Ok. Les recuerdo que esta es una paliza imaginaria pero al mismo tiempo real puesto que todo esto alguna vez ocurrió pero no necesariamente el mismo día ni en el mismo orden.
Primera Parte
Ella llega a mi casa un viernes a la tarde. Yo ya sabía que iba a venir y entonces le tengo preparado un café fuerte y grande. Nos damos un beso en los labios y mientras nos preguntamos las preguntas de rigor de "como te fue" y "que tal tu día" yo la ayudo a sacarse la campera o el saco (supongamos que es invierno)y agarro su cartera y los cuelgo en el perchero que está al lado de la puerta. Esto es un indicio de que hay cierto ambiente propicio pero solo por ahora es un indicio, nada concluyente. Me refiero a que se detuvo para que yo le sacara la campera, me entregó la cartera (el perchero está al lado de la puerta que acaba de cruzar). Esto puede ser un indicio de que desea tener una situación controlada y de saber que yo estoy allí para lo que necesite y cuando lo necesite. Se complementa con cierto tono de voz, cierta mirada que se podría comparar a la de una reina cuando esta frente a un subdito de mucha confianza. Esto es importante, no es la actitud de la reina frente a su más mísero esclavo sino frente a un subdito fiel. Ella se sienta en el sofá y me dice "traeme el cafe aquí" porque da por hecho que el cafe esta listo y preparado y de que se lo voy a llevar, lo cual me gusta. Llevo con una bandejita la taza d ecafe y la apoyo en la mesita ratona. Ella dice elevando apenas un poco el tono de voz: "te dije que no pusieras tan cerca del sillon esta mesa porque despues no hay espacio para poner las piernas". Yo corro la mesa y le alcanzo la taza. Ella apoya el brazo que sostiene la taza en el brazo del sillón y bebe. Yo la miro y pienso que es hermosa, que la quiero y que hoy esta particularmente sensual. Ella dice "sacame los zapatos" y extiende su pierna. En mi mente hay un click. No dijo "por favor" o "ayudame a sacarme..." Esto puede ser otro indicio pero tampoco es nada concluyente. Yo me arrodillo y mientras con una mano sostengo su pierna, con la otra voy desabrochando las hebillas del zapato. En esa posición veo su bombacha (apenas)pues está en pollera y me pongo un poco nervioso pues comenzo a sentir un pequeño, todavía muy pequeño deseo sexual. Ella mira un poco impacientemente y dice "¿Qué pasa?" como diciendo por qué tardás tanto. Apenas le saco el zapato baja la pierna sube la otra y repito la operación. Ella me observa sin dejar de tomar su café. Hago ademán de levantarme y me dice "No dije que te levantaras". Esto es algo más que un indicio pues no hay nada escrito ni dicho ni consensuado que diga que yo no me puedo mover si ella no me lo dice, por lo menos no en una situación común como esta. Ella agrega: "Me gusta verte arrodillado a mis pies".
Segunda parte
Ella agrega: "Me gusta verte arrodillado a mis pies". Lo dice sonriendo. Yo le sonrío también. Ella se pone de pie. Ahora su vientre está a la altura de mi rostro. La abrazo y apoyo la cara en su vientre. Ella pone las manos sobre mi cabeza. Con un movimiento de sus manos me indica que levante mis ojos hacia ella. Me dice; "Sacame las medias. Tengo calor". Paso mi mano debajo de sus polleras buscando el elástico de las medias. Las bajo. Levanta un pie, luego el otro. Ella se sostiene levemente de mis hombros y de mi pelo. La escena es suave, sin violencia y la vivo un tanto eróticamente, pero al mismo tiempo es muy evidente que la situación es como ella quiere que sea. En este punto está gran parte del erotismo que yo vivo en ella. Un movimiento de su cuerpo hace que yo la suelte se pone a caminar por el living y me dice "ordená esto" y con gesto vago entiendo que se refiere a las medias que quedaron en el sofa y a la taza que quedó apoyada en el brazo del sofá. Me levanto y hago lo que me dice. Termino de lavar la taza, regreso al living. Ella está sentada en el medio del sofá con los brazos extendidos. Su cara es seria. Me siento al lado de ella. Cada tanto la acaricio, la abrazo, la beso. Mientras me pregunta sobre qué vamos a comer a la noche, si alquilé la película que queríamos ver, las cosas que hice durante la semana. Algunas cosas puntuales de mi trabajo. Me cuenta también sobre el suyo. Me acaricia la nuca. Así pasan unos minutos. De pronto me pregunta: "Te bañaste?". Le digo que sí. Ella dice :"La calefacción está demasiado alta". "Sacame la blusa". Empiezo a desabrochar los botones. Estoy un poco nervioso porque estoy cada vez más convencido de que todo esto es el clima previo a una paliza pero no sé exactamente por qué será la paliza. Estoy un poco torpe con los botones y me pregunta "¿estás nervioso?". Le digo que sí y evito mirarla a los ojos. Además me estoy excitando sexualmente a medida que su piel empieza a aparecer ante mis ojos.
