Patricio y yo

Resumen de los días que pasaron, en reverso. El fin de semana tuve una de esas gripes que ya sospecho no es sólo una gripe y tampoco así, de ninguna manera, logré juntar energía suficiente como para ir a un médico. Patricio ya está resignado y se avocó especialmente a evitar que el auto consumo de medicamentos pasara de un límite razonable. De todas formas ya estoy mucho mejor y hoy ya estábamos haciéndonos chistes acerca de si extrañábamos o no el contacto de unas buenas nalgadas. Por supuesto ambos lo extrañamos no sólo físicamente sino porque nos divertimos mucho con eso. Cada día este hombre me parece más fascinante. Ya sé que lo dije antes. El mundo en general, si uno se deja llevar por los tiempos actuales, es un lugar aburrido y casi insulso donde te quieren vender en cada puerta que nada sirve ni dura por mucho tiempo. En mi caso es peor, no tengo deseos de conocer a nadie más (sólo extraño eso sí, mis amigos que están lejos).
En esta realidad cómo hice para encontrar a Patricio es uno de los más grandes misterios para mi. Antes de conocerlo no sabía que un hombre y una mujer podían tener una relación de tanta sinceridad (creía que eso estaba destinado exclusivamente a nosotras). Compartimos las fantasías además, pero eso es sólo un aspecto de nuestra relación. Ahora bien lo que tengo acá (en el dormitorio) es un ave rara. Un hombre extremadamente sensible e inteligente, y no me cuido de decirlo cada vez que puedo.
¿Qué hace suponer que tengo algún mínimo deseo o interés de contactar otros hombres? No lo sé. Pero para mi la fidelidad es un valor muy importante así que cualquiera que tenga un plan de trampa abstenerse. Quizá deba aceptar de una vez que a la mayoría de la gente no le interesa lo más mínimo discutir la fantasía del spanking. El único interés de la mayoría es poner las manos en el juego, tener una experiencia, sacarse las ganas, contactar a alguien, darle una paliza y, si se puede, cojer también. Para mi de eso no se trata la relación de spanking. No hay spanking casual si no se construye una relación de respeto, conocimiento y cuidado mínimo antes. Haya o no sexo convencional involucrado.
Hablar del spanking es como hacer una descripción detallada de nuestras relaciones sexuales. Será una veta exhibicionista, de acuerdo, pero tanto como hay cierto aspecto voyeur en leer cómo le pegan a otro o le meten tres dedos en el culo.

El miércoles de la semana pasada casi sin proponérmelo y después de la relajante sesión del sábado rompí todas las reglas posibles. Para terminar me fui a dormir a las cuatro de la mañana y por las dudas dejé los platos sucios en la cocina. ¿Por qué? No lo sé, algo de mi humor que no puedo manejar.. es algo ya masticado y hablado, pone claridad en el asunto. Supongo que son señales muy precisas de que algo puede descarriarse. Porque la relación de spanking desde que yo descubrí que existía tal cosa (y no estoy diciendo disciplina doméstica, donde todo esto se acentúa) hay cosas que están permitidas y cosas que no. Si no fuera así no habría castigo posible. Eso que no está permitido para alguna gente es burlarse del otro (en broma o en serio) molestar, o portarse mal de miles maneras. Para nosotros son reglas que se cumplen o no se cumplen. Dentro del juego uno debe atreverse a tentar ese límite de su spanker (¿ya lo dije no?) no es lo mismo adentro que afuera ni aquí que a 1000 km. Y lo he hecho una y otra vez y me he callado una y cien veces más. De eso se trata el ejercicio: encontrar ese momento en que uno se da cuenta que ha cedido el control al otro sin reservas porque cada reserva uno tiene la posibilidad de manifestarla una y otra vez, hasta entrar en razón.
Así fue que al día siguiente me levanté de un salto de la cama porque no sé quién se prendió al timbre a las 9am luego que habíamos hablado con mi amiga hasta las 4 am. Igualmente me sentía feliz porque esta muchacha la tiene clara como pocos para agregar oxígeno al panorama y de alguna manera me recuerda a otros tiempos y a otra persona que era yo hace algunos años. Como no recibí respuesta (si era alguien dudo que me buscara a mi y en todo caso, nunca lo sabré) me acerqué a la computadora y vi, escrito en uno de esos papelitos amarillos, pegado al monitor, un mensaje de amor de mi amor. El mensaje era conciso

Prepará la cola... Sé a qué hora te acostaste. Te amo mal!

Ok.. justo le iba a mandar un mensaje al celular; el mío ahora es casi una respuesta (pero no por eso menos verdad): Yo también te amo mal. Tranquilidad, el día feliz estaba ahí. Después de una jornada prolija para acomodar todas las trasnochadas llega Patricio exhuberante de amor y me muerde la boca. Por un segundo (lo juro, me pasa cada vez) pensé que por ahí se olvidaría. Pero no tuve suerte así que fue el cinturón, código de repetición (lo estoy entendiendo) no conviene repetir muy seguido la misma ofensa. Y un poco debe doler para ser efectivo (No puedo creer que escribí "un poco"). Para terminar sobre las rodillas, a pura nalgada y sexo.
No sé qué tantas reglas tiene que haber para jugar este juego. A nosotros nos facilitan los caminos para mandarnos señales. A mi, por otro lado, me excita la prohibición y la posibilidad de violarla. Al mismo tiempo me hace sentir segura, en un orden, que todo en nuestra relación está bien, que ninguno de los dos le oculta nada al otro y que todas las cuentas están saldadas. Apenas repunte mi salud física volveremos a nuestra práctica cotidiana. Pregunta: ¿Qué pasa si uno no está en condiciones de recibir una paliza (por cuestiones de salud o las que sean) y se porta mal de todas formas? Respuesta: si uno no está en condiciones de recibir una paliza se porta muy bien. Salvo que sea debido a encontrarse en un lugar público o de visita a alguna parte. En ese caso es obvio: la recibirá más tarde.