
Es raro, toda la semana estuvimos jugando bastante. El jueves estuve exhibiendo bastante mala actitud y Patricio, afortunadamente, en lugar de seguir la discusión a la segunda advertencia me puso sobre las rodillas, me bajó la bombacha y me dio la cantidad de nalgadas necesaria para bajar a la tierra... Fueron unos días de muy buen timming y de un intenso intercambio de gestos. Finalmente entendí que debía portarme bien porque en momentos así el riesgo de terminar otra vez con la cola colorada es realmente grande. Por eso se suponía que no debía irme a dormir tan tarde. Pero esto ya era irreversible, hacía frío, y tenía ganas de estar con él, así que me metí en la cama y me acosté entre sus brazos. Se despertó, me abrazó fuerte y me dijo que él también me amaba, me besó y escuchó toda una serie de comentarios míos irrelevantes para las 4am, pero que en ese momento yo necesitaba decir. Finalmente nos dormimos abrazados. Obviamente yo sabía que iba a tener problemas en la tarde de hoy, y realmente me hizo bastante falta ese límite.
Esta tarde, un rato largo después del postre, él se acercó a mi, me besó y me abrazó un rato.. Los dos estábamos necesitando ese contacto, más allá de que fue una semana muy activa sexualmente. Me recordó que además me esperaba una paliza porque, en palabras de él, "toda la semana me había ido a acostar a cualquier hora..". Le dije que no siempre, que un día me había ido a dormir con él. "Un día!!.. Tenemos que hablar de esto de una vez por todas". Y nos ibamos a tomar un rato largo.
Se sentó cerca del borde de la cama y me puso sobre las rodillas de manera que la cola quedó muy levantada, los muslos apoyados en el borde y por consiguiente las piernas suspendidas en el aire. Me bajó los shorts y la bombacha sólo para dejar expuestas las nalgas. Se tomó un rato para admirar mi cola.. es algo que me fascina... que me acaricie, dibuje la forma que dice "que es perfectamente redondeada y le encanta". Desearía que es momento dure horas pero desafortunadamente un par de minutos después, a pesar de estar el ambiente bastante erotizado, no pude dejar de gritar un poco al sentir el ardor de los primeros chirlos. Que luego fueron bastantes... Se dedicó a pegarme con la mano un rato largo en toda el área visible. Minutos después yo había intentado taparme varias veces, aunque debo reconocer que no me hubiera disgustado seguir con ese juego un rato más. Obviamente ese era el momento de cambiar de nivel. Me puso de pie y me dijo que me saque la bombacha mientras abría el cajón y sacaba el cepillo.. Segundos después volví a estar en la misma posición. Después de unos cuantos cepillazos tuvimos que parar un poco.. el cepillo duele bastante. Conversamos un poco y le conté que mi abuelo cepillaba su sombrero a lo que Patricio respondió que debió cepillarle la cola a mi abuela, y por eso ella se comportaba tan bien. Y que así me iba a portar yo cuando termináramos.
El golpe del cepillo de madera tiene una intensidad bastante particular. Patricio (quizá recordando la fantasía de mi último relato) dijo que era un buen instrumento para castigar a más de una chica a la vez. Unos cuantos cepillazos hacen el trabajo y al rincón mientras se sigue con la otra. Luego el estoicismo me empezó a fallar, sollozé un poco y me tapé con la mano mucho más seguido.. entonces llegó la pregunta de rigor: "¿Que vas a hacer? ¿Vas a ir a dormir más temprano?" Relamente sentí que debía poner algo de honestidad, en ese punto me merecía el cepillo. Realmente no podía prometer enseguida que sí, que me iría a dormir tempranísimo de allí en adelante el resto de mi vida. Hice un gesto con la boca y Patricio rió con ganas. Le pregunté por qué se reía y me dijo "veo que estás completamente resignada y sabés que nunca te vas a ir a acostar temprano". Lo bueno es que estaba feliz, lo malo es que siguió con el cepillo cada vez más fuerte (les aseguro que tres o cuatro cepillazos seguidos en el mismo lugar y uno acepta cualquier condición) por lo que le dije que sí podía decir que me iba a ir a acostar temprano, si eso se supone que es lo que tenía que hacer. Me entendió perfectamente, por eso aclaró que me tomaba la palabra y que si no llegaba a cumplir la próxima vez iba a ser mucho peor. Un rato después decidió que era suficiente, me puso de pie con las manos contra la pared, recorrió mi cuerpo con las manos y me besó el cuello y los hombros.. Quise abrazarlo pero me dijo que no, que debía dejar las manos donde estaban. Seguimos hasta que ambos no pudimos más y terminamos juntos en la cama, donde forcejeamos un poco y lo abracé tanto como quise, y al final me puso de espaldas y tuvimos sexo. Y caímos juntos por un precipicio.. O casi juntos, pero definitivamente caímos los dos y al mismo lugar.
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Quiero agradecer a Charlotte que hizo una excelente traducción de este post en el foro italiano: La Stanza della Sculacciata
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