
Estoy un poco aburrida, Patricio debió acostarse temprano, por lo que me puse a navegar en internet y encontré la Enciclopedia del Spanking, que tiene una cantidad asombrosa de fotos y dibujos de todo tipo y época. Me quedé pensando en un par de temas, como por ejemplo los muebles diseñados especialmente para dar palizas. Supongo que deben ser excitante para mucha gente, como también ser atado, pero a mi personalmente me producen angustia. Lo mismo que algunas fotografías excesivamente severas.
Una sola vez, estando incontrolable sobre sus rodillas, a Patricio se le ocurrió atarme las manos en la espalda con una cinta de velcro. Fue una de las primeras veces que nos vimos (y se había llevado la cinta con toda la intención porque yo forcejeaba bastante más que ahora). Fue terrible la desesperación. Afortunadamente era para simplemente para dejar un punto claro, pero me desató y seguimos normalmente. Sólo para mencionar una de las cosas que no me gustan, aunque entiendo (mentira no entiendo!!) que les puedan gustar a otras personas. Es fuerte, es una acumulación de energía y adrenalina.. pero no encaja en casi ninguna fantasía salvo en los castigos judiciales y de los penales y cárceles, que realmente nunca me interesaron.
En realidad en una época (en que vivía sola, tenía tiempo libre y probaba de todo) me anoté en un grupo que era una cárcel de mujeres. Un juego basado en mensajes que al más mínimo error la matrona te castigaba, usualmente con la mano y sobre las rodillas. Existía la posibilidad de un strapping, pero nunca vi que le sucediera a nadie y el grupo terminó desapareciendo por falta de actividad y de tops que controlaran la situación. Demasiadas presas. Es decir, este juego era una situación de spanking penal donde usaban en realidad el castigo clásico de la disciplina doméstica. Por lo tanto podría suceder (viceversa) que alguien en una situación de disciplina doméstica acepte ser atado para un castigo, como en una situación de spanking judicial.
Otras fantasías que usualmente se cuelan son, como ya hablamos, las fantasías escolares. Son bastante interesantes incluso para gente que como yo, nunca las vivió en la realidad. Por años, cuando era más chica, tuve sueños diurnos de vivir en otro lugar, en otro tiempo donde eso pudiera ser posible. Lo que nos trae al punto del role play. El juego de roles es aceptado por la gente con muchas limitaciones para el caso de la disciplina escolar siempre y cuando ambos sujetos tengan una edad razonable, incluso en el juego... y yo estoy de acuerdo completamente con eso. No obstante hay gente que juega a que realmente es un niño, cosa que he visto miles de veces en los chats y no tiene nada de malo. Mi avidez de información en otro momento, más el hecho de que la fantasía en cierta forma nos toca a todos, hizo que recorriera también algunos foros de relatos de memorias.
Es común relacionar las fantasías con la infancia y una pregunta que se hace la gente del ambiente apenas cruza dos palabra es si fueron castigados de niños. Porque la tendencia natural de los movimientos anti-spanking es plantear que castigar a un niño en esa forma puede llegar a crearle cierta desviación sexual y cierto placer en los azotes cuando sea adulto. Ya dejé clara mi postura totalmente en contra de castigar a los niños de ninguna manera física pero ahora también quiero agregar que el hecho de ser castigado no creo que vaya a producir como regla absoluta un spanko. Yo soy un claro ejemplo de alguien que no ha sido castigado físicamente y sin embargo desarrollé este interés desde la más tierna edad. Estuve investigando hace tiempo este tema en un foro donde habían llegado a la conclusión de que al parecer los spankos se dividen en dos grupos: personas que han sido castigados de manera bastante intensa durante la infancia y personas que no sólo no han sido castigados sino que crecieron carentes de todo límite. Yo pertenezco al segundo grupo. También había un análisis de religión donde algunos spankos pertenecían a backgrounds religiosos muy fuertes y los otros eran directamente ateos. Otra vez yo en el segundo grupo. No sé cómo se empieza a gestar el interés por el tema. Yo, que no recuerdo prácticamente nada de mi infancia, recuerdo cuestiones relacionadas con el spanking. Películas, libros que releí mil veces, anécdotas contadas por otras personas. Hay gente, en cambio, que sitúa el descubrimiento de esta práctica mucho más adelante, en la adolescencia o incluso en la adultez.
Por último queda plantear cómo se articula esta práctica con la estructura sociológica de la disciplina doméstica. Porque estamos buscando allí una fantasía también perdida en el tiempo, casi tanto como volver al colegio en otro siglo y que el maestro nos de una tanda de azotes. La pregunta sería ¿existió realmente un momento histórico donde la práctica de la disciplina doméstica fue aceptada?¿realmente nuestras abuelas eran obligadas a bajarse la bombacha y recibir una azotaina cuando no se comportaban apropiadamente? Es lo que se dice de la época de Dorothy Spencer al menos, donde se podían comprar artículos de disciplina doméstica en las páginas amarillas. Finalmente se me ocurre pensar que si hay una época donde una práctica como la disciplina doméstica (consensuada, entre adultos) puede ser completamente aceptada, es precisamente esta época que estamos viviendo. Un dato final acerca del feminismo: parte de la libertad de la mujer se estructura en la posibilidad de elegir cómo quiere ejercer su sexualidad.
He leído a muchísima gente cuyo mayor terror es que su fantasía sea descubierta en el mundo exterior. No voy a decir que voy a sacar el tema en la próxima reunión familiar pero al menos logré hablarlo satisfactoriamente con ciertas personas. Y no me disgustaría en absoluto (y acá empieza mi fantasía actual) que la práctica esta que tanto nos interesa llegara a generalizarse lo suficiente como para que se pudiera hablar abiertamente. Y que si los vecinos escuchan algunos sonidos familiares y algún que otro grito se entienda naturalmente que alguien se portó mal y simplemente se ganó algunos chirlos.
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