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Humillación

Este es uno de los puntos más controversiales que existen en el mundo del spanking. Hace rato que quería hablar del tema pero lo fui evitando porque es una de esas cosas que no se discuten demasiado ya que hablar de eso implica enfrentarse con ideas que no concuerdan ideológicamente con nuestras sensaciones. Igualmente creo es necesario abrir el espectro de discusión (y de pensamiento) para que la experiencia sea lo más abarcadora posible.
Toda práctica de spanking tiene un componente de humillación. Algunas más y otras menos. Se tiende a pensar que el nivel de humillación es directamente proporcional al de sumisión y yo no estoy tan de acuerdo con eso. Creo que la cantidad de humillación tiene que ver, como todo en esta escena, con el gusto de los participantes pero sí o sí debe estar presente porque es necesario para que la paliza sea efectiva. No sólo como castigo sino como experiencia sexual
Además, no nos engañemos, es el punto donde más se concentra la excitación sexual y no en el golpe dado a las nalgas que es donde se descarga gran parte esa excitación acumulada. Decía que no sólo es necesario sino que es algo que necesariamente siempre está. Para evocar la sensación recordemos la primera paliza que recibimos en nuestra vida (o si no recibimos ninguna todavía es lo mismo, porque la primera paliza implicará que debamos someternos) y allí recordarán la vergüenza extrema de tener que bajarse la bombacha, arrodillarse, ponerse sobre las rodillas... o inclinarse sobre una mesa. Algunas tratarán de escapar a esa sensación resistiendo permanentemente, entonces son obligadas a ponerse sobre las rodillas, azotadas en las nalgas por la fuerza. El objetivo es mantener su dignidad intacta hasta el final. Vaya ilusión.. si hay algo que no queda en pie después de una buena sesión de spanking es esa falsa dignidad que viene de los convencionalismos sociales. Por un tiempo seremos más vulnerables pero definitivamente más auténticas.

Para experimentar algunas de estas sensaciones en su máxima potencia hay que someterse. Esto puede no ser válido ni necesario para todos los días, ni menos para todas las personas, pero sería bueno probarlo al menos una vez. Primero que nada aceptar el castigo. Aceptarlo implica concederle al spanker un lugar de autoridad. No se trata de si las cosas están realmente bien o mal según las reglas o leyes morales del mundo exterior. Somos conscientes de que nos portamos mal, no sabemos aún cómo va a lidiar nuestro spanker con ese mal comportamiento. Empezamos a preocuparnos porque entendemos que va a ser bastante duro aunque va a ser por nuestro bien. Pero mejor vayamos a un ejemplo (que podría ser real)...