Ella está muy "pancha" y su parsimonia me dificulta sacarle la camisa. Tiene una mueca burlona parecida a una sonrisa. Le pregunto: "el corpiño también?" "Ajá" es la respuesta. Cuando tengo sus senos frente a mis ojos me pregunta: "Te gustan?" -"Sí" - En un movimiento muy rápido abre sus piernas. Ahora si le veo la bombacha en primer plano y tocándose su sexo con un golpecito me dice "Y esta también?" -Le respondo que sí. Me ordena que me pare. Ella sigue sentada. Comienza a desabrocharme el cinturón, me pasa la mano por el pantalón y nota que tengo una erección, me baja el pantalón y el calzoncillo. Estoy con los pantalones en los tobillos, con ganas de penetrarla, a escasos segundos de recibir una nalgada (como mínimo y ya absolutamente convencido)y preguntándome qué hice para merecer esto. Me señala que me ponga en posición sobre sus rodillas. Sin dejar de obedecer alcanzo a decir "Pero por qué?". Me va diciendo los motivos uno a uno a medida que los golpes bajan. La conversación anterior le hizo descubrir varias desobediencias; la recorrida que hizo por la casa mientras yo estaba en la cocina, también. Al principio los golpes son espaciados. Un motivo pueden ser varias oraciones, así que enuncia el motivo y viene la nalgada. Pero una vez que culmina con los motivos los golpes de mano son más seguidos. Ahora hace una única pregunta: "Por qué?" Al principio niego algunas acusaciones, le resto importancia a otras. Pero los golpes son cada vez más seguidos y más fuertes. Empiezo a apretar los labios, a tensionarme, a moverme. En un momento me dice "Puedo estar así toda la noche así que no te muevas". Empiezo a admitir los errores con algun "me olvidé" o "no lo pude evitar", la enoja particuarmente cuando le contesto "No sé". El dolor en las nalgas es intenso y ardiente. Estoy muy excitado. Quiero que la paliza acabe y quiero tener sexo. El movimiento de la paliza frota mi sexo sobre sus piernas; cuando ella se agacha para "gritarme" en la oreja, sus senos tocan mi espalda. Empiezo a ceder y a decir "tenés razón, perdoname, no lo voy a hacer". Ella sigue golpeándome y termino suplicando "basta, por favor, basta te voy a obedecer, te lo juro". Finalmente se detiene y me dice "andá al rincón, de rodillas, manos en la nuca". Obedezco. Escucho que va a la habitación, abre los cajones. Sé lo que está haciendo: está preparando ropa para cambiarse. Vuelve y me dice: "está bien podés levantarte". Me levanto y me doy vuelta. Voy a subirme los pantalones cuando ella me besa en la boca mientras su mano acaricia mi sexo. Mis nalgas ardientes tocan la fría pared y siento un enorme alivio que junto con su beso y sus caricias me parece un bálsamo contradictorio puesto que la excitación que se estaba perdiendo vuelve a reactivarse. Le toco los senos y ella me saca las manos con un gesto rápido mientras con la otra mano apreta mi pene y me dice: "Ya sé lo que querés" "Pero no creas que esto terminó". "Terminá de desnudarme". Vuelvo a arrodillarme y le bajo la pollera y las bombachas. Le beso el pubis pero me rechaza con un gesto y me dice "Portate bien" "Ponete el pantalón" "Me voy a bañar". Miro cómo se va desnuda hacia el baño.
