Una vez más me encuentro en la conocida situación de aburrimiento nocturno (mientras Patricio, no sé cómo, duerme desde hace un par de horas). Como tengo tiempo, de ahora en más decido que tengo, después de todo la noche, y más aún del fin de semana, es un espacio para pensar en todas estas cosas que nos interesan. Últimamente mi problema es que debo poner más energía en otras cosas y llego a un punto en que, careciendo de esa energía, nada me genera el suficiente interés.
Pero muchas cosas siguen sucediendo en el mundo, incluso en el mundo del spanking. Si alguien sigue un poco el circuito ya se habrá enterado de las novedades. La verdad es que, hablando de llevar un diario, últimamente no tuvimos muchas oportunidades de ejercitar la disciplina en casa. Al principio de la semana Patricio terminó en lo del médico (sí, fue al médico!) con gastroenteritis, y ahora que estaba mejorando sensiblemente a mi me viene el período. Y estamos afilados, al más mínimo roce sacamos chispas. Después nos contenemos en beneficio de la salud del otro.
No deja de ser un problema... hoy mientras cortaba la pizza (con un cuchillo de tamaño respetable) Patricio me dio un chirlo que me empujó hacia adelante y por más buenas que hubieran sido sus razones me ofendí terriblemente. Luego argumenté que era por el cuchillo: debería tener más cuidado si tengo semejante instrumento en la mano. Entonces me miró más seriamente, no dijo nada pero yo sé cuándo algún gesto le molesta. Por supuesto me dio otro chirlo más fuerte... Como yo estaba (estoy) de humor pero mal me ofendí visiblemente y le dije alguna otra cosa sobre el cuchillo en mi tono más conservador de ama de casa responsable. Y me fui a la cocina y, no se puede creer, estaba tan ofendida con la situación que se me llenaron los ojos de lágrimas. Puro odio de toda la escena que se había generado ahí en medio de nada planeado después de que tuvimos una semana llena de los peores desencuentros.
Patricio llegó a la cocina detrás mío y me tomó del brazo (bien) mientras me preguntó cuál era el problema. No sé que se supone que uno debe hacer en ese momento, tenía ganas de empezar una pelea de gatos de aquellas; por lo tanto le dije que no pasaba absolutamente nada y enfrié todo el asunto cambiando de tema para ir a comer. Señal inequívoca de que estaba muuuy en el mood. No voy a pedir nada, no voy a ponerlo fácil tampoco. Mi estilo es el peor de todos, estoy mal, la situación general está mal pero pongo tal pared de hielo en el medio de todo que mi hombre tiene que estar muy decidido para evacuar la situación. No obstante, como decía, tengo el peor momento del período menstrual (hoy fue el segundo día) y ya sabrán cómo da vuelta el mundo.
El día anterior lo desperté a Patricio a las 4am llorando. Tenía uno de esos días desoladores que debía hablar y no podía ser al día siguiente. Cualquiera pensaría (yo lo pensaría si estuviera leyendo esto desde afuera) que estába "pidiéndolo" a gritos. Sin embargo tenía muchas razones para no poderme dormir y esa noche necesitaba que me escuche. Algunas cosas no creo que las haya registrado, otras estoy segura que sí. Él estaba con el estómago destruido, y yo al final tuve que invocar un sentido común ancestral que no es atributo natural mío pero que viene en mi ayuda cada tanto, cuando lo necesito mucho, para cortar el tema. Entonces me dormí y tuve un sueño.
Estaba en el colegio. El lugar era exactamente el mismo donde hice el secundario. La profesora no. Yo debía haber tenido algunos años menos pero realmente sentía el momento como si estuviera sucediendo ahora mismo. Fue una experiencia impresionante y la viví como si hubiera sido real. Creo que había llegado tarde.. o había fallado en algo con respecto a la clase porque al principio del sueño ella estaba retándome como si hubiera cometido un crimen contra la humanidad. Había otra gente en el aula y la vergüenza que sentía era cada vez peor. De pronto me dijo que no va a dejar pasar ese asunto porque es su estilo solucionar los problemas (no dejar nada pendiente). Mientras tanto ante mi mirada totalmente desconcertada saca una cane y me dice inclinate sobre el escritorio. Yo observo a mi alrededor horrorizada. Sé en el sueño que no es posible que se apliquen castigos corporales pero al mismo tiempo siento que es real y tengo un nudo en el estómago. Quiero que me trague la tierra. Tengo miedo y sé que me va a decir que me levante la pollera y que me baje la bombacha. ¿Qué hago si me dice que me baje la bombacha? Se pone de pie y se acerca con un gesto de la vara me inclino automáticamente sobre el escritorio. Me dice (yo ya lo había previsto, porque es mi sueño) que me baje la bombacha.. Siento que la cara se me enciende. Nunca viví una vergüenza tal en mi vida diurna... es mi colegio, son las mismas paredes y los mismos bancos. Un par de golpes me cortan las nalgas y me despierto.
