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Lagrimas (continuacion)

El final del artículo que citábamos en el post anterior habla precisamente del tema de las lágrimas. Supongo que esto es a lo que se refería TB. Aquí les dejo una traducción aproximada de la última parte. A beginners' guide to spanking (Cont.)
Cuando las cosas salen mal

Tanto los hombres como las mujeres necesitan saber que es conveniente relacionar el hecho de que la mujer no esté llorando o gritando como una guía para ver si las cosas van bien. Algunas mujeres, de hecho muchas mujeres, en ciertas circunstancias y con el hombre equivocado, no pueden llorar o expresar sus emociones cuando sienten un dolor extremo. Ellas se "paralizan". Como si fueran paralizadas para una operación (en lugar de recibir anestesia) pero aún pudieran sentir el dolor. En sus mentes gritan en agonía pero no son capaces de expresarla.

Otro problema es la disociación. En algunos casos, si algo malo sucede, la mujer automáticamente trata de disociarlo. Es una manera de prevenir demasiado dolor y sufrimiento. Si cualquiera de las dos, la disociación o la parálisis, suceden parecerá que la mujer puede recibir un mayor castigo cuando en realidad lo mejor que podría hacerse es detener el proceso e intentar contenerla psicológicamente.

Los hombres necesitan conocer el riesgo de que estas cosas sucedan y trabajar en contra de esto. El spanking si no es constructibo y conecta a la pareja, puede ser destructivo, riesgoso o abusivo. Tengan cuidado si sus esposas nunca lloran. Pueden estar bien como Louise y otras que nunca lloran o puede estar cualquier cosa menos bien. Puede tener el mismo estado de ánimo que una mujer golpeada. Cuando tengas dudas habla con ella para comprobar si lo que estás haciendo no está causando parálisis o disociación.

Si algo sale seriamente mal (físicamente) debes llamar a un número de emergencias de tu país. Si no deseás llamar a una ambulancia en caso de emergencia no hagas nada que pueda eventualmente correr ese riesgo.

Este es uno de los casos en que yo no concuerdo 100% con los criterios de esa página. Es decir, estoy de acuerdo con algunas cuestiones porque entiendo que lo que sucede cuando no podemos llorar es una disociación y eso me sirve para explicar lo que a mi me pasa. Es decir, muchas veces cometemos algunos errores (involuntariamente) y esa situación genera un estrés tal que preferimos separar eso de las sesiones de castigos reales.
Nunca se me ocurriría pensar que Patricio tenga tanta responsabilidad en lo que se refiere a mi capacidad para llorar (o incapacidad en algunos casos). Algunas veces simplemente no podemos unir todas las piezas como para que el descenlace sea satisfactorio y en todo caso (en algunas ocasiones) es responsabilidad de los dos. Creo que decir que algunas mujeres se sienten golpeadas o abusadas en una relación de disciplina pautada es una exageración. Ni siquiera teniendo en cuenta el término "algunas". Lo puse en la traducción pero queda claro que es una expresión de la autora.
Estoy convencida que el dolor, si bien está presente y sin duda nos moviliza, no es un estimulante suficiente para causar el llanto. Por eso entiendo que el motivo es exclusivamente la disociación.. no entiendo a qué se refiere con la parálisis, salvo que sea una forma de expresar lo mismo, es decir la ausencia de la asociación entre el castigo físico intenso y las causas del castigo.
Pienso además que es uno de los temas más complejos. Es que he llorado unas cuantas veces y es realmente un alivio muy grande. Pero realmente me cuesta mucho hacerlo, aunque supongo que una posibilidad sería trabajar en eso.
Pero ¿Acaso es el llanto una regla lo suficientemente general como para medir el éxito de la disciplina? Sé de mujeres que lloran antes de que el castigo comience. Conozco a una mujer que no puede evitar que pequeños gritos y sollozos salgan de su boca al escuchar el sonido de una cane cortando el aire. (Sugestión avanzada ;))
Supongo además, como ya dije antes, que una paliza de esta magnitud, que involucra que la mujer baje todas las defensas y llore, no es necesaria en todas las ocasiones.

Comentarios

Anónimo dijo…
holas. estoy al borde de las lágrimas.

- laia: los castigos vuelven pero el dolor pasa. la verdad? dejá de hacerte la cabeza y lamentarte y bajate la bombacha de una vez.

- chico de kitty: mirá q a tu chica le está empezando a fascinar la DD y de paso se porta mal olvidando nombres. no sé. hacé algo.

- dijo un chino: mejor q hablar del spanking es poner la cola y dejar q hable el cepillo
Anónimo dijo…
Menos mal que TB no es mi pareja. Me atrae mucho la dd pero con una persona tan estricta me moriria de miedo. Contigo no me atrevería ni a llorar ¿Todos son iguales?¿esto es parte de la dd?
Besos a todos.
maria dijo…
Hola a todos!!
Me voy a meter en la discusión una vez más... ¡No me digan que no esperamos que sean así de estrictos! No sólo en la dd sino en cualquier práctica de spanking. Ellos no pueden dudar. Y si en el spanking en general esperamos que el spanker tenga tal determinación, en la disciplina directamente es una característica excluyente.