Tercera parte
Ahora estoy en la cocina. Me llega el murmullo del agua de la ducha. Pienso en otras veces que ella me pidió que nos bañáramos juntos. Me imagino enjabonando su cuerpo... Pero también hubo otras veces en que interrumpió una paliza y dejo pasar un tiempo ni muy largo ni muy corto (digamos unos 20 minutos) para seguir castigándome. Esto me molesta pero al mismo tiempo me gusta. Además tampoco es seguro pero en esta ocasión creo que en unos minutos la paliza continuará. La fantasía que tengo es la que finalmente se cumplirá pero mientras estoy allí en la cocina fumando y tomándome un café, sintiendo el ardor en mis nalgas (tomo el café parado porque por el momento no puedo sentarme)tengo miedo de los futuros azotes y al mismo tiempo de que no los haya. Estoy sexualmente excitado y al mismo tiempo nervioso (ansioso)porque el sexo tardará en llegar. Escuchó que el agua no corre más. Hay unos minutos de silencio. Escuho la puerta del baño que se abre y a María Paula que me llama ordenándome ir a la habitación. Tiene una toalla envuelta en sus cabellos y otra que le cubre el cuerpo. Me ordena acercarme. Mientras me mira fijamente a los ojos me desabrocha el cinturón (una vez más!) y me o saca con un movimiento rápido que imprime calor en mi cintura. Me dice que me desnude por completo y que me apoye en la pared. Agrega: "Me parece que últimamente no he sido muy clara o he sido demasiado condescendiente". "Esto es para que no se te olvide lo que tenés que hacer". Empieza a azotarme con el cinturón las nalgas. Si antes las nalgas me dolían ahora siento que un fuego las invade. No digo palabra. Me propongo resistir y ruego que sea breve. Trago algunos gemidos y mi respiración se acelera. Digo: "está bien, lo voy a recordar, mi amor, te lo juro". Me da unos 4 o 5 azotes más. Hay unos segundos de silencio. A todos esto yo he tenido una nueva erección. De pronto me dice: "date vuelta". Lo hago y la veo desnuda sentada en la punta de la cama con las piernas abiertas. Me dice: "chupame". Me arrodillo y comienzo a practicarle sexo oral. Ella me toma de los cabellos mientras lo hago. A partir de aquí empiezo a tenr una mayor libertad de movimientos, ya no es necesario esperar sus órdenes pero de todos modos es en líneas generales ella la que ordena los movimientos con algún gesto, alguna orden esporádica o simplemente porque terminamos en una posición en la que ella controla los movimientos. REcorro todos los rincones de su cuerpo con mi pene y con mi boca y ella lo hace con el mío. Disfrutamos del sexo y finalmente nos dormimos abrazados, su cabeza en mi pecho y su respiración en mi rostro.