Él entra en el dormitorio y encuentra a su chica tirada en la cama leyendo boca abajo. La lectura ha absorbido su atención de tal manera que no advierte su presencia por lo que él aprovecha para observarla. Está vestida con una remera y una bombacha de algodón que apenas le cubre las nalgas. Él piensa.. lamentablemente muy pronto estarán a la altura de las rodillas y esa cola blanca se teñirá de un color rojo intenso. Sigue la línea de su cuerpo con la mirada, el contorno de la cintura, el cabello cayendo sobre los hombros. Las piernas apenas flexionadas, moviéndose un poco como jugando. Su cuerpo es tan suave que tiene ganas de tocarla, abrazarla, acariciarla pero es su mujer y últimamente no se ha comportado como debía. Es hora de enseñarle cómo deben ser las cosas.
-Hola..
Ante el saludo breve ella se pone de pie, sale a su encuentro y rodea su cuello con sus brazos. Él le toma las manos y la sienta en la cama mientras la mira seriamente. Ella de pronto parece recordar, su expresión de alegría se transforma en preocupación.
-Te juro que me olvidé..
-No jures. Me dijiste que ibas a llevar los papeles hoy.
-Fue sin querer, creeme.. voy mañana.
-Mañana es demasiado tarde, hace una hora cerraron el trato..
-Nooo.. cómo pude olvidarme! ¿Qué vas a hacer ahora? Lo perdiste..
-No voy a hacer nada.. ¡fui a buscar las copias y las llevé yo hace media hora! ¿No me iba a quedar esperando que te despiertes?
Ella de pronto se relajó..
-Ah.. entonces está todo bien..
-No, nada está bien. Vamos a hablar muy seriamente de esto.
Termina de cambiarse la ropa. Ella hace un gesto de acercarse y hablar y él la toma de las muñecas y la vuelve a sentar en la cama.
-No quiero discutir absolutamente nada. Tengo que hacer algunas cosas en mi estudio, cuando te llame quiero que estés ahí.
Y abandonó el dormitorio.
Ella siente una mezcla de sensaciones. Sabe que se merece el castigo pero no puede evitar esa sensación de mariposas en el estómago. Se queda en el dormitorio, intenta leer pero no puede concentrarse. Lo único que ocupa su mente es el castigo que va a recibir. Se levanta, se pone un pantalón y se dirige al living, piensa si sería conveniente hacer algo positivo mientras espera pero no se le ocurre nada. Se lleva la computadora al dormitorio y espera que su marido termine con esa espera insufrible y la llame.
Una hora y media después escucha que la llama.
-Vení inmediatamente.
Los músculos parecen no responderle y sin embargo una fuerza desconocida hace que se ponga de pie y avance en dirección del estudio. Él toma asiento y la observa seriamente. Ella hace un gesto de tomar una silla..
-No.. quedate de pie. Sacate el pantalón.
Quisiera poder resistirse o argumentar algo a su favor pero no encuentra palabras. Tiene un nudo en la garganta. Varias veces ya olvidó algunas cosas que él le había pedido.. no lo hacía a propósito, pero debía reconocer que tampoco daba a esas cosas la debida importancia. Lentamente se sacó el pantalón y lo dobló sobre una silla.
-Inclinate sobre la mesa.. las palmas de las manos hacia abajo.
Hace lo que le dice.. Él la observa en silencio. Deja pasar unos minutos que parecen horas hasta que se pone de pie, se acerca, la observa.
-Había resultado irresponsable mi mujer..
-No.. lo olvidé, disculpame..
Él con la mano derecha le da varias nalgadas.
-No escuché bien.. ¿sos una irresponsable, no?
-No.. no me digas eso amor..
Él abre un cajón y saca una correa de cuero y una vara de mimbre. Toma la correa y se acerca.
-Me parece que vamos a tener que empezar de nuevo.
Marca con un movimiento el lugar exacto y le da dos correazos en las nalgas. Ella ahoga un grito.
-No te escucho.
