Antes de irme a dormir, y para mantener el espíritu del blog, les voy a contar nuestra última experiencia. Anoche (como alguno debe saber) me quedé despierta más tarde que de costumbre, dando vueltas por la nueva sala de chat (que está funcionando estupendamente... hoy en un momento entraron cinco personas simultáneamente. Vamos a poner un horario así podemos coincidir). Para extremar el descontrol como me cuelgo (esto es reiterativo, ya sé) no puedo lavar los platos a esas horas, principalmente porque ya me quedo dormida sobre la mesa. Parece que vivo con una espada de Damocles sobre mi cabeza (como me dijo alguien alguna vez) pero realmente es muy fácil evitar todo este conflicto.. obviamente ordenando mis horarios y lavando los platos cuando terminamos de comer. ¿Por qué no lo hago? Alguno pensará que no lo hago a propósito y lamento desilusionarlo. No sé si esto les pasa a ustedes pero yo suelo hacerme una lista de objetivos y lo que más quisiera en el mundo es cumplirlos. Después parece que mi naturaleza me lleva a hacer exactamente lo contrario. Algo así me pasaba en mis épocas de estudiante... no por nada tengo las fantasías escolares que tengo.
Hoy Patricio se levantó con un humor excelente y me abrazó, y tuvimos un desayuno buenísimo. Claro que yo (a pesar de dormir 3 horas) salto de la cama y hago el mejor café express que puedan imaginar. Yo sé que si me quedo hasta tan tarde tengo altas probabilidades de que me escuche durante la noche.. o vea la luz encendida. Patricio, si estaba enterado, ni mencionó el asunto... hasta esta tarde.
Llegó del trabajo con su alegría usual y nos abrazamos, nos besamos e hicimos todos los comentarios de cómo fueron nuestros días. Lo acompañé al dormitorio para que se cambiara la ropa. Desprevenida, me acosté boca abajo mientras hablamos de algunos detalles cotidianos. Automáticamente me dio un chirlo con todas sus fuerzas sobre el pantalón. "Vos y yo tenemos que hablar..."
Por supuesto comencé con mi acto de resistencia, que nunca funciona, hasta que se sentó en el borde de la cama y me llamó. "Vení acá un minuto.." Intenté negociar por un rato hasta que finalmente me puse en frente de él. Allí quise arrodillarme para besarlo por lo que me tomó de los brazos y me puso de pie nuevamente. "¿Qué estabas haciendo anoche?" Silencio..
Me puso sobre las rodillas, me bajó los pantalones y la bombacha y me dio una buena cantidad de chirlos.
"¿Estabas chateando no?" No tenía sentido negar nada.. en realidad comencé a reirme.
"¿Cómo sabés?"
(Mientras seguía con los chirlos...) "Porque me desperté y casi no pude volverme a dormir con el ruido del teclado!"
Owwww.... wow ¡Estaba en otra habitación! Nos tentamos de risa. Confesé..
"Estaba chateando con TB que no quería dejarme ir a dormir..."
Cada vez que hablaba volvía comenzar con los chirlos...
"¡No me interesa! ¡Vos sabés a qué hora tenés que irte a dormir!"
"Noooo.. pará. Quiero decir algo!!" Intenté levantarme.
"¡¿Quién te dijo que podías levantarte?!"
De un brazo me volvió a la posición... respiré un momento. Tenía cinco segundos para decirle cuánto lo amo y cómo lo había extrañado toda la tarde. Y también comentarle mis ganas de hacer "otras cosas". Puede parecer el ardid más bajo que alguien puede usar... pero en mi caso no es habitual. Cuando lo digo es porque realmente lo siento. Me respondió, por supuesto, que después íbamos a hacer "otras cosas".. cuando resolvamos este asunto. Siguió con los chirlos hasta que la cola me quedó completamente roja. Y elogió su trabajo.
Cuando terminó tuvimos sexo y fue muy intenso.. Siento que todo está en orden y puedo ponerme un poco más obsesiva con mis tareas de ama de casa. Una de mis preguntas sin respuestas es... ¿Por qué será que cada tanto ponemos a prueba los límites una y otra vez? Vaya uno a saber ¿no?