Primera Parte
Ella llega a mi casa un viernes a la tarde. Yo ya sabía que iba a venir y entonces le tengo preparado un café fuerte y grande. Nos damos un beso en los labios y mientras nos preguntamos las preguntas de rigor de "como te fue" y "que tal tu día" yo la ayudo a sacarse la campera o el saco (supongamos que es invierno)y agarro su cartera y los cuelgo en el perchero que está al lado de la puerta. Esto es un indicio de que hay cierto ambiente propicio pero solo por ahora es un indicio, nada concluyente. Me refiero a que se detuvo para que yo le sacara la campera, me entregó la cartera (el perchero está al lado de la puerta que acaba de cruzar). Esto puede ser un indicio de que desea tener una situación controlada y de saber que yo estoy allí para lo que necesite y cuando lo necesite. Se complementa con cierto tono de voz, cierta mirada que se podría comparar a la de una reina cuando esta frente a un subdito de mucha confianza. Esto es importante, no es la actitud de la reina frente a su más mísero esclavo sino frente a un subdito fiel. Ella se sienta en el sofá y me dice "traeme el cafe aquí" porque da por hecho que el cafe esta listo y preparado y de que se lo voy a llevar, lo cual me gusta. Llevo con una bandejita la taza d ecafe y la apoyo en la mesita ratona. Ella dice elevando apenas un poco el tono de voz: "te dije que no pusieras tan cerca del sillon esta mesa porque despues no hay espacio para poner las piernas". Yo corro la mesa y le alcanzo la taza. Ella apoya el brazo que sostiene la taza en el brazo del sillón y bebe. Yo la miro y pienso que es hermosa, que la quiero y que hoy esta particularmente sensual. Ella dice "sacame los zapatos" y extiende su pierna. En mi mente hay un click. No dijo "por favor" o "ayudame a sacarme..." Esto puede ser otro indicio pero tampoco es nada concluyente. Yo me arrodillo y mientras con una mano sostengo su pierna, con la otra voy desabrochando las hebillas del zapato. En esa posición veo su bombacha (apenas)pues está en pollera y me pongo un poco nervioso pues comenzo a sentir un pequeño, todavía muy pequeño deseo sexual. Ella mira un poco impacientemente y dice "¿Qué pasa?" como diciendo por qué tardás tanto. Apenas le saco el zapato baja la pierna sube la otra y repito la operación. Ella me observa sin dejar de tomar su café. Hago ademán de levantarme y me dice "No dije que te levantaras". Esto es algo más que un indicio pues no hay nada escrito ni dicho ni consensuado que diga que yo no me puedo mover si ella no me lo dice, por lo menos no en una situación común como esta. Ella agrega: "Me gusta verte arrodillado a mis pies".
Segunda parte
Ella agrega: "Me gusta verte arrodillado a mis pies". Lo dice sonriendo. Yo le sonrío también. Ella se pone de pie. Ahora su vientre está a la altura de mi rostro. La abrazo y apoyo la cara en su vientre. Ella pone las manos sobre mi cabeza. Con un movimiento de sus manos me indica que levante mis ojos hacia ella. Me dice; "Sacame las medias. Tengo calor". Paso mi mano debajo de sus polleras buscando el elástico de las medias. Las bajo. Levanta un pie, luego el otro. Ella se sostiene levemente de mis hombros y de mi pelo. La escena es suave, sin violencia y la vivo un tanto eróticamente, pero al mismo tiempo es muy evidente que la situación es como ella quiere que sea. En este punto está gran parte del erotismo que yo vivo en ella. Un movimiento de su cuerpo hace que yo la suelte se pone a caminar por el living y me dice "ordená esto" y con gesto vago entiendo que se refiere a las medias que quedaron en el sofa y a la taza que quedó apoyada en el brazo del sofá. Me levanto y hago lo que me dice. Termino de lavar la taza, regreso al living. Ella está sentada en el medio del sofá con los brazos extendidos. Su cara es seria. Me siento al lado de ella. Cada tanto la acaricio, la abrazo, la beso. Mientras me pregunta sobre qué vamos a comer a la noche, si alquilé la película que queríamos ver, las cosas que hice durante la semana. Algunas cosas puntuales de mi trabajo. Me cuenta también sobre el suyo. Me acaricia la nuca. Así pasan unos minutos. De pronto me pregunta: "Te bañaste?". Le digo que sí. Ella dice :"La calefacción está demasiado alta". "Sacame la blusa". Empiezo a desabrochar los botones. Estoy un poco nervioso porque estoy cada vez más convencido de que todo esto es el clima previo a una paliza pero no sé exactamente por qué será la paliza. Estoy un poco torpe con los botones y me pregunta "¿estás nervioso?". Le digo que sí y evito mirarla a los ojos. Además me estoy excitando sexualmente a medida que su piel empieza a aparecer ante mis ojos.