Fue un sueño de un contenido sexual intensísimo. Puedo decir que viví realmente una experiencia de castigo corporal en el colegio, después de todo algunos no diferencian el sueño de la vigilia tan tajantemente. Como contaba nunca sentí tal vergüenza. La primera vez que Patricio me puso sobre las rodillas, me bajó la bombacha y tuve que esconder la cara en unos almohadones. Sin embargo la vergüenza era diferente porque de alguna manera estaba protegida por la realidad de que ambos habíamos consensuado el castigo y sentíamos cierta atracción sexual. Y no había testigos, lo cual es demasiado para cualquiera. Finalmente si yo me metiera a hacer un análisis del sueño (que no lo voy a hacer) desde un punto de vista más psicoanalítico se sabe que esa vergüenza era por otra cosa. Es más, no tengo que preguntarme mucho para saber que lo que realmente me molestaba era que me hiciera bajarme la bombacha. ¿Tiene sentido? No sé.. pero así fue mi sueño erótico spanko. Pronto espero tener novedades más concretas (y de paso dejar de soñar estas cosas).
Pero muchas cosas siguen sucediendo en el mundo, incluso en el mundo del spanking. Si alguien sigue un poco el circuito ya se habrá enterado de las novedades. La verdad es que, hablando de llevar un diario, últimamente no tuvimos muchas oportunidades de ejercitar la disciplina en casa. Al principio de la semana Patricio terminó en lo del médico (sí, fue al médico!) con gastroenteritis, y ahora que estaba mejorando sensiblemente a mi me viene el período. Y estamos afilados, al más mínimo roce sacamos chispas. Después nos contenemos en beneficio de la salud del otro.
No deja de ser un problema... hoy mientras cortaba la pizza (con un cuchillo de tamaño respetable) Patricio me dio un chirlo que me empujó hacia adelante y por más buenas que hubieran sido sus razones me ofendí terriblemente. Luego argumenté que era por el cuchillo: debería tener más cuidado si tengo semejante instrumento en la mano. Entonces me miró más seriamente, no dijo nada pero yo sé cuándo algún gesto le molesta. Por supuesto me dio otro chirlo más fuerte... Como yo estaba (estoy) de humor pero mal me ofendí visiblemente y le dije alguna otra cosa sobre el cuchillo en mi tono más conservador de ama de casa responsable. Y me fui a la cocina y, no se puede creer, estaba tan ofendida con la situación que se me llenaron los ojos de lágrimas. Puro odio de toda la escena que se había generado ahí en medio de nada planeado después de que tuvimos una semana llena de los peores desencuentros.
Patricio llegó a la cocina detrás mío y me tomó del brazo (bien) mientras me preguntó cuál era el problema. No sé que se supone que uno debe hacer en ese momento, tenía ganas de empezar una pelea de gatos de aquellas; por lo tanto le dije que no pasaba absolutamente nada y enfrié todo el asunto cambiando de tema para ir a comer. Señal inequívoca de que estaba muuuy en el mood. No voy a pedir nada, no voy a ponerlo fácil tampoco. Mi estilo es el peor de todos, estoy mal, la situación general está mal pero pongo tal pared de hielo en el medio de todo que mi hombre tiene que estar muy decidido para evacuar la situación. No obstante, como decía, tengo el peor momento del período menstrual (hoy fue el segundo día) y ya sabrán cómo da vuelta el mundo.
El día anterior lo desperté a Patricio a las 4am llorando. Tenía uno de esos días desoladores que debía hablar y no podía ser al día siguiente. Cualquiera pensaría (yo lo pensaría si estuviera leyendo esto desde afuera) que estába "pidiéndolo" a gritos. Sin embargo tenía muchas razones para no poderme dormir y esa noche necesitaba que me escuche. Algunas cosas no creo que las haya registrado, otras estoy segura que sí. Él estaba con el estómago destruido, y yo al final tuve que invocar un sentido común ancestral que no es atributo natural mío pero que viene en mi ayuda cada tanto, cuando lo necesito mucho, para cortar el tema. Entonces me dormí y tuve un sueño.
Estaba en el colegio. El lugar era exactamente el mismo donde hice el secundario. La profesora no. Yo debía haber tenido algunos años menos pero realmente sentía el momento como si estuviera sucediendo ahora mismo. Fue una experiencia impresionante y la viví como si hubiera sido real. Creo que había llegado tarde.. o había fallado en algo con respecto a la clase porque al principio del sueño ella estaba retándome como si hubiera cometido un crimen contra la humanidad. Había otra gente en el aula y la vergüenza que sentía era cada vez peor. De pronto me dijo que no va a dejar pasar ese asunto porque es su estilo solucionar los problemas (no dejar nada pendiente). Mientras tanto ante mi mirada totalmente desconcertada saca una cane y me dice inclinate sobre el escritorio. Yo observo a mi alrededor horrorizada. Sé en el sueño que no es posible que se apliquen castigos corporales pero al mismo tiempo siento que es real y tengo un nudo en el estómago. Quiero que me trague la tierra. Tengo miedo y sé que me va a decir que me levante la pollera y que me baje la bombacha. ¿Qué hago si me dice que me baje la bombacha? Se pone de pie y se acerca con un gesto de la vara me inclino automáticamente sobre el escritorio. Me dice (yo ya lo había previsto, porque es mi sueño) que me baje la bombacha.. Siento que la cara se me enciende. Nunca viví una vergüenza tal en mi vida diurna... es mi colegio, son las mismas paredes y los mismos bancos. Un par de golpes me cortan las nalgas y me despierto.