Ella siente cómo los colores se le suben al rostro. Esconde la cara entre los brazos y mira fíjamente la mesa. Por esconder la cara recibe dos latigazos más con la correa.
-Estoy esperando.
Ella murmura apenas audible..
-Sí, soy una irresponsable..
-¿Cómo? No te escucho!
-¡Soy una irresponsable!
-Bien.. es verdad, lo sos. ¿Te gusta portarte mal no? ¿Dejarme esperando? ¿No escuchar lo que te pido?
-No...
Dos correazos más cambiaron la respuesta en un grito.
-Porque lo venís haciendo muy seguido últimamente. La bombacha hasta las rodillas.. vamos.
Hace lo que le dice una vez más. Las nalgas están coloradas. Tiene muchas ganas de frotarselas, esos golpes fueron dados con mucho ímpetu y sin ningún tipo de precalentamiento ni consideración. Sabe que esto apenas empezó y desea que termine, que lo haga muy rápido.. pero él se toma su tiempo.
-Esta vez te voy a dar 20 golpes de correa y 15 golpes de vara. Espero que sea suficiente para dejar las cosas claras acerca de este asunto.. si pronto me veo en la situación de volver a castigarte por este motivo creeme la vas a pasar muy mal.
-Sí, amor..
-Bien.. arqueá la espalda, puntas de pie, la cola hacia afuera.. Quiero que mantengas esta posición, porque si no lo hacés me veré obligado a empezar de nuevo, entendiste?
-Sí..
Ella esconde el rostro una vez más. La excitación le recorre todo el cuerpo... Aguanta bastante bien los primeros diez correazos pero no puede evitar sollozar. Él se detiene un momento para observarla. Eso fue crucial.. cuando decide retomar ella comienza a llorar.
-Disculpame.. por favor.. no voy a volver a olvidarme de nada que me pidas..
Las palabras se mezclan con sollozos.
-Sé que no te vas a olvidar, pero te merecés este castigo ¿no?
-Sí... (suspira)
-No te escuche..
La voz de él está perdiendo dureza.
-Sí.. amor. Me lo merezco.
El pone la mano en la cintura y presiona hasta que la cola de ella vuelve a quedar en la posición deseada. Sin bajar la intesidad termina con lo que resta de la correa.
-Quiero que te quedes en esa posición.. ¿entendido?
Ella asiente.. Sabe que debe decir que sí, pero no puede hablar.. necesita un momento para recuperarse. Él se aleja un momento y mira algunos papeles. ¿Cómo puede dejarla ahí, en ese estado, esperando? Él tiene ganas de abrazarla.. sabe que ella está a punto de quebrarse y caer de rodillas pero también sabe que necesita esa disciplina. Siente además una sensación de poder que le corre por la sangre hasta su miembro visiblemente erecto. Tendría sexo ahí mismo sobre la mesa, pero en cambio va a esperar un rato. Ella está empezando a impacientarse.. mueve las piernas, alternativamente como si el escozor de las nalgas no le permitiera estar quieta. Él la observa seriamente.. de pronto se levanta, se acerca y le da un chirlo con la mano.
-¿Qué es eso?.. Vamos a terminar con esto de una vez.
Toma la vara de mimbre y le da los 15 golpes que prometió. Al décimo ella lloraba desconsoladamente pero él continuó de todas formas. No era un momento para que ella haga su voluntad, como siempre. Los últimos cuatro golpes fueron especialmente fuertes. Faltaba uno.
-¿Estás lista para recibir el último?
Ella no responde.. él teme que se le hubiera pasado la mano. Duda.. Un momento después ella asiente. La sumisión ha sido completa por lo tanto este último golpe debe darlo, no tiene otra opción. Ella ha pasado por todos los aspectos de la humillación y está desvastada, pero no sólo eso. Después del último golpe él no puede creer el nivel de excitación al que ella ha llegado. La pone de pie, le besa el rostro bañado en lágrimas y la abraza. Ella se aferra a él con todas sus fuerzas. Ya la paliza había terminado, era hora de llevarla al dormitorio.