Ella está muy "pancha" y su parsimonia me dificulta sacarle la camisa. Tiene una mueca burlona parecida a una sonrisa. Le pregunto: "el corpiño también?" "Ajá" es la respuesta. Cuando tengo sus senos frente a mis ojos me pregunta: "Te gustan?" -"Sí" - En un movimiento muy rápido abre sus piernas. Ahora si le veo la bombacha en primer plano y tocándose su sexo con un golpecito me dice "Y esta también?" -Le respondo que sí. Me ordena que me pare. Ella sigue sentada. Comienza a desabrocharme el cinturón, me pasa la mano por el pantalón y nota que tengo una erección, me baja el pantalón y el calzoncillo. Estoy con los pantalones en los tobillos, con ganas de penetrarla, a escasos segundos de recibir una nalgada (como mínimo y ya absolutamente convencido)y preguntándome qué hice para merecer esto. Me señala que me ponga en posición sobre sus rodillas. Sin dejar de obedecer alcanzo a decir "Pero por qué?". Me va diciendo los motivos uno a uno a medida que los golpes bajan. La conversación anterior le hizo descubrir varias desobediencias; la recorrida que hizo por la casa mientras yo estaba en la cocina, también. Al principio los golpes son espaciados. Un motivo pueden ser varias oraciones, así que enuncia el motivo y viene la nalgada. Pero una vez que culmina con los motivos los golpes de mano son más seguidos. Ahora hace una única pregunta: "Por qué?" Al principio niego algunas acusaciones, le resto importancia a otras. Pero los golpes son cada vez más seguidos y más fuertes. Empiezo a apretar los labios, a tensionarme, a moverme. En un momento me dice "Puedo estar así toda la noche así que no te muevas". Empiezo a admitir los errores con algun "me olvidé" o "no lo pude evitar", la enoja particuarmente cuando le contesto "No sé". El dolor en las nalgas es intenso y ardiente. Estoy muy excitado. Quiero que la paliza acabe y quiero tener sexo. El movimiento de la paliza frota mi sexo sobre sus piernas; cuando ella se agacha para "gritarme" en la oreja, sus senos tocan mi espalda. Empiezo a ceder y a decir "tenés razón, perdoname, no lo voy a hacer". Ella sigue golpeándome y termino suplicando "basta, por favor, basta te voy a obedecer, te lo juro". Finalmente se detiene y me dice "andá al rincón, de rodillas, manos en la nuca". Obedezco. Escucho que va a la habitación, abre los cajones. Sé lo que está haciendo: está preparando ropa para cambiarse. Vuelve y me dice: "está bien podés levantarte". Me levanto y me doy vuelta. Voy a subirme los pantalones cuando ella me besa en la boca mientras su mano acaricia mi sexo. Mis nalgas ardientes tocan la fría pared y siento un enorme alivio que junto con su beso y sus caricias me parece un bálsamo contradictorio puesto que la excitación que se estaba perdiendo vuelve a reactivarse. Le toco los senos y ella me saca las manos con un gesto rápido mientras con la otra mano apreta mi pene y me dice: "Ya sé lo que querés" "Pero no creas que esto terminó". "Terminá de desnudarme". Vuelvo a arrodillarme y le bajo la pollera y las bombachas. Le beso el pubis pero me rechaza con un gesto y me dice "Portate bien" "Ponete el pantalón" "Me voy a bañar". Miro cómo se va desnuda hacia el baño.
