grueso, esta vez no me esperaba la paliza porque precisamente la rotura de la regla había pasado desapercibida. Aclaradas las cosas, les digo que me alegro que se haya armado este minidebate porque alguna vez María manifesto el deseo de que se armara algún debate para considerar que valía la pena escribir y sí, María, seguí escribiendo que muchos te leemos. Un beso a todos.
maria dijo…
Hola María Paula... al menos yo en ningún momento pensé que no había diálogo en tu relación, que al principio es para saber más uno del otro. Después en realidad debería llamarse: "interrogatorio" (jeje) A mi me gustó tu relato y no juzgo en ningún momento la decisión de tu spanker. Gracias por la punta del debate...

Patricio... No me queda claro lo de "acumula rupturas de reglas solamente porque a veces uno espera el momento preciso, etc. etc."
En general interpreto: "podés seguir adelante porque venís zafando bien.." Algo así como que estás haciendo la vista gorda. No voy a indagar los motivos porque ayer tuve un día más que difícil y tal vez hiciste bien en dejar pasar la tormenta.
Todo mi amor real para vos..

Creo que un buen tema para un post sería: diferencia entre teoría y práctica en el spanking. (Perspectiva tendenciosa y parcial como en todos mis posts) Besos a todos.

María
Anónimo dijo…
hola!! mariano me parece que te estas equivocando, si alguien no quiere que otra persona vea sus cosas personales, entonces no las deja a simple vista ni al alcanze de otra, las tendria bien guardadas.y decis "si el otro no quiere que le revisen hay que respetar la decision" y quien respeta la decison que puede tener una,de querer revisar ???? jajaj. besitos a todos
Anónimo dijo…
ah!!! me olvide de poner de quien era el comentario anterior, jaja. es mio,besitos, ayelen
maria dijo…
Ayelen, por supuesto estoy de acuerdo con vos... eso de respetar algo porque sí.. Porque sí, porque se me ocurre y mi privacidad es algo sagrado y precioso y vos no podés mirar. ¿Cómo se te ocurre mirar?
Bueno, si no podemos mirar es muy seguro que lo vamos a hacer (está en la naturaleza humana.. seríamos todos columnas de sal, pero tampoco se puede andar escondiendo cosas raras)
Está desparejo el debate Mariano.. jeje.
Un beso grande.

María

PD: No tengo nada que decirle a Patricio. Todavía no me quedan claras algunas cosas pero me imagino que si contesto su comentario va a querer poner la última palabra.. :p
Anónimo dijo…
hola!!mariano,querido mariano,te digo simplemente una cosita,no pensamos que podemos llegar a tener razon,LA TENEMOS!!!!, verdad, maria? y siempre nos queda algun tiempito para revisar y chusmear,jaja. el repaso general?? si, en eso estoy. besitos,ayelen.
maria dijo…
Ayelén amiga... no necesitamos tener razón para seguir revisando los cajones. Por eso es que vamos a seguir haciéndolo. No veo motivos para pedirle disculpas a Patricio ya que si alguna vez le revisé algo no voy a ser tan tonta como par ir y contarselo así después le puedo pedir disculpas no??

¿Yo mala compañía? (Intenté ser una mala influencia en mi temprana juventud con mis compañeros de facultad... resultado: todavía no terminé...jajaja. Pero tengo la mejor amiga que pude haber encontrado en la vida) Siempre hay saldo positivo.

Repaso general? hmm.. :)
Un beso para los dos.

María
escandinavo dijo…
Hola!

Quiero agradecer por estas paginas esta muy pero muy buena.Yo quiero ser anonimo por cuestiones de seguirdad,seria terrible para mi que algun conocido o familjar me agarre visitando estas paginas ya que vivo en un pais donde esto es muy tabu y muy fuera de lo "normal" Aveces me hago muchas preguntas sobre esto del spanking, miro paginas leeo historias increibles y muy interesantes y fuertes. Pero aveces me pregunto si realmente siempre es placer? o si hay videos disponibles donde se ve claramente chicas gritando y llorando de una manera espantosa, no parece que estan difrutando de lo que estan haciendo? Es una fantasia hermosa para mi y me gusta mucho todo esto, pero realmente aveces me siento muy mal cuando me exito por algo que puede ser algo parecido a una violacion o malos tratos?! aveces a las chicas las atan en poses muy fuertes y se ve claramente las heridas y aveces hasta les dejan marcas terribles, ahi ya pasa de mis gustos.. Que opinan ustedes sobre eso?

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Este post es acerca de las posiciones, no sólo una descripción general sino una impresión personal de las mismas. No agota todas las posibilidades porque se sabe que hay tantas posiciones como la imaginación puede inventar. No obstante casi todas las posiciones clásicas están en esta descripción y nosotros las hemos probado todas menos una y ya les contaré algunas circunstancias. Las posiciones ofrecen muchas ventajas a la hora de ejecutar una paliza, sobre todo para el spanker. En primer lugar porque el posicionamiento refiere al "ritual" del spanking que forma parte fundamental de la fantasía y de la escena en general ya que cuando uno piensa en el imaginario no se imagina sólo las nalgas (aunque tal vez alguno lo haga) sino la posición, el instrumento, y muchas veces todo lo demás (motivos, amenazas, etc.) La segunda ventaja de las posiciones está relacionada con la seguridad. No importa cuánto nos guste rebelarnos y forecejear la única forma de llevar a cabo un castigo d

Averiguaciones

Si tu marido alguna vez averigua que todavía corrés riesgos de no comprar café fresco... Esta conocida publicidad me pareció que tiene mucho que ver con lo que veníamos discutiendo. La cuestión es no correr riesgos... puede que le sirvas el café, no lo suficientemente fresco ni cerrado al vacío, toda la vida y no se de cuenta. Sin embargo algunas mujeres preferirán no terminar en una situación tan comprometida, que aparentemente es de lo más natural y este café es el boleto seguro para evitarla. Sigamos... si tu marido averigua que le revisás los cajones. O que le ocultás algunas cosas. Que gastás plata de más. Que te acostás a las 5am. O cualquier otra cosa ya que según esta publicidad existe la posibilidad de ser descubierta. Y se toma por supuesto además que tenemos una tendencia natural a cometer todos estos errores más algunos otros miles. (Descarga: Todos son ejemplos abstractos de faltas que no tienen nada que ver conmigo puntualmente.) Viceversa. Hoy Patricio tuvo un día

Una paliza memorable

Les voy a contar la peor paliza que recibí en mi vida hasta hoy (aún contando las antológicas de la época en que Patricio y yo no vivíamos juntos y acumulábamos listas de faltas). Voy a empezar por el principio, para dar una idea del panorama general. Al final les daré mi opinión al respecto. Todo comenzó hace un par de días, como observaron algunos, en que mi mal humor pasó los límites aceptables. No se sabe en general quién tiene razón en las discusiones y yo, obviamente, considero que yo. Lo que sí debo que aceptar es que muchas veces tengo un muy mal modo de expresar mis "opiniones". Así pasaron un par de días en que tuvimos un par de roces que quedaron en la nada porque como les comenté tenía el período y Patricio siempre respeta mucho cualquier indisposición que una pudiera llegar a tener (cosa que le agradezco btw) aunque cuando toma una decisión es imposible que cambie de idea, haya el problema que haya. En general nosotros nos llevamos excelentemente (decir "bie