7:30 am. Mañana lluviosa. Patricio me despierta besándome... Me encanta despertarme así. Él parece bastante feliz así que salto de la cama como todos los días a hacerle el desayuno. Este tema tiene sus complicaciones pero no las voy a explicar aquí ya que es tan peculiar que es posible que se revele demasiada intimidad. Sí amigas... la cocina es mi territorio. Ya estaban todos preguntándose, ¿qué hace Patricio con esta chica a la cual tiene que darle chirlos en la cola para que lave los platos? Bueno, tengo mis virtudes también... Me abraza. Está tan feliz que le pregunto cuál es el motivo. Me responde que porque sí, porque se siente bien y porque sabe que me fui a dormir más tarde de lo que debía otra vez y me va a dar unos cuantos azotes por eso. Wowowow.. Rebobinemos. En un momento me perdí de algo... Así sigue el interrogatorio: -¿Por qué decís eso? No me fui a dormir más tarde... -¿A qué hora te fuiste a dormir? -A las dos.. Me da unos cuantos chirlos sobre el pijama. -¡No me mie