Tercera parte
Ahora estoy en la cocina. Me llega el murmullo del agua de la ducha. Pienso en otras veces que ella me pidió que nos bañáramos juntos. Me imagino enjabonando su cuerpo... Pero también hubo otras veces en que interrumpió una paliza y dejo pasar un tiempo ni muy largo ni muy corto (digamos unos 20 minutos) para seguir castigándome. Esto me molesta pero al mismo tiempo me gusta. Además tampoco es seguro pero en esta ocasión creo que en unos minutos la paliza continuará. La fantasía que tengo es la que finalmente se cumplirá pero mientras estoy allí en la cocina fumando y tomándome un café, sintiendo el ardor en mis nalgas (tomo el café parado porque por el momento no puedo sentarme)tengo miedo de los futuros azotes y al mismo tiempo de que no los haya. Estoy sexualmente excitado y al mismo tiempo nervioso (ansioso)porque el sexo tardará en llegar. Escuchó que el agua no corre más. Hay unos minutos de silencio. Escuho la puerta del baño que se abre y a María Paula que me llama ordenándome ir a la habitación. Tiene una toalla envuelta en sus cabellos y otra que le cubre el cuerpo. Me ordena acercarme. Mientras me mira fijamente a los ojos me desabrocha el cinturón (una vez más!) y me o saca con un movimiento rápido que imprime calor en mi cintura. Me dice que me desnude por completo y que me apoye en la pared. Agrega: "Me parece que últimamente no he sido muy clara o he sido demasiado condescendiente". "Esto es para que no se te olvide lo que tenés que hacer". Empieza a azotarme con el cinturón las nalgas. Si antes las nalgas me dolían ahora siento que un fuego las invade. No digo palabra. Me propongo resistir y ruego que sea breve. Trago algunos gemidos y mi respiración se acelera. Digo: "está bien, lo voy a recordar, mi amor, te lo juro". Me da unos 4 o 5 azotes más. Hay unos segundos de silencio. A todos esto yo he tenido una nueva erección. De pronto me dice: "date vuelta". Lo hago y la veo desnuda sentada en la punta de la cama con las piernas abiertas. Me dice: "chupame". Me arrodillo y comienzo a practicarle sexo oral. Ella me toma de los cabellos mientras lo hago. A partir de aquí empiezo a tenr una mayor libertad de movimientos, ya no es necesario esperar sus órdenes pero de todos modos es en líneas generales ella la que ordena los movimientos con algún gesto, alguna orden esporádica o simplemente porque terminamos en una posición en la que ella controla los movimientos. REcorro todos los rincones de su cuerpo con mi pene y con mi boca y ella lo hace con el mío. Disfrutamos del sexo y finalmente nos dormimos abrazados, su cabeza en mi pecho y su respiración en mi rostro.
Comentarios
Iván... Estuve leyendo atentamente tu relato y pienso que en líneas generales tal vez no haya tanta diferencia entre lo que siente o le gusta a un hombre y una mujer que asumen el mismo rol. Hay detalles de tu relato con los que obviamente no me identifico como por ejemplo esa actitud de reina que tiene tu novia y como le lleves el café, etc. como preámbulo de una paliza que sabés que se te viene. Voy a tratar de no generalizar pero yo al menos es muy poco probable que antes de un castigo me ponga en una actitud tan sumisa... y haga cosas como esa o, por ejemplo, sacarle los zaptos! Lo más probable es que trate de discutir o posponer la situación. Pero ahí me doy cuenta que esas son las cuestiones sexuales que nos diferencian, no? Porque jamás me pondría de rodillas, pero sí me gusta que Patricio me rete y me saque de un brazo (incluso adelante de gente que no tiene nada que ver con la escena) y no hay nada de honorable en eso, sino que a cada cual le gusta lo que le gusta.
Entonces, como decía, tal vez yo hubiera opuesto bastante más resistencia. Pero otras cosas me gustan así (aunque como a vos a veces no me gusten) por ejemplo estuvo bien que te hiciera esperar para tener sexo.. Creo que en eso los hombres pueden manejar menos la espera (spankers o spankees jeje) pero deberían hacerlo. Y me gusta también eso de dejar pasar un tiempo y al rato decir: "esto todavía no terminó.." La excitación aumenta si no hay descarga pero al mismo tiempo uno puede enfriarse un poco o esperar que termine de una vez. En esas cosas creo que no hay diferencias.
Me acuerdo que te dije que me gustaban los imperativos.. y me quedé pensando en eso. Puede que me gusten pero sólo en ciertas circunstancias. En el 90% de los casos me provocan hacer todo lo contario. Creo que la resistencia es debido a que las mujeres somos mucho menos claras para expresar lo que deseamos. He observado que los hombres ponen directamente: quiero tal cosa o tal otra y supongo que pueden pedirla abiertamente de la misma manera. Las mujeres en cambio pueden llegar a negar lo que más desean con tanta fuerza que se necesita un hombre muy decidido para romper la barrera. Pero como se sabe no siempre que decimos no queremos realmente decir eso..
Gracias por compartir este texto. Supongo que María Paula (ambas) estará satisfecha.
Te mando un beso grande.
María
Espero que todo os vaya de maravilla.