Comentarios

Anónimo dijo…
Hola!!!
El relato es fantástico, sea o no sea real. Un poco duro, quizás, pero estupendo. Describes de manera estupenda la mezcla de sensaciones y sentimientos...¡¡¡es fabuloso!!! Y no es que yo tenga mucha experiencia real con el spanking, pero bueno...
En fin, no opino mucho más que no estoy muy centrada...(llevo tres días en cama con bronquitis y fiebre alta...y delirando más que otra cosa, es el primer día que la fiebre me da tregua, así que ya comentaré más otro día)
Pero sólo te digo que ME ENCANTÓ. Nada más ;).
Hasta otra, guapa!
Besos:
Bea
maria dijo…
Hola Bea, espero que te mejores pronto de la bronquitis, por ahora mejor quedate en la cama. Me alegra mucho que te haya gustado el relato..
Sé que Patricio (por lo que vi) espera tu propia definición de "duro", pero me voy a meter en la discusión y poner mi opinión sobre el tema. (Ya lo escucho a Patricio decirme que no me estaba preguntando a mi nada.. :))
Creo que el castigo es posible y acorde a las faltas. También que no es excesivo con respecto a la cantidad de azotes.

Sin embargo estoy de acuerdo en que es duro el procedimiento.. hay elementos de D/s muy fuertes. De hecho escribí este relato par demostrar un punto acerca de la humillación, la palabra que a ninguno nos gusta nombrar. ("the 'h' word" como dicen los americanos). Para eso necesitaba que sea intenso con respecto al procedimiento, más de lo que en general solemos leer o admitir. Como se observa ella tiene que ir admitiendo un montón de cosas, a la vez que ir asumiendo el castigo sin ningún tipo de forcejeo ni resistencia (que es lo más difícil de vencer)..
Ahora bien, estoy de acuerdo con que es duro pero también creo que en ese contexto (y en muchos otros) es bueno que lo sea... como dice Patricio, es justo. Una última cosa: es lo que ella necesitaba (necesita) a veces.

Amor... ¿Sabés cómo te quiero no?
Saludos a todos.

María
Anónimo dijo…
jajaja. Hola pareja!
A ver, Patricio. Con "duro" me refiero a algo que roce el límite de la resistencia de la pobre spankee y en lo que se utilicen instrumentos como varas o correas de cuero...en fin, sólo es un punto de vista. Los adjetivos son subjetivos. TODOS los adjetivos son subjetivos. Para una chica un hombre es guapísimo, incomparable, celestial...y para otra es el bicho raro más feo que ha visto en su vida. ¿La razón? Es universal: la belleza es subjetiva. Pero todo lo que sirva para calificar lo es también. Así pues, lo que para mí es duro, para tí no lo es, a María le puede parecer justo...pero tp me parece ese el criterio a seguir. Un castigo puede ser justo pero ser duro a ojos de algunos.
Ahora, si buscas la definición del DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) te dirá lo siguiente (en lo que se refiere a este contexto):
"adj. Áspero, falto de suavidad, excesivamente severo."
Me ciño a esta definición, pero con mi propio criterio para darte mi visión de lo que es duro. Y, bueno, ya te la he dado.
María, gracias por lo buenos deseos, ya estoy mejor...¡¡¡me bajó la fiebre!!! ^^ En cuanto a lo del tema de la humillación...el relato lo refleja bien; realmente creo que es uno de los componentes principales de todo tipo de spanking... es que es una condición sinequane non aquí. Una persona, cuando es golpeada, tanto por propio deseo como no, es humillada, y mucho más cuando le azotan el trasero como a una niña pequeña que se ha portado mal. Además, el que te obliguen a reconocer tu culpa, el hecho de que te hagan ver que te mereces esos chirlos porque te has portado mal te hace sentir más profundamente humillada aún. Y es posible que sea justamente una de las cosas que más nos excita a las spankees. Aunque tú, María, lo sabes mejor que yo. Jeje. Yo sólo intento teorizar, como vosotras, sólo que yo sin verdadero conocimiento de la causa, sólo un aperitivo ;)...que ojalá se volviera a repetir!!! ^^
Un besito a ambos. Cuidaos, parejita!!!
Bea
Anónimo dijo…
Genial!!!! el relato,la primera vez debe ser totalmente llena de experiencias!!! como esa de la humillacion ,despues el dolor,picazon..etc todo lo que comentas maria,aunque todo eso se reduce con las palizas??,yo tampoco tengo experiencia real con el spanking ,y si parece muuuy doloroso y dificil de aguantar uy!.besos y abrazos.
Laura


p.d: Me encantaría conocerte mas Lucas!!! Ya te escribi a tu correo el mio es laurita_spk_bol@hotmail.com
maria dijo…
Hola Bea.. nos quedó clarísimo la definición de "duro".. :)
Ya sabemos como es subjetivo el tema.. pero de todas maneras yo estaba tratando de llevar algunos límites un poco más lejos en este relato. Porque la verdad, no tengo que explicarlo porque ya lo deben saber, algunos aspectos de la D/s me gustan. En ciertos momentos ya que no puedo aguantarme una paliza como esta así nomás. A veces me quiebro y necesito que me de un abrazo por la mitad.. lo cual es trampa. Y otras cosas de ese estilo.