Fue un sueño de un contenido sexual intensísimo. Puedo decir que viví realmente una experiencia de castigo corporal en el colegio, después de todo algunos no diferencian el sueño de la vigilia tan tajantemente. Como contaba nunca sentí tal vergüenza. La primera vez que Patricio me puso sobre las rodillas, me bajó la bombacha y tuve que esconder la cara en unos almohadones. Sin embargo la vergüenza era diferente porque de alguna manera estaba protegida por la realidad de que ambos habíamos consensuado el castigo y sentíamos cierta atracción sexual. Y no había testigos, lo cual es demasiado para cualquiera. Finalmente si yo me metiera a hacer un análisis del sueño (que no lo voy a hacer) desde un punto de vista más psicoanalítico se sabe que esa vergüenza era por otra cosa. Es más, no tengo que preguntarme mucho para saber que lo que realmente me molestaba era que me hiciera bajarme la bombacha. ¿Tiene sentido? No sé.. pero así fue mi sueño erótico spanko. Pronto espero tener novedades más concretas (y de paso dejar de soñar estas cosas).
Comentarios
Bueno, ya comentaré más en cuanto pueda.
Besitos!!! Chauuusss!!!!
En cuanto al sueño puede que haya habido algo de eso también pero no era sólo eso la sensación sino que estaba sucediendo ahora... Y que era históricamente posible. Pero al mismo tiempo yo no me sentí extraña en el colegio, como si fuera lo más natural del mundo que todavía estuviera yendo. En fin.. lo que rescato del sueño fue la experiencia fuerte. :)) Cuando me desperté tardé un rato en reaccionar y parar los latidos del corazón pero mientras duró fue real.
Hola Pit!! Gracias!! Me alegro que te guste el blog.. No sé si tan creativa, reflexiva puede ser. Realmente me interesa tratar de indagar en todas las sensaciones que tenemos. Aprovecho para agregar algo.. creo que es fundamental saber que toda relación tiene sus vaivenes. Y además toda spankee tiene sus momentos de humor insoportable. Y cierta insatisfacción (que es el estado natural de la neurosis histérica, donde encajamos la mayoría de las mujeres). Lo importante es vivir una relación que te contenga llegado el caso.
Me decidí a escribir esto porque esa necesidad de molestar, llegar al límite, provocar y echarse atrás, todas las vivimos alguna vez.. jeje.
Un beso grande para ambos.. muchas gracias por sus comentarios.
María
Por otro lado si te sugeriria que seas muy dulce, comprenciba y amorosa con Patricio lo digo por la gastroenteritis soy sana en lo que cabe pero desgraciadamente he tenido 3 veces gastoenteritis en mi vida y todas casi mortales una a los 4 otra a los 6 y la ultima a los 19 es horrible tanto fisica como emosionalmente y me imagino que para un hombre mas por que no les gusta estar en cama ver doctores y todo el rollo de las medicinas y una de las cosas mas importantes es descansar y sentirse muuuuuy consentidos ya que al menos en mi caso recuerdo me provocaban sueños muy feos y pesados que aun despierta me tenian sacada de onda y la situacion fisica era horrible cuidalo muchooooo
Creeeeme que no eres la unica que se pone fuera de si con la mestruacion por eso me encanta tu blog por que me identifico contigo en mucho como ya te lo habia comentado y es que estoy a uno o dos dias de empesar y anoche no se por que todo lo veia gris y le discutia a mi maridin de todo y de la discucion pasaba al llanto desconsolado despues de nuevo al coraje y de nuevo al llanto pooooooooooorque es tan dificil? no lo se, pero aun asi me encanta ser mujer.
Gracias por ser tan abierta y compartirnos tu vida y experiencias y comparto la opinion de PIT en tooooooooodo.
Besos y saludos con cariño KELLY
Otra cosa que es cierto es que para nosotras algo puede ser un mundo y ellos ni notarlo. Yo también me pongo así con la menstruación... también lloré mucho aquella noche, mientras le explicaba todas mis razones que según él no alcanzaba a comprender. Igual me escuchó hasta la última palabra.
Y no te preocupes, lo cuido muchísimo. Seguimos la dieta que el médico le recomendó (casi al pie de la letra) porque la realidad es que lo malcrío mucho más que él a mi. De todas maneras a veces me sale la expresión femenina y me olvido que puede sentirse mal... qué le vamos a ser, si no seríamos perfectas. ;)
Besos.. gracias por los elogios.
María