Hoy Patricio se levantó con un humor excelente y me abrazó, y tuvimos un desayuno buenísimo. Claro que yo (a pesar de dormir 3 horas) salto de la cama y hago el mejor café express que puedan imaginar. Yo sé que si me quedo hasta tan tarde tengo altas probabilidades de que me escuche durante la noche.. o vea la luz encendida. Patricio, si estaba enterado, ni mencionó el asunto... hasta esta tarde.
Llegó del trabajo con su alegría usual y nos abrazamos, nos besamos e hicimos todos los comentarios de cómo fueron nuestros días. Lo acompañé al dormitorio para que se cambiara la ropa. Desprevenida, me acosté boca abajo mientras hablamos de algunos detalles cotidianos. Automáticamente me dio un chirlo con todas sus fuerzas sobre el pantalón. "Vos y yo tenemos que hablar..."
Por supuesto comencé con mi acto de resistencia, que nunca funciona, hasta que se sentó en el borde de la cama y me llamó. "Vení acá un minuto.." Intenté negociar por un rato hasta que finalmente me puse en frente de él. Allí quise arrodillarme para besarlo por lo que me tomó de los brazos y me puso de pie nuevamente. "¿Qué estabas haciendo anoche?" Silencio..
Me puso sobre las rodillas, me bajó los pantalones y la bombacha y me dio una buena cantidad de chirlos.
"¿Estabas chateando no?" No tenía sentido negar nada.. en realidad comencé a reirme.
"¿Cómo sabés?"
(Mientras seguía con los chirlos...) "Porque me desperté y casi no pude volverme a dormir con el ruido del teclado!"
Owwww.... wow ¡Estaba en otra habitación! Nos tentamos de risa. Confesé..
"Estaba chateando con TB que no quería dejarme ir a dormir..."
Cada vez que hablaba volvía comenzar con los chirlos...
"¡No me interesa! ¡Vos sabés a qué hora tenés que irte a dormir!"
"Noooo.. pará. Quiero decir algo!!" Intenté levantarme.
"¡¿Quién te dijo que podías levantarte?!"
De un brazo me volvió a la posición... respiré un momento. Tenía cinco segundos para decirle cuánto lo amo y cómo lo había extrañado toda la tarde. Y también comentarle mis ganas de hacer "otras cosas". Puede parecer el ardid más bajo que alguien puede usar... pero en mi caso no es habitual. Cuando lo digo es porque realmente lo siento. Me respondió, por supuesto, que después íbamos a hacer "otras cosas".. cuando resolvamos este asunto. Siguió con los chirlos hasta que la cola me quedó completamente roja. Y elogió su trabajo.
Cuando terminó tuvimos sexo y fue muy intenso.. Siento que todo está en orden y puedo ponerme un poco más obsesiva con mis tareas de ama de casa. Una de mis preguntas sin respuestas es... ¿Por qué será que cada tanto ponemos a prueba los límites una y otra vez? Vaya uno a saber ¿no?
Comentarios
aparte como q ahora ya somos dos los q tenemos q hacerte recordar tus horarios de dormir? creo q tu castigo puede ser duplificado entonces también. con satisfacción leo sobre tu castigo inmediato por haberte acostado tan tarde nuevamente. las mentiras sin embargo no se castigan en tu casa?
TB
Parece que me lo perdí todo. Dijiste que volvías en unos minutitos pero me cansé de esperar y me fui a dormir.
Me encantó la charla que mantuvimos, espero que se repita pronto.
Besos mil.
TB... Antes de entrar en detalles tipo: ¿cómo vas a probar que estoy mintiendo? te digo.. ¡¡Era una broma!! Realmente valoro tu esfuerzo para mandarme a dormir.. que no es tan fácil como parece. Y me fui antes de lo que creía! (Lo que demuestra que funcionó y todo..)
Por lo tanto no hay nada que castigar :p... ¿Ok?
Fabiana!... No, esto de TB sucedió anteanoche. Anoche al final quedé un poco atrapada con mi vida real y cuando puse este post ya era muy tarde. A mi también me gusto mucho, lamentablemente no puedo estar tanto tiempo como quisiera... ahora por ejemplo, recién llego de la calle. Pero ya le vamos a encontrar la vuelta.
Besos a todos..
María
María
Ponle un somnifero a Patricio y cuidate de los horarios en que publicas tus post y haces los cometarios asi te podras quedar todo el tiempo que te venga en gana navegando a haciendo lo que te venga en gana y Patricio ni enterado