Spanking y Disciplina Doméstica en Argentina

Voy a relatar la paliza que recibí hoy antes que pase demasiado tiempo ya que hace rato no recibía una así y todavía me cuesta sentarme con comodidad. Hoy (técnicamente ayer) 25 de mayo (para los que viven en otros países es feriado nacional en Argentina, día de la patria) salimos con Patricio a caminar por la Avenida Cabildo y a comprar algunas cosas. De pronto mi marido se detuvo en una vidriera y señaló una regla de metal larguísima (no recuerdo la medida pero debió tener más de medio metro).. No sé cómo la vio (no sé cómo yo no la vi antes) e hicimos algunos chistes al respecto. Yo conocía a una persona que solía usar una regla de metal, de dimensiones más reducidas que esta, y me contaba que duele (pica es la palabra: "stings") muchísimo porque es muy flexible. Finalmente no compramos la regla.. no sé si el negocio estaba cerrado o Patricio decidió no hacerlo. Lo que sí recuerdo es que yo no sólo no dije, como en mis épocas contradictorias de coleccionista de implementos

Ok, voy a aburrirlos un poco. Estamos viviendo con Patricio una de las situaciones más estresantes de la vida humana: una mudanza. No quiero que esto de una falsa impresión ya que estamos más felices que nunca, pero tenemos una gran cantidad de cosas que hacer y paradójicamente el tiempo parece que se hubiera detenido y el día no llega más. Pensamos que esta casa que compramos va a ser la casa del resto de nuestras vidas. No está mal plantar ese tipo de raíces, aunque después pueda no resultar así, y al menos con esa intención encontramos este lugar con todas las características que nos gustan a ambos (que son muchas): balcones de hierro, pisos de roble con guarda, hasta algunos vitraux... Estamos eligiendo además muebles, sanitarios, griferías, cosas que siempre quisimos tener en un lugar "definitivo". Suena banal pero en eso se nos va el tiempo y la energía y como se sabe cuando uno se va a mudar abandona de alguna manera la casa en que está viviendo (cualquiera que vivió u

Estoy de vuelta y me propongo de ahora en más (que vamos a ganar cierta estabilidad, sobre todo cuando terminemos de mudarnos) darle un curso más activo a mi vida y eso incluye al blog. Además esta semana que pasó fue bastante particular. En cierta forma todos mis planes salieron bien y pude hacer todo lo que esperaba. Por otro lado viajar sola, y sobre todo por tantos días, me resulta cada vez más complicado. Aparentemente cada vez que vuelvo (a visitar a mis amigos y parte de mi familia) lo que intento, y no logro, es viajar en el tiempo, al pasado. Y siempre me encuentro con que todo es bastante diferente y sobre todo las personas de mi edad, con la que solía compartir cierta vida descontrolada, tienen ahora cierta cantidad de responsabilidades. No es que me esté quejando, es una observación de un hecho que necesariamente iba a suceder. Claro que yo me voy casi de vacaciones y para ellos es una semana normal. Otra cosa es que en mi vida normal (incluso cuando estoy en casa) tengo ho

Me voy por unos días (casi toda la semana) para visitar a algunos amigos, familiares y ver algunos asuntos que tengo pendientes... viaje que tengo planeado desde hace mucho tiempo. Patricio se queda en Buenos Aires. Vamos a estar separados y ya nos estamos extrañando. ¿Por qué tenía que ser justo en estos días? No obstante esta noche tuvimos una buena despedida. Nos fuimos a acostar juntos y mientras charlábamos de bueyes perdidos (y disciplina doméstica) quedamos envueltos en un forcejeo erótico de caricias y besos. En un momento me puso boca abajo y me bajó la bombacha. Quiso traer algo de la lista de cosas que tenemos pendientes, que yo intenté refutar planteando que eso ya pertenecía al pasado, y me dio una cantidad de chirlos excesivamente fuertes para el comienzo. Sabía que lo necesitaba pero al mismo tiempo quería salir para adelante e intenté taparme de todas las maneras posibles. Me sostuvo contra la cama y me dijo algunas cosas que se podrían resumir en la idea: una vez que e

Una vez más me encuentro en la conocida situación de aburrimiento nocturno (mientras Patricio, no sé cómo, duerme desde hace un par de horas). Como tengo tiempo, de ahora en más decido que tengo, después de todo la noche, y más aún del fin de semana, es un espacio para pensar en todas estas cosas que nos interesan. Últimamente mi problema es que debo poner más energía en otras cosas y llego a un punto en que, careciendo de esa energía, nada me genera el suficiente interés. Pero muchas cosas siguen sucediendo en el mundo, incluso en el mundo del spanking. Si alguien sigue un poco el circuito ya se habrá enterado de las novedades. La verdad es que, hablando de llevar un diario, últimamente no tuvimos muchas oportunidades de ejercitar la disciplina en casa. Al principio de la semana Patricio terminó en lo del médico (sí, fue al médico!) con gastroenteritis, y ahora que estaba mejorando sensiblemente a mi me viene el período. Y estamos afilados, al más mínimo roce sacamos chispas. Después

Me costó muchísimo ponerme a escribir sobre esto. Primero porque todavía no me repongo de haber perdido la primera producción. Segundo porque tengo un problema con el "contenido" y no me resulta fácil hablar del tema sin tomar una posición al respecto, aunque intentaré hacerlo de la manera más descriptiva posible. Eso me dejó pensando si no borré lo primero que escribí, aunque técnicamente no lo borré, sino que no guardé los cambios, para protegerme a mi misma de emitir ciertas opiniones. Entonces, como evidentemente tengo una segunda oportunidad voy a aprovechar para darle una vuelta a todo este asunto. Después de todo ya dije que iba a poner lo de Van Heusen, así que no tengo vueltas. Me sorprendió encontrar (hace algunos años) unos cuantos avisos de la marca de camisas Van Heusen que tienen una impronta bastante particular y pensé que se podría trazar a través de la historia una concepción determinada de la relación hombre-mujer. Los hombres de antes De los avisos de hace