El cepillo

El cepillo, como confesé, es mi instrumento "visualmente" preferido. No excluye a todos los otros porque según la escena cada uno tiene su encanto. Pero el cepillo es un instrumento cotidiano que podemos encontrar en muchas casas. Cepillos para el cabello, cepillo para el baño.. (los otros días vi uno en una perfumería y no me animé a comprarlo. El espíritu de coleccionista está menguando o tal vez ya no quiero correr más riesgos de lo que ya corro.)
Antiguamente era un instrumento de disciplina y por lo tanto conjuga muchas cosas que a mi me excitan: el imaginario de la disciplina doméstica, el pasado que no necesariamente existió pero está en la literatura, la posición sobre las rodillas.. El cepillo es la versión heavy de un paseo sobre las rodillas. El de la foto era de mi abuela y para mi es perfecto.. y temible.

¿Si es peligroso? Voy a contestar algo contrario a la opinión general de lo que se debe decir: no creo que sea peligroso. No creo que haya manera, si se usa moderadamente o hasta un poco severamente, de que se infecte ninguna herida.
Sí puede dejar marcas que habrás visto, son como levemente moradas. Pero se sabe que cualquier instrumento puede dejar marcas. De todas las veces que usamos el cepillo sólo una vez me quedaron marcas que duraron bastante tiempo pero estaban de acuerdo con mi actitud de ese momento (o mi necesidad o quién sabe qué) porque fui yo la que llevé las cosas a ese extremo. En cuanto al "Cepillo con filamentos de alambre recubierta, del que se usa para peinar el pelo..." creo que sé cuál es. No sé realmente cómo será con ese cepillo. A mi una de las cosas que me parecen interesantes del cepillo es precisamente la madera, pero eso no excluye a los otros. Si el cepillo es de metal y puede llegar a cortar la piel, en fin, no creo que se infecte pero siempre que algo se lastime diría que usen un desinfectante. Creería que usado moderadamente no hay necesidad de preocuparse. Siempre es mejor una sesión larga y constante y obviamente si lo que está en orden es una buena paliza, pero realmente una buena: precalentamiento. No usar instrumentos en frío.

En este punto voy a poner algo de mi opinión personal. Antes de tener experiencia real con el tema recorrí las páginas, fotos, y chats de spanking. En ese momento me parecía que ninguna paliza iba a ser suficiente para calmarme.. pensaba (y les decía a los eventuales spankers) si ellos estaban seguros que iban a poder manejar la situación. Muchos aun me imagino que no hubieran podido. :) Al final mi fantasía se había vuelto demasiado severa.
Después resultó que en la realidad la gente real no llega tan lejos, según leí en algunas encuestas, y de hecho hay fotos de resultados con la vara que realmente para la mayoría no se pueden ni mirar porque son marcas horribles y extremas.
Alguna vez recibí unos 15 golpes de vara y no fueron tan suaves y me quedaron algunas líneas por un par de días. Pero veo algunos videos donde al número diez la gente ya sangra de manera irreal.. Entonces, punto número uno: en los videos o fotos de spanking suspender la credulidad a modo de investigación. Por lo tanto, mi opinión es que muchas de esas fotos o videos que vemos son falsos. No todos, pero un gran número. Según un productor de videos que conozco son todos falsos, su teoría es: si parecen reales son falsos porque una paliza real no se ve real. Hace poco grabamos un video con Patricio y efectivamente no parecía todo lo real que hubiéramos esperado. ¿Cómo puede ser? Era real!! ¿Qué tiene que ver todo esto? Bueno, creo que la idea que tenemos de qué tan fuertes puedan ser las palizas, las marcas, etc. nos vienen de esta iconografía montada: las fotos y los videos. Cuidado, no quiero decir que no pueden quedar marcas o la cola terriblemente colorada. Pero el rojo se va rápidamente y más práctica tenemos más rápidamente aún. Lamentablemente.

Entonces, el cepillo... Creo que todo el mundo tiene un instrumento que es el que más odia. Eso tiene que ver con todo lo que ese instrumento significa. En nuestro caso es un instrumento de capitulación inmediata. Recuerdo ciertas noches que me había dado por molestar a Patricio en la cama. Al principio no quiso darle importancia al tema pero después de un rato me tomó del brazo, me puso boca abajo y me dio unos cuantos chirlos, seguidos y sin descanso. Para unos minutos bastó, pero después yo seguía sin poder dormir... se entiende que después de semejante warm up en general nos ponemos peor. Como ya había hecho lo que consideraba tenía que hacer, él quiso razonar conmigo. Error... pero estaba un poco despistado. Las cosas no se resolvían y seguí en mi actitud insoportable durante largo rato hasta que salió de la cama y volvió con el cepillo. Correcto, ya había demostrado su punto. No necesitaba usarlo, no iba a molestarlo más. Ese fue mi error, obviamente. El cepillo había entrado en escena y no iba a ser tan sencillo sacarlo. Unos veinte golpes después me dormí profundamente. Durante semanas el cepillo quedó sobre la mesa de luz con la siguiente regla: si yo molestaba antes de las doce de la noche él iba a usar la mano pero después de medianoche empezaba a correr el cepillo.. como generalmente nos acostábamos tarde imaginarán que esos problemas nocturnos se terminaron.