Es mi opinión obviamente... lo que pasa es que no entiendo cómo puede atraerte la dd H, si no es con alguien que pueda tomar las riendas. Patricio, aunque no escribe demasiado, tiene marcadamente ese estilo. Si bien a veces necesitamos despegarnos de la teoría este es uno de los casos en que creo que no hay alternativas de menor calibre. Entonces mi opinión es: deberían ser todos así. (De hecho los que juegan de verdad lo son).
Si tienen una relación de respeto y cuidado con sus esposas y reglas claras no hay nada que temer. Es decir, hay mucho que temer, pero es parte del juego. Y no es caprichoso ni se rige por los movimientos de los astros. La decisión siempre de alguna manera la tomamos nosotras. Si no querés correr esos riesgos (de que hable el cepillo) simplemente debés portarte bien.
Besos a todos..

María
Anónimo dijo…
A ver, parece que me he explicado mal. La verdad es que no sé lo que quiero. Desde pequeña tengo la fantasía de que un hombre me pongan sobre sus rodillas y me den unos azotes e imponga su autoridad. La realidad es que he sido (me he comportado) como una mujer independiente, emancipada, autosuficiente. No sé como puedo dar ese paso, pasarle el testigo a mi pareja y que sea él la autoridad competente. Lo dejo porque me estoy liando.
Besos a todos
Anónimo dijo…
TERCERA PARTE Y ÚLTIMA

Ahora estoy en la cocina. Me llega el murmullo del agua de la ducha. Pienso en otras veces que ella me pidió que nos bañáramos juntos. Me imagino enjabonando su cuerpo... Pero también hubo otras veces en que interrumpió una paliza y dejo pasar un tiempo ni muy largo ni muy corto (digamos unos 20 minutos) para seguir castigándome. Esto me molesta pero al mismo tiempo me gusta. Además tampoco es seguro pero en esta ocasión creo que en unos minutos la paliza continuará. La fantasía que tengo es la que finalmente se cumplirá pero mientras estoy allí en la cocina fumando y tomándome un café, sintiendo el ardor en mis nalgas (tomo el café parado porque por el momento no puedo sentarme)tengo miedo de los futuros azotes y al mismo tiempo de que no los haya. Estoy sexualmente excitado y al mismo tiempo nervioso (ansioso)porque el sexo tardará en llegar. Escuchó que el agua no corre más. Hay unos minutos de silencio. Escuho la puerta del baño que se abre y a María Paula que me llama ordenándome ir a la habitación. Tiene una toalla envuelta en sus cabellos y otra que le cubre el cuerpo. Me ordena acercarme. Mientras me mira fijamente a los ojos me desabrocha el cinturón (una vez más!) y me o saca con un movimiento rápido que imprime calor en mi cintura. Me dice que me desnude por completo y que me apoye en la pared. Agrega: "Me parece que últimamente no he sido muy clara o he sido demasiado condescendiente". "Esto es para que no se te olvide lo que tenés que hacer". Empieza a azotarme con el cinturón las nalgas. Si antes las nalgas me dolían ahora siento que un fuego las invade. No digo palabra. Me propongo resistir y ruego que sea breve. Trago algunos gemidos y mi respiración se acelera. Digo: "está bien, lo voy a recordar, mi amor, te lo juro". Me da unos 4 o 5 azotes más. Hay unos segundos de silencio. A todos esto yo he tenido una nueva erección. De pronto me dice: "date vuelta". Lo hago y la veo desnuda sentada en la punta de la cama con las piernas abiertas. Me dice: "chupame". Me arrodillo y comienzo a practicarle sexo oral. Ella me toma de los cabellos mientras lo hago. A partir de aquí empiezo a tenr una mayor libertad de movimientos, ya no es necesario esperar sus órdenes pero de todos modos es en líneas generales ella la que ordena los movimientos con algún gesto, alguna orden esporádica o simplemente porque terminamos en una posición en la que ella controla los movimientos. REcorro todos los rincones de su cuerpo con mi pene y con mi boca y ella lo hace con el mío. Disfrutamos del sexo y finalmente nos dormimos abrazados, su cabeza en mi pecho y su respiración en mi rostro.

Bueno. Espero que esto haya cubierto las expectativas de La lectora María Paula y de todos aquellos a los que les interese el tema. Trate de profundizar en los aspectos verdaderamente diferentes. Como ven el componente sexual es el eje del juego del castigo y sin embargo mantiene cierto aspecto de una relación de DD.
María, en cuanto a poner la historia en un post yo no tengo ningún incoveniente. Si los demás están de acuerdo me parece bien.
Saludos a todos.
maria dijo…
Hola H.. es mi error. Es que yo soy categórica, tiendo a tener posiciones extremas.. :) Es una de las cosas que no puedo eviar. Creo fervientemente que (en la relación de dd) hay un modo en que las cosas "deben ser" pero eso no significa que además una mujer no puede seguir siendo independiente, emancipada y autsuficiente... Él no se transforma en la autoridad absoluta ni toma las decisiones que tenés que tomar vos. Nada más en algunas ocasiones pactadas tiene el derecho de retarte o castigarte por romper ciertas reglas.
La cuestión no es qué te dice o qué autoridad tiene sino qué queremos nosotras. El único acto de libertad posible para mi es buscar el deseo. Después de todo en todas las parejas hay una lucha de poderes (haya disciplina involucrada o no) y si lo miramos bien nada puede ser más liberador que una paliza. Hay que sacarse las ideas que tenemos a priori y animarnos a encontrar lo que queremos.
Un beso.. (Disculpame si estoy pasada de vuelta.. son estos días)

María

PD: Iván, más tarde voy a poner un comentario sobre tu relato. Un beso.

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