María: He vuelto!!! Siento este tiempo sin poner post pero llevo casi 2 meses con mi adorado y mimado objeto de trabajo (o lo que es lo mismo: mi portátil) enfermito, y por lo tanto, aparte de una ingente cantidad de trabajo atrasado no he podido dejar comentarios (no me atrevo mucho a entrar desde el ordenador del salón...no quiero dejar el rastro de las páginas que visito a los cándidos ojos de mi "querido" hermanito mayor (alguien tiene un cuchillo o una máquina del tiempo que me pueda llevar al futuro dentro de un año después de que se case para no tener que aguantarlo más? Graciaaaasss). Ya perdí la cuenta de cuantos post pusiste desde que no te dejo comentarios, pero por lo que recuerdo....están todos guay....a ver....espera que rememoro...ah, sí! Me alegro de que Patri(cio) (quiero acortar!!!!!) se haya recuperado...yo tb pase por tres odiosas semanas de bronquitis este mes pasado, así que me compadezco del pobre.
Ah! Hitchcock...no trago a ese hombre y menos sus pelis (ya sé, no me matéis! es mi humilde opinion...) por lo tanto me parecio un tanto tedioso ese post.
El de "Castigo real" me chifló!!!!! Como siempre, para mi criterio, fue un poco duro, pero ya sabéis Patricio y tu que mi criterio de lo que es "duro" es bastante flojillo...por lo menos para los criterios de Patricio (aunque nunca llegó a contestar a mi razonamiento...¬¬ Te tengo fichado, Patricio, ya sé de un argentino al que voy a asesinar si esta españolita va a por allí algún día, y no te salva nadie! Muajuajuajuaaa (risa de loca)). Pero tb tiene elementos de esos que son ideales para las fantasias, jeje, aunque no hace gracia cuando un castigo como este se pone en práctica. Elementos como la espontaneidad...un momento es la vida completamente normal de cualquier pareja que recién llega del trabajo...gestos cariñosos, hablar del día...al momento siguiente todo deriva a una falta y su inminente castigo. Eso de no calentar...da la apariencia de, como bien titulaste, "un castigo real"...No sé, me gusta esa idea de no ser la spankee la que controla la situación...es decir, claro que no vas a dejar que te mate a azotes cuando ya sobrepasaste tu límite, pero en una pareja como la tuya, que os conocéis hasta un punto que no todo el mundo alcanza, Patricio sabe cual es tu límite, sabe interpretar perfectamente los signos de hasta donde aguantas...es como una especie de reto...jugar con los límites de la resistencia. Me encantaría que mi pareja fuera spanker y tener una relación como la vuestra, llegar a ese grado de conocimiento como para dejar que en un momento dado controle la situación. Las fantasías se basan en realidades y eso es lo que nos excita, sobre todo si llevas la fantasía a la realidad te gusta hacerlo lo más realista posible (perdonad las redundancias...menudó intento de filóloga que soy...jajajaja). Este último comentario también vale para el post siguiente a ese. Las dos partes de la traducción no lo comento mucho porque no estoy de acuerdo practicamente en nada de lo que dice. Las lágrimas..., pienso que toda persona orgullosa trata de reprimirlas hasta un límite. El estado de paralización se puede dar, pero en mi caso, por lo menos, se daría si me sintiera incómoda con la situación en un momento dado, si no me sintiera dentro del "papel" entonces sentiría vergüenza y pensaría "qué tontería estoy haciendo?". A eso le llamo yo paralizarse. A quedarse inmóvil y tragándome el más mínimo gesto, gemido, grito, por vergüenza y orgullo. Ahora...si estás "metida en el papel" yo creo que está bien que se llegue a las lágrimas...pero es subjetivo. Hay personas a las que le cuesta un montón llegar ahí, como a tí, hay gente con más facilidad...algunas que lloran con la primera nalgada...no me parece un factor demasiado fiable. Por eso creo que en una relacion así la pareja tiene que conocerse MUY bien y compenetrarse a la perfección si no puede dar lugar a malentendidos que estropearían cualquier relación.
Mmmm, sigo luego...o mañana, que ahora tengo que irme. Y pongo un comentario a Iván.
Besitos a tod@s!!!! Ciao!