Laura.. Sí, con la experiencia en general se pierden algunas sensaciones como por ejemplo: la primera vez que estás con tu spanker si tenés que desnudarte completamente es una situación muy difícil y que provoca bastante vergüenza.. no sé si les pasará a todas, pero seguro a la mayoría. A mi me pasó. Estar desnuda y expuesta no es fácil. La verdad ya desnudar la cola nada más es difícil.
Pero cuando lo practicás con tu pareja durante un tiempo y tu pareja conoce tu cuerpo, te vio desnuda mil veces, entonces toda esa vergüenza se pierde, lo cual es genial para la vida cotidiana, para tener sexo, bañarse juntos, etc. Pero para el spanking quizá no tanto. Sólo hablo de experimentar esto de que habla el relato..
Supongo que esas sensaciones se recuperan cuando tenés una sesión con un nuevo spanker. Ahí no puedo opinar porque toda mi experiencia fue (es) con Patricio.
Con la experiencia obviamente se ganan muchas otras cosas, que tu pareja te conozca, conozca tus reacciones, sepa cuándo estás resistiendo por pura política o cuándo realmente no podés más. Incluso los juegos verbales se van puliendo y más pasa el tiempo te ganás algunos retos que al principio de la relación hubieran sido imposibles. Incluso cuando es en serio es un juego y lo más importante es ponerle imaginación al asunto.

Hay algo que no cambia.. así pasen años siempre duele muchísimo!! Siempre cuando empieza querés parar y salir corriendo. Siempre cuando termina la cola está colorada y te arde y te pica maaal...

Besos a las dos..

María
Anónimo dijo…
Hola a tod@s
María ya te lo han dicho pero no puedo evitar decirlo tu relato es muy bueno !!! felicidades por ello.
Para mi un castigo como ese es duro por los 20 golpes de correa y 15 de vara , es algo que físicamente no puedo soportar lo se muy bien, ya con la correa sería mucho pero la vara es algoa loq ue realmente le temo , asi que para mi tambien es duro.
el tema es la humillación, creoq ue una relación como esta no humilla en si misma si estas a gusto, al contrario te da placer y felicidad si es lo que realmente quieres; pero cuando a una la tienen que castigar por haberse portado mal una se siente realmente mal, no solo por el dolor sino mucho antes del castigo físico que te reten como a una niña y lo remarquen es duro emocionalmente pero al mismotiempo para la spankee es excitante .
Desde mi punto de vista, o al enos asi lo siento yo , en el momento del castigo una no piensa en la humillación que pasas, solo en la situaciñon y esto es parte de este juego , del rol que se tiene; quizas si luego lorecuerdo y lo "veo desde lejos" si percibo la humillacion y pienso en ello.

Saludos

Kitty
maria dijo…
Hola Kitty, muchas gracias. Me alegro que te haya gustado el relato. Supongo que es bastante fuerte pero tal vez te sorprendas algún día de lo que podés soportar. Obviamente cada uno se conoce a sí mismo. En nuestro caso ese es un castigo muy posible, claro que no creo que Patricio use el máximo de fuerza..
No sé si durante el castigo podés pensar en la humillación pero sin duda eso te excita muchísimo.
No creo que en la relación de dd ninguno humille al otro deliberadamente, creo que es parte de todos los castigos y una sensación fuerte además, para correr el foco y que no sea todo los azotes en el culo. En general lo que se siente es vergüenza, la sensación de que se te encienda el rostro y como cierto escalofrío..
Pero entiendo que la palabra humillación sea difícil de digerir.. Es más, por eso la puse.
Besos..

María
Anónimo dijo…
Hola María:
Tienes razón lo que se siente es vergüenza, a veces no se puede levantar la cara , y sin duda eso implica humillación.

Kitty
andre dijo…
patricio y maria , una definicion de "duro" no seria combinar dos elementos fuertes como el cinturon y la vara?, algo "no duro" me parece que seria chirlos y un solo elemento extra a la mano... aunque eso depende de las practicas habituales de cada pareja , no?, es el spanker el que va orientando el castigo..: bueno esa es mi definicion de duro, :), saludos

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