Bueno, sigo. Respecto a la historia de Iván...estoy de acuerdo con María en esa diferencia...aunque no creo que sea cuestion de sexos, si no más bien algo subjetivo. Yo jamás tendría una actitud taaannnn malditamente sumisa. jejeje. Va en contra de mi naturaleza. Soy justamente lo contraria. Intensamente rebelde. Justamente es esa sensación de tener tanta rebeldía y cabezonería las ganas de que me pongan un límite tan drástico como son mis comportamientos y mis decisiones. Alguien que tenga una voluntad tan fuerte como la mía o más, de modo que sea capaz de doblegarme y ceder. Para mí es eso... una especie de necesidad que me excita muchísimo cuando alguien lo consigue. Por eso no entra dentro de mis esquemas ser tan sumisa. Tampoco creo que las mujeres, -una posible diferencia de la spankee mujer y el spankee hombre?-, no creo que las mujeres estemos precisamente con la mente en el sexo. Personalmente soy capaz de separarlo...no tiene porqué haber sexo después y, aunque sea excitante una paliza, no siempre estamos pensando en el sexo. A pesar de la excitación, a veces las mujeres no podemos centrarnos más allá de la paliza presente, aunque al terminar la paliza estemos tan a mil que tengamos ganas de montárnoslo con nuestra pareja allí mismo. A mí una simple palmada en el trasero me saca la fiera que llevo dentro, qué más después de una buena azotaina. ¡¡¡Que tiemble Roma!!! :D
Respecto al resto de sensaciones creo que son bastante parecidas y no hay mucha diferencia.
Y como no sé que más iba a contar a la tarde....ya diré más cosas otros días. Jejeje. Hoy ya me he explayado un montón. Un besito!
P.D. Mariano....¡¡¡¿¿¿Cómo que hay algunos que abandonamos a María porque no ponemos comentarios??!!!! Otro futuro cadáver, como Patricio!!! Grrr.... Por lo menos leo a María, y le dejo los comentarios CUANDO PUEDO. No todos tenemos una vida tan ociosa como la tuya :P ¬¬ I HATE YOU!!! (nahhhh, es broma) Menos críticas!!!
Veo que te pusiste al día con los comentarios.. jaja. Bueno, te entiendo. Yo también tuve un problema con mi ordenador portátil (murió el disco, estoy monotemática al respecto, ya sé que ya lo dije, pero Patricio ya me va a poner uno nuevo en un día o dos y no voy a molestar más..) Concuerdo con vos, es el objeto más adorado que uno podría tener (el único fetiche que tengo son las laptops.. ni los celulares, ni los autos, ni el cuero jeje, ni la ropa, ni ningún otro.. aunque algunos llamarían al spanking "fetiche" y en ese caso tendría dos)
Ah Patricio.. esperar que conteste lo que uno quiere que conteste. Yo ya me resigné.. No van a creer pero apenas lo conocí le demandaba que hiciera o dijera tal cosa... muy mal, lo acosaba... Ahora que entendí que somos dos personas diferentes con personalidades fuertes y en el caso de él, uno no sabe con qué va a salir. (Así que puede que no responda una pregunta y obviamente que conteste cuando uno menos lo espera) Eso le pone pimienta al asunto. Nunca sabés si te va a castigar o no (aunque es bueno a esta altura que seguro te va a castigar el 99% de las veces) y obviamente menos sabés cómo va a proceder ni cuándo. Yo venía con muchas ideas previas (tenía una carta tipo la de la pianista) y él se encargó de desarmarla. A esta altura creo ese choque de personalidades (si son mínimamente compatibles) es lo mejor que le puede pasar a una pareja para no caer en la rutina.
Me quedé pensando en la aclaración de que las mujeres no estamos tanto por el sexo y pensaba que tenés razón.. De hecho yo también puedo separar bien una paliza del sexo, y no siempre necesito que las dos cosas vengan juntas. Aunque nos excitemos mucho, y la mayoría de las veces obviamente terminemos teniendo sexo (que es más intenso que si no hay paliza.. al menos en mi caso).
No te preocupes.. podés explayarte cuanto quieras.
Un